Los hosteleros denuncian la "ley marcial" en la Alfalfa

Los dueños de los bares alertan del acoso que sufren por parte de la Policía Local desde hace dos meses.

El cierre de varios bares en Pérez Galdós dejó la zona con escaso público ayer.
El cierre de varios bares en Pérez Galdós dejó la zona con escaso público ayer.
Fernando Pérez Ávila / Sevilla

24 de noviembre 2014 - 05:03

Estado policial, ley marcial y aplicación estricta y restrictiva de la norma. Esta es la sensación que tienen los hosteleros de la Alfalfa, que aseguran sentirse víctimas de una campaña de acoso por parte de la Policía Local y del Ayuntamiento de Sevilla que se prolonga ya dos meses. El cierre de cuatro bares de las calles Pérez Galdós y Boteros ha colmado la paciencia de los dueños de los bares, que esta semana tienen previsto estudiar medidas legales contra el Consistorio.

Un portavoz de la asociación de hosteleros de la Alfalfa explicó este domingo a este periódico que entiende el derecho al descanso de los vecinos, pero que no debe confundirse eso con "la aplicación de una ley marcial". Dos de los bares que han sido precintados esta semana lo fueron por permitir el consumo de alcohol en la calle. "Esto es falso. Tenemos porteros para impedir que los clientes puedan sacar los vasos a la calle. Pero no podemos hacer nada si alguno de ellos se esconde el vaso, como ha ocurrido", expone este portavoz.

El representante de los bares afectados lamenta que la aplicación de la ley sea desigual según la zona de la ciudad. "No entendemos por qué en otros lugares, como la Alameda o el Paseo de Colón, se permite a la gente beber en la calle y a nosotros no. Queremos saber por qué. No sabemos si hay alguna razón oculta porque, mientras a nosotros nos cierran porque un cliente saca un vaso a la calle, otros establecimientos del centro van a obtener licencias de discoteca. Supone un agravio comparativo".

Los hosteleros también denuncian la actitud soberbia de algunos de los policías locales que participan cada noche en el dispositivo contra la movida en la Alfalfa. "Nos han llegado a decir que si escuchan que alguien se ríe en voz alta dentro del bar nos denuncian. Van siempre a por el aforo. La mayoría son bares pequeños, en los que caben como mucho 30 personas, por lo que suelen estar completos. Con nosotros buscan medidas ejemplarizantes y así nos lo han llegado a decir", apuntó el portavoz.

Otro de los comerciantes afectados explicó que un policía llegó a preguntarle cuánto faltaban para las elecciones municipales cuando él le pidió explicaciones ante tanta denuncia. El dispositivo policial también conlleva pérdidas económicas a los hosteleros. Los dueños de los bares también critican el doble juego del Ayuntamiento con los estudiantes extranjeros, ya que "vende Sevilla en el extranjero como una ciudad de diversión, pero luego persiguen a los bares a los que vienen muchos erasmus". Los hosteleros están estudiando ejercer alguna medida de presión en los próximos días.

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