Los hospitales implantan un nuevo sistema para priorizar las Urgencias

Los hospitales públicos de la ciudad, Virgen del Rocío, Valme y Macarena han implantado al 100% el sistema Manchester en el triaje de las Urgencias, para la selección, acogida y recepción de los enfermos, en función de su gravedad. Este nuevo método informatiza la entrada en las Urgencias, de la que se encarga personal de enfermería, mediante un sistema informático basado en una serie de algoritmos que restan subjetividad a la hora de determinar la gravedad de cada paciente; así como el cálculo de la demora que debe soportar cada caso hasta recibir asistencia. El objetivo, entre otros, es que cada paciente no espere más de lo debido para recibir atención médica.

"El sistema Manchester comenzó a incorporarse hace tres años en los hospitales públicos andaluces dentro del Plan Andaluz de Urgencias, con la meta de homogeneizar el triaje, de modo que todos los pacientes reciban la misma atención independientemente del lugar de residencia", explica el doctor Javier Montero, subdirector del Plan Andaluz de Urgencias.

Durante los primeros años, el sistema anterior para la clasificación de los casos que llegan a Urgencias convivió con el método Manchester, si bien en los últimos meses los hospitales sevillanos han incorporado el nuevo sistema al 100%. La adaptación del nuevo método de trabajo en las Urgencias ha afectado en cierta medida a este servicio hospitalario por la falta de entrenamiento de parte del personal en la utilización de la nueva herramienta, pese a los cursos de formación que el SAS ha ofrecido a los profesionales. "El sistema anterior ha funcionado durante más de 20 años, los profesionales tienen que adaptarse, pero al final se alegrarán porque el sistema Manchester ofrece más seguridad al paciente y al profesional", comenta Montero. Mientras se logra esa adaptación, en hospitales de referencia como es el Virgen del Rocío se han vivido momentos de cierto caos en las Urgencias.

El método Manchester, al igual que otros sistemas de triaje, se basa en distintos niveles de prioridad, de modo que la prioridad uno son aquellos casos que necesitan una asistencia inmediata y que no pueden demorarse como, por ejemplo, puede ser un infarto o una hemorragia con riesgo vital. Estos casos se denominan emergencias y suelen ser atendidos por equipos del 061, en un primer momento, y entran por el hospital directamente hacia el área de críticos. La prioridad dos son pacientes considerados muy urgentes cuya asistencia no puede demorarse más de quince minutos; prioridad tres son urgencias que, como máximo, pueden esperar una hora. Y las prioridades cuatro y cinco realmente no son urgencias hospitalarias y se trata de casos que pueden ser atendidos en los centros de salud. En cualquier caso el tiempo máximo de espera para cualquier paciente en Urgencias está estimado en dos horas, desde que llega hasta que recibe la primera asistencia médica, según el método Manchester. Existen otros modelos: el canadiense, australiano y el español, si bien el SAS se ha decantado por Manchester, un sistema ideado en Reino Unido. Hasta la incorporación de este sistema de valoración de cada caso, cada hospital ha utilizado su propio protocolo.

En el nuevo método de trabajo, los pacientes entran en circuitos distintos en función de la patología que sufren. "Se trata de que, por ejemplo, los más graves no estén mezclados con casos leves; y de que el paciente no tenga que trasladarse, sino que lo haga el médico que lo atiende", añade el doctor Montero. Se trata de "ordenar, homogeneizar la asistencia en Urgencias y evitar de que los pacientes esperen más de lo necesario", añade. Para los casos en los que el programa informático falle, el SAS dispone de un protocolo basado en una serie de preguntas que lo sustituye.