Un hombre se cambia de sexo en Sevilla para evitar ser juzgado por violencia machista

El juzgado de Violencia sobre la Mujer se ha inhibido al cambiar de género la persona denunciada

Tiene pendiente de cumplir una condena de 15 meses en prisión por amenazas y quebrantamiento

Francisco, la soldado trans de Sevilla, dice sentirse discriminada

José Antonio Sires, el abogado de la víctima.
José Antonio Sires, el abogado de la víctima. / Juan Carlos Vázquez

Un hombre se ha cambiado de sexo para tratar de eludir un juicio por violencia machista en Sevilla. Así lo ha denunciado el abogado José Antonio Sires, que representa a la mujer que fue víctima de malos tratos tanto físicos como psicológicos. Según el letrado, su clienta rompió la relación sentimental hace cinco años, debido a que había sido sometida a malos tratos durante más de una década, hechos que fueron denunciados en numerosas ocasiones en los juzgados de Violencia sobre la Mujer de Sevilla.

Durante el año 2014, los jueces otorgaron varias órdenes de protección a esta mujer frente a su agresor, que las ha quebrantado de forma reiterada. En 2019, fue condenado a 15 meses de prisión por un delito de quebrantamiento de condena y por otro de amenazas. Tras varios recursos, todos ellos desestimados, el juzgado de lo Penal número 3 de Sevilla, ordenó su inmediato ingreso en prisión el 11 de septiembre de 2023, con el apercibiemiento de librar el oficio a las Fuerzas de Seguridad para su detención.

La sorpresa fue que el agresor había cambiado de sexo en agosto de 2023, acogiéndose a la ley trans, que había entrado en vigor el 1 de marzo de ese mismo año. Para el abogado de la víctima, esta acción es un “indubitado fraude de ley", pues el maltratador "busca ser enjuiciado por un juzgado de lo penal y no por uno específico de violencia de género, y por ende evitar las penas concretas para el hombre que ejerza violencia física o psicológica contra su mujer o ex mujer".

Sires recuerda que "la legislación española, concretamente el artículo 7.1 del Código Civil, exige que los derechos, cuales quieran que sean, se ejerciten siempre conforme a las exigencias de la buena fe". "Por otro lado, el fraude de ley viene recogido principalmente en el artículo 6.4 del Código Civil y en el artículo 11.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ)", destaca el letrado, que asevera que la utilización de esta norma por parte del agresor "persigue el uso torticero que se pudiera hacer de una ley, retorciéndola para así beneficiarse de algo a lo que, en realidad, no se tiene derecho".

Así, la defensa de este hombre ha presentado una solicitud de indulto que está pendiente de resolver por la Audiencia Provincia de Sevilla. "Hasta entonces, la victima sigue sufriendo un calvario continuado por nuevas amenazas y agresiones. Tras el cambio de sexo, las agresiones y amenazas, lejos de cesar, han continuado", detalla el abogado, que asegura que teme por la integridad física de la víctima.

"Sin ir más lejos, el pasado julio, volvió a agredirla y profirió amenazas como 'que le quedan pocos días de vida'. La víctima, atemorizada, volvió a llamar a los servicios de emergencia y tras acudir al lugar de los hechos una patrulla de Policía Nacional, el agresor se dirigió a los agentes de forma desafiante con frases como 'soy una mujer y tengo el cambio de sexo hecho”, expone el abogado de la mujer.

El 13 de agosto, el juzgado de Violencia que lleva el caso, se inhibió a los juzgados de instrucción porque el sexo de la persona denunciada había cambiado, "siendo ahora el de mujer", por lo que había una "falta de competencia objetiva" por parte de este órgano. La defensa de la denunciante anuncia que demostrará que "el cambio de sexo registral se ha hecho sin la exigencia de buena fe y en fraude de ley, interesándose lo establecido en la normativa y la jurisprudencia: anular el cambio de sexo, pudiendo incluso exigir una responsabilidad civil o administrativa".

Por otra parte, el letrado puso de relieve que "la ley dejó claro que los hombres que cambien su sexo no pueden eludir las condenas por violencia machista, puesto que se mantienen las responsabilidades jurídicas que la persona tuviese antes de la rectificación registral". El abogado destaca también la situación de "vulnerabilidad en la que se encuentra la víctima", que tiene un riesgo alto reflejado en el sistema de seguimiento de integral Viogen del Ministerio del Interior.

Precisamente José Antonio Sires, el abogado de la mujer víctima de malos tratos, lleva otro caso conocido de cambio de sexo, como es el del militar Francisco, soldado que cambió de género y que mantiene un pleito con el Ministerio de Defensa para poder utilizar los vestuarios femeninos en su acuartelamiento.

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