El Valme activa el engranaje terapéutico precoz para pacientes de alto riesgo Covid
Investigación frente al Coronavirus
Los profesionales crean un protocolo interno con la definición del circuito asistencial desde que el paciente contacta con su médico hasta que recibe el tratamiento
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El Hospital de Valme ha desarrollado un protocolo asistencial para coordinar de forma eficaz la aplicación del programa de tratamiento precoz dirigido a pacientes de alto riesgo con infección por Sars-CoV-2. La iniciativa se ha impulsado desde el servicio de Enfermedades Infecciosas, pero con un carácter multidisciplinar, contando con la participación de hasta siete servicios hospitalarios más: Urgencias, Oncología, Hematología, Reumatología, Medicina Interna, Farmacia y Microbiología.
La evidencia actual indica que las diferentes vacunas contra el Covid-19 son eficaces para reducir la infección sintomática y asintomática, el carácter leve, moderado y grave de la enfermedad más la mortalidad. Sin embargo, los científicos constatan que la respuesta inmune es menor en diversos grupos poblaciones de mayor vulnerabilidad, como son personas de mayor edad o inmunodeprimidos, y puede mermar su efectividad ante la circulación de nuevas variantes.
En consecuencia, a nivel nacional se han aprobado nuevas alternativas terapéuticas antivirales que, en el caso de pacientes de alto riesgo, se priorizan a través de criterios que determinan el acceso precoz a las mismas. Para ello, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) es la encargada de definir el grupo de estos pacientes para autorizar la administración de los fármacos con el objetivo de evitar que empeoren y evolucionen a estadíos graves, reduciendo así el riesgo de hospitalización. Por lo que respecta a los fármacos a utilizar, se corresponden con antivirales y anticuerpos monoclonales para aplicar en la fase inicial de la infección.
En el Hospital de Valme este circuito está pilotado por los especialistas en Enfermedades Infecciosas Nicolás Merchante, Juan Corzo y Pedro Martínez. La protocolización del mismo ha estado sujeta a la “complejidad” de una amplia coordinación multidisciplinar, según destaca el doctor Merchante. “Es un proceso que necesita de la intervención de numerosas especialidades clínicas cuyo engranaje se ha organizado milimétricamente para una respuesta inmediata y eficiente”, añade como uno de los coordinadores de la iniciativa asistencial.
Junto al servicio de Enfermedades Infecciosas, en este nuevo programa asistencial intervienen las Urgencias, desde donde se activa el protocolo y se administra preferentemente el tratamiento; el laboratorio de Microbiología donde se llevan a cabo las determinaciones; y Farmacia para la gestión de la terapia, junto a Oncología, Hematología, Reumatología y Medicina Interna, de donde proceden el mayor cúmulo de pacientes candidatos para estas terapias.
Desde estas especialidades médicas es desde donde los profesionales están informando a los pacientes potencialmente candidatos sobre la disponibilidad de estos nuevos tratamientos frente al Covid-19 con la finalidad de que contacten con el centro de forma urgente si son diagnosticados y así poder recibirlos. Asimismo, si acudieran por iniciativa propia a Urgencias, sería desde este servicio desde el que se activaría el circuito.
En concreto, según los criterios definidos por la AEMPS, los pacientes subsidiarios de estas terapias tempranas son personas en tratamiento con quimioterapia mielotóxica para enfermedades oncológicas o hematológicas, pacientes con tratamiento onco-hematológico no citotóxicos con neutropenia, personas que han recibido en los tres meses anteriores tratamiento inmunosupresor con inmunomoduladores biológicos, síndrome de Down con 40 años o más, fibrosis quística, inmunodeficiencias primarias, receptores de trasplantes de órgano sólido y de trasplante de progenitores hematopoyéticos en los dos primeros años postrasplante o en tratamiento inmunosupresor crónico para eventos de rechazo.
El circuito, paso a paso
La maquinaria de este novedoso engranaje terapéutico se pone en marcha cuando el enfermo contacta con su médico responsable inmediatamente tras el conocimiento de su positivo en Covid. Según subraya el protocolo, la solicitud individual debe ser admitida por el Ministerio de Sanidad o la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y, por tanto, la elección del tratamiento a recibir se realizará en base a criterios estrictamente técnicos.
A partir de aquí, su médico responsable contacta con el servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital sevillano para la activación del protocolo e indica al paciente que acuda al servicio de Urgencias del mismo. Una vez allí, el procedimiento a seguir consiste en la confirmación de la infección mediante una PCR, extracción de serología de anticuerpos anti SARS-CoV-2, analítica básica, radiología simple de tórax y evaluación clínica para valorar la presencia de síntomas e insuficiencia respiratoria. Por otro lado, si el diagnóstico inicial de Covid-19 en casos de pacientes de alto riesgo definidos por la AEMPS se hace en una consulta clínica de Urgencias, se activa de forma directa el protocolo contactando con el servicio de Infecciosos.
Con el resultado del procedimiento anterior, se confirma vía telefónica al servicio de Infecciosos la inclusión del paciente en el tratamiento precoz y se procede a seleccionar el medicamento a administrar en base a los criterios de la AEMPS y la evidencia disponible. Tras esto, se solicita el tratamiento al servicio de Farmacia Hospitalaria mediante un completo informe clínico en el que se recogen datos como los días de evolución de la infección, serología, presencia de insuficiencia respiratoria o neumonía, necesidad de ingreso o manejo ambulatorio y factores de riesgo para inclusión.
Seguidamente, el servicio de Farmacia eleva la solicitud a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios o la Consejería de Salud, según proceda, e informa al servicio de Infecciosos de dicha respuesta y de la disponibilidad del fármaco. A continuación, se programa la administración del tratamiento. En esta fase del circuito, los coordinadores de este programa asistencial ponen en valor al servicio de Urgencias, puesto que “gracias a la colaboración del mismo, habilitando un espacio dentro del Circuito Covid, los pacientes pueden recibir el tratamiento de forma ambulatoria y así evitar la necesidad de ingreso”. Sólo en caso de que el paciente esté hospitalizado, el tratamiento se administrará en planta Covid.
Tras el alta y una vez finalizada la administración terapéutica, se realizará un seguimiento precoz desde la consulta telefónica del servicio de Enfermedades Infecciosas.
Fuentes del hospital indican que, además de la coordinación multidisciplinar entre las distintas unidades implicadas en este nuevo programa asistencial, hay que sumar la dotación de una infraestructura paralela necesaria para su funcionamiento teniendo en cuenta que se trata de pacientes infectados que acuden al hospital para recibir el tratamiento y para lo cual se tienen que activar unas medidas garantes de seguridad para lo que el hospital también dispone de un riguroso protocolo específico.
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