El 'homus' del Tamarguillo
Arqueólogos descubren en Alcosa abundantes restos del Paleolítico Medio, lo que remonta la presencia humana en la zona a hace unos 90.000-30.000 años
La vigilancia arqueológica llevada a cabo con motivo de las obras del parque del Tamarguillo (en el Parque Alcosa) y la construcción de un nuevo canal que unirá este arroyo con el de Ranilla sigue dando sus frutos. Si hace un par de meses sorprendió la noticia de que junto al cortijo de San Ildefonso había aparecido una villa romana datada entre los siglos III y IV después de Cristo (aunque también con algunos restos del siglo I), ahora vuelve la sorpresa al desvelarse que los arqueólogos han encontrado abundantes restos datados en el Paleolítico Medio. Es decir, que la presencia humana en el Parque Alcosa (una barriada contemporánea que se construyó a finales de los 60 -las primeras llaves se entregaron en 1971) se remonta a entre los años 90.000 y 30.000 antes de la actualidad, como tienen convenido los paleolitistas.
En concreto, son unas 1.300 piezas de industria lítica (herramientas realizadas en piedra) las encontradas a lo largo de un kilómetro de la margen del Tamarguillo, consistiendo la mayoría en núcleos y lascas de sílex y cuarcita, pero también han aparecido otro tipo de piezas. "Aunque todavía se están estudiando los restos, se puede concluir que el yacimiento estaba dedicado principalmente a la recogida de material y a su transformación", afirma el arqueólogo Manuel González, coordinador del proyecto.
La presencia de estas herramientas no significa que la zona estuviese poblada continuamente. Hay que tener en cuenta que los artífices de estas herramientas eran nómadas consumados, por lo que, probablemente, acudirían a las márgenes del Tamarguillo en busca de agua, caza y material para realizar sus herramientas. "Hasta la fecha, no hemos encontrado restos humanos o animales en el corte estatigráfico de ocho metros, lo que no es de extrañar si se tiene en cuenta que está realizado en tierra aeróbica, con gran riqueza en oxígeno, lo que destruye cualquier resto orgánico", dice Manuel González. "Lo más interesante es que, gracias al corte, los materiales aparecen ordenados por antigüedad -mientras más profundo más antiguo-, por lo que se ve la evolución de materiales más toscos a otros más elaborados".
El yacimiento también permitirá realizar una reconstrucción medioambiental del escenario donde vivieron estos primeros habitantes de Alcosa. Se han recogido muestras de sedimentos y polénes que, actualmente, se están analizando en el laboratorio de Palinología de la Universidad Pablo de Olavide, y gracias a los cuales se podrá saber cómo era la flora y la fauna del Tamarguillo en aquellos tiempos lejanos.
Junto a los restos paleolíticos está documentado desde los años 80 un importante yacimiento paleontológico del Pleistoceno Medio Superior, que está a unos 15 metros de profundidad y que todavía no ha sido excavado. La arqueología en Alcosa puede seguir dando sorpresas.
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