Un hotel de cinco estrellas en la Plaza de la Magdalena
el crecimiento del sector terciario
Urbanismo maneja ya el proyecto del arquitecto Luis Albalá para el edificio de El Corte Inglés
Los promotores son Javier Hidalgo y Rosauro Varo, vinculados a la compañía Millenium Hotels
Sevilla/El Ayuntamiento ya tiene en su poder el proyecto para convertir en un hotel de cinco estrellas el edificio sito en la Plaza de la Magdalena, esquina con la calle O'Donnell, donde hasta hace poco tiempo ha estado abierta una gran tienda de El Corte Inglés. Está elaborado por el arquitecto Luis Albalá Gutiérrez y promovido por la compañía Millenium Hotels Real Estate, sociedad a la que están vinculados los inversores Rosauro Varo y Javier Hidalgo. El estudio previo contempla un establecimiento de 52 habitaciones dobles y dos suites distribuidas en una superficie total de 4.191 metros cuadrados. Se trata de un enclave privilegiado, en el entorno más próximo a la milla de oro comercial de la ciudad (el eje conformado por Tetuán y Velázquez y los grandes almacenes de El Corte Inglés en el comienzo de la calle San Pablo), que podría generar y aprovechar el efecto de concentración de negocios de máxima categoría al tener muy cercano el histórico Hotel Colón. También es un lugar bien comunicado por varias líneas de autobuses municipales, con parada de taxis y a escasos minutos de la Plaza Nueva -donde está la parada del tranvía- y del corazón monumental.
El proyecto se desarrolla en un inmueble que cuenta con planta baja, cuatro plantas en altura y ático. El edificio está situado en el conjunto histórico declarado de la ciudad, pero no goza de ninguna protección especial dado que carece de valores patrimoniales. Tiene una gran cantidad de usos permitidos, entre ellos el hotelero, tanto en el caso de que se opte por la rehabilitación, como plantea la opción presentada, como en el de la demolición y nueva planta, una posibilidad que no tendría impedimentos urbanísticos.
En el caso de la rehabilitación, la Gerencia de Urbanismo advierte que se debe tener en cuenta que las distintas habitaciones deben tener iluminación y ventilación conforme a las exigencias establecidas en el PGOU. En cuanto la sexta planta actual, que se encuentra fuera de ordenación al haber una norma posterior que las limita a cuatro, sólo se puede ser objeto de obras de conservación. En el caso de que se apostara finalmente por la demolición y la construcción de un inmueble de nueva planta, sólo se podrán construir cuatro con una ocupación máxima establecida en las ordenanzas especiales para el casco histórico. En el caso de nueva construcción, Urbanismo recuerda que será exigible la correspondiente dotación de aparcamientos que requiere el PGOU, todo lo cual sin perjuicio de que se pueda exigir otro tipo de elementos habituales en un negocio hotelero, como las escaleras, ascensores, etcétera. En su momento, los promotores necesitarán el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía al estar incluida la parcela dentro de los límites del sector urbanístico El Duque-Salvador.
El edificio se encuentra en un buen estado de conservación, gracias al cuidado al que lo somete la propiedad, El Corte Inglés. Los expertos destacan las labores de mantenimiento que se han llevado a cabo con el paso de los años, que no sólo no han maltratado el inmueble, sino que han sido respetuosas. El edificio tiene unos 40 años de antigüedad y ha sido usado con intensidad. Tan sólo necesitaría de medidas muy específicas ahora mismo para el caso de que se quiera seguir usando cara al público, tales como reparaciones menores en los falsos techos, en persianas de balcones, el sellado de algunas fisuras mínimas, etcétera. Se trata del caso singular de un edificio en pleno centro que no necesita de grandes obras si quisiera reabrir en breve.
A las autoridades municipales también ha llegado el interés de un particular por el edificio, pero sin que haya trascendido a qué empresa o cadena representa. Se trataría de un proyecto para hotel de cuatro estrellas. Por el momento, el estudio formal presentado es el de Millenium Hotels, que no cuenta con establecimientos en Sevilla y que recientemente expuso públicamente su interés en apostar por nuevas aperturas en los centros urbanos de ciudades con alto interés turístico.
A finales del pasado invierno trascendió que la sociedad Millenium Hotels Real Estate, constituida en 2016, trabajaba en una ampliación de capital de alrededor de 400 millones de euros con el objetivo de hacerse con edificios céntricos para nuevos hoteles urbanos, situados en el centro de las principales ciudades de España, así como en los destinos costeros como Canarias, Baleares y Costa del Sol. Este anuncio encaja a la perfección con el interés en firme mostrado por la compañía ante la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento, que ha avalado expresamente el uso del edificio de la Plaza de la Magdalena como hotel.
La cadena Millenium se abona de esta manera a la tendencia de invertir en inmuebles que reconvierte en hoteles, una estrategia de negocio al alza, según los analistas del sector. La inversión hotelera alcanzó cifras récord en 2016, el año de fundación de Millenium, con más de dos mil millones de euros, el segundo mejor registro en la historia del sector en España. Millenium está considerada una de las inmobiliarias más elitistas de España.
El grupo hotelero ya tiene su establecimiento más codiciado, el Hesperia Madrid, adquirido en el año 2012 por 80 millones de euros, además del Abba Plaza de Castilla y el Tryp Chamberí, ambos muy bien situados en la capital. Millenium, que identifica potenciales inversiones en el negocio turístico español, confía en tener en 2019 un total de 15 establecimientos dirigidos por diversas cadenas, con hoteles de entre cuatro y cinco estrellas.
De la discoteca Boss a las inversiones en hoteles de lujo
De los bares de copas a las franquicias de telefonía móvil. De organizar fiestas en la discoteca Boss a ser accionista de Telefónica. De comercial de Macpuarsa a perfilarse como candidato destacado de la lista de principales fortunas españolas. Rosauro Varo sólo tenía 21 años en el año 2000, cuando ya aparecía en las páginas de 'Diario de Sevilla' como un ejemplo de estudiante universitario y emprendedor por su condición de alumno de Derecho y copropietario de la conocida discoteca Boss de la calle Betis, dos actividades que por aquellos tiempos compaginaba. También regentaba bares de juventud de nombres recordados como La Joyanca, Fandango Paparazzi y Chile, en Sevilla, y Paparazzi y Ágora, en El Puerto de Santa María. Por aquel entonces promovió la creación de una cadena televisiva exclusivamente musical (K-música), y participaba
como gerente y socio de una franquicia de teléfonos móviles, el sector donde acabó haciendo el principal negocio de su vida al vender Pepe Phone por más de 100 millones de euros. Desde muy joven se multiplicaban los proyectos a su alrededor, con la creación del gimnasio Factory Sport, en Dos Hermanas, el pub Bolero en Sevilla. De aquellos inicios, Boss fue su gran apuesta, donde demostró su capacidad para organizar conciertos en directo con grandes patrocinadores para un público de entre los 25 y 45 años. Su gran socio es Javier Hidaldo, hijo de dueño de Globalia. Varo reveló hace poco a un auditorio de estudiantes y empresarios que después de vender Pepe Phone, su compañía y la dueña del otro 50% han invertido en Telefónica, de la que han adquirido cinco millones de acciones. Y en la actualidad es la hora de las inversiones en el sector hotelero.
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