La hora de la capilla de San José
Patrimonio
Los capuchinos abrirán una cuenta corriente para conseguir los fondos necesarios para la restauración del templo barroco. El proyecto lo lidera el colectivo Arpan.
En Sevilla aún se pueden ver las huellas físicas de los turbulentos años que precedieron a la Guerra Civil. Tan sólo hay que entrar en la céntrica capilla de San José, levantar la vista y observar sus ennegrecidas bóvedas de medio cañón. Esta pátina grisácea que oscurece la exhuberancia barroca que antaño adornó los techos de la que fuese capilla del gremio de los carpinteros de Sevilla no se debe a la acumulación de los humos producidos durante siglos de culto, sino al incendio que el templo sufrió en mayo de 1931 durante los disturbios anticlericales que marcaron los inicios de la II República y que tanto daño le hicieron a la credibilidad del nuevo régimen. Ochenta y dos años después, esta joya secreta del barroco sevillano sigue esperando su momento.
Gracias a una iniciativa de la Asociación para la Restauración del Patrimonio Artístico Nacional -un colectivo sin ánimo de lucro impulsado por Ana Martín, María José Alonso, Teresa Lafita y Carmela Ramírez-, actualmente se cuenta con un proyecto de restauración integral del templo realizado gratuitamente por la empresa Ágora que, aunque fue presentado en sociedad el pasado mes de diciembre, ha sufrido un breve paréntesis debido a problemas personales. Sin embargo, los miembros de Arpan celebrarán este lunes una reunión con la intención de darle un nuevo impulso a una intervención cuyo coste se calcula que ascenderá a 1,4 millones de euros. "La idea es que los frailes capuchinos [orden encargada de la custodia y mantenimiento del templo desde 1916] abran una cuenta corriente para empezar a canalizar las aportaciones tanto de personas como de empresas. Insisto en que la cuenta estaría a su nombre y nosotros nos encargaríamos de buscar donantes", aseguró la doctora en Historia del Arte e impulsora de Arpan Teresa Lafita.
Por su parte, el superior de los capuchinos en Sevilla, fray Fernando Linares, mostró también su intención de abrir dicha cuenta, aunque no pudo todavía especificar cuándo. "En lo que a este proyecto se refiere confiamos plenamente en los pasos que dé Arpan, cuya implicación es total", afirmó fray Fernando Linares. La intención, por tanto, sería conseguir articular un movimiento parecido al que ha posibilitado la restauración del claustro del convento de las Teresas, proyecto en el que la mayoría de las donaciones vinieron de ciudadanos anónimos.
El incendio de 1931 no es la única causa del deterioro de la capilla de San José, considerada como una de las principales joyas del barroco sevillano. Según informó en su día el director el restaurador de la empresa Ágora, Juan Águila, también hay que tener en cuenta las filtraciones de lluvia que se han producido a través de la linterna y las ventanas, así como el envejecimiento de un edificio que, aunque ha contado con el esforzado mantenimiento de los monjes capuchinos, sufre achaques que habría que subsanar.
La idea de Arpan y Ágora es acometer una restauración integral que devuelva al templo su esplendor pasado. Aunque el estado estructural de la capilla no es preocupante, ya que, como señala fray Fernando Linares, recientemente se acometieron trabajos en las cubiertas y la fachada, sí habría que acometer algunas obras menores para evitar males mayores en un futuro.
Además, se realizaría una intervención en los ricos y particulares bienes muebles del templo, algunos de los cuales han sido adquiridos por los frailes capuchinos desde que se hicieron cargo del mismo. Por supuesto, también la rica decoración de las bóvedas de la capilla con escenas y motivos que ya apenas se pueden ver debido al incendio de 1931.
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