El Hospital de Valme promueve la lactancia materna eliminando barreras
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El centro organiza un desayuno con madres lactantes por la conciliación entre esta fórmula de crianza y la vida laboral en el marco de la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna
El debate en la crianza: ¿Hasta cuántos años es beneficioso amamantar?
Compaginar la vuelta al trabajo y la lactancia es uno de los problemas fundamentales con los que se encuentran las madres lactantes y, además, este año, la idea sobre la que gira el lema escogido para la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna que se conmemora entre el 9 y el 15 de octubre: Amamantar y trabajar, hagamos que sea posible. Un lema que en el Hospital de Valme se va a escenificar el próximo lunes en el paseo central en forma de desayuno y en el que desde las 10:30 horas madres lactantes y profesionales compartirán experiencias, disiparán dudas y se ofrecerán consejos.
"Una iniciativa enmarcada en el compromiso por el fomento y apoyo continuos de la lactancia en torno a la excelencia de cuidados en el ámbito perinatal y que tendrá lugar en forma de encuentro entre madres y profesionales, con un ambiente distendido como oportunidad para visibilizar, promover y proteger la lactancia materna", explican fuentes del centro. Para participar, las madres y acompañantes interesados sólo tendrán que inscribirse a través de un formulario en este enlace.
La especial sensibilidad del Área Sanitaria Sur de Sevilla sobre los beneficios de la lactancia materna en la salud materno-infantil la convierte en un referente. A lo largo del tiempo ha incorporado iniciativas pioneras que incentivan esta práctica de alimentación natural en los diferentes escalones del circuito perinatal. Ello, a través de la formación de sus profesionales para informar y apoyar a las madres, así como con la generación de medidas asistenciales que la refuerzan.
Un ejemplo de ese compromiso es la Comisión de Lactancia Materna, un órgano estratégico para velar por la potenciación de esta práctica desde los centros que conforman esta área sanitaria. La misma está integrada por una veintena de profesionales de Atención Primaria y del Hospital de Valme desde diferentes perfiles implicados en el proceso perinatal: obstetras, ginecólogos, pediatras, matronas, enfermeras, Tcaes, residentes y la propia subdirección de Enfermería como exponente de la circunscripción del ámbito de los cuidados.
Además, siempre con la premisa de garantizar la continuidad de la lactancia materna sin fisuras, el hospital sevillano ya fue en 1999 el primero en Andalucía en solicitar integrarse en el IHAN (Iniciativa Hospital Amigo de los Niños). Un proyecto mundial introducido por Unicef al objeto de apoyar, proteger y fomentar esta práctica. "Hace más de dos décadas que este centro se posicionó en la defensa a ultranza de la lactancia materna poniendo en valor sus beneficios para los recién nacidos, destacando entre los más significativos la disminución del riesgo de padecer una gran variedad de enfermedades agudas y crónicas (diarreas, otitis media o alergias", argumentan desde el centro hospitalario, que, al mismo tiempo, defienden sus ventajas para la salud de las progenitoras. "Suponen menor hermorragia en el postparto, menor riesgo de padecer cáncer ovárico y fractura de cadera durante la posmenopausia y una mayor protección contra el cáncer mamario premenopáusico".
Pero hay más. En el año 2006, el Hospital de Valme volvía a hacer gala de ese compromiso con la lactancia y se convertía en pionero en otra práctica relacionada con los primeros minutos de vida del recién nacido: los cuidados humanizados vinculados a partos vaginales.
Hasta ese momento, la práctica habitual era la colocación de los recién nacidos en una cuna térmica, con un foco de calor por infrarrojos inmediatamente tras el nacimiento y permanecían así durante dos horas. En ese periodo no se beneficiaban del acceso al amamantamiento para un inicio precoz de la lactancia materna. No obstante, un estudio llevado a cabo en este centro, y premiado con el premio NUK 2007, demostraba la seguridad de esta práctica y su beneficio como método que fomenta la lactancia materna con el incremento de sus tasas y una mayor duración de la misma. "A ello se suma el logro del aumento de la satisfacción materna percibida mediante una mayor calidez en la asistencia", recalcan desde el centro, a raíz de lo cual se generalizó la implantación de este cambio en el protocolo en partos vaginales con la formación de otros centros para propiciar este proceso de mejora asistencial.
Pero si Valme fue pionero en potenciar el vínculo madre y recién nacido en el parto vaginal o natural, con los beneficios positivos también en lactancia materna, también lo ha sido en el nacimiento por cesárea. De tal modo que también innovó instaurando hace dos años un circuito diferente al establecido en la mayoría de los hospitales, dado que, en lugar de separar a la madre del neonato tras la cesárea con el traslado a la sala de reanimación, la nueva práctica clínica posibilita la recuperación de la madre en las instalaciones del paritorio junto a su hijo recién nacido y el acompañante elegido por la gestante, sin necesidad de romper el vínculo afectivo. "Ello, gracias a la colaboración de los servicios de Obstetricia, Anestesiología y Pediatría, que garantiza un postparto seguro pero con la continuidad del vínculo materno y que permite conservar el estímulo de la lactancia materna, aún tras cesárea", explican los implicados.
Por otro lado, tras la información en la etapa de preparación del parto con las consultas de seguimiento del embarazo y los talleres formativos, prosigue el paso por el paritorio donde sus profesionales destacan "la importancia de que madre e hijo pasen a planta con la primera toma del pecho que garantiza ese apego a la lactancia materna". "En las primera dos horas de vida, el recién nacido experimenta un estado que se denomina periodo sensitivo, provocado por una descarga hormonal que tiene lugar durante el trabajo de parto en el que el bebé está plenamente receptivo al medio externo", explica la supervisora de matronas, María Ángeles López.
Es por ello que el inicio precoz de la lactancia materna en la primera hora tras el parto, mediante contacto piel a piel, junto con el apoyo y la educación sanitaria ofrecidos en el momento de la primera toma, constituyen un método efectivo de fomento de la lactancia materna en el medio hospitalario, así como su influencia positiva y significativa en la prevalencia y duración de la lactancia materna.
Ya en la planta de Maternidad, según explica la supervisora de Ginecología y Obstetricia, Amelia Gallego, el objetivo es acoger a la nueva familia "con un reto". "La continuidad de la primera toma de leche materna del Paritorio", detalla. "Tenemos que potenciar la información y apoyar a las madres, salvando los inconvenientes que puedan surgir esos primeros días coincidiendo con la recuperación en planta", añade.
Por su parte, los recién nacidos que ingresan en la Unidad de Neonatología también disponen del celo de sus profesionales para que reciban la mejor alimentación posible, la más adecuada y saludable al inicio de la vida: la leche materna. Y es que, en el liderazgo de los programas de humanización neonatal del hospital sevillano también se incluye la lactancia materna como eje. De ahí que en 2018, el Valme se convirtiera en el primer centro de Andalucía Occidental receptor y captador de donantes de leche humana. Previamente, en el año 2017, se acreditó como centro receptor de Leche Humana Donada (LHD), configurándose como Centro Satélite colaborador del Banco de Leche Materna más cercano, ubicado en el Hospital Universitario Virgen del Rocío.
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