La historia de Adolfo Suárez: viaje de libros de Ponferrada a Sevilla

SE llama Adolfo Suárez y abrió el año que Felipe González ganó las elecciones. La librería Cajón Desastre está desde 1982 en la calle Hermanos Pinzón de Ponferrada, cerca de la plaza Luis del Olmo, ilustre hijo de la capital del Bierzo. Desde allí viene desde hace cinco años a la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla este librero, Adolfo Suárez, tan raro y curioso como sus libros.

En Sevilla pone fin a una temporada itinerante que arrancó en Santiago de Compostela y tuvo como penúltima escala Segovia. Hijo de taxista, Adolfo Suárez (Ponferrada, 1953) se turna con su hermano José Manuel en la única librería de viejo que hay en su ciudad. "De las librerías de nuevo cerraron diez en los últimos cinco años".

En la Feria del Libro Antiguo, Ponferrada limita con Málaga, con Códice, librería malagueña que ocupa el puesto adyacente. Adolfo Suárez pone música de Triana y como por ensalmo una señora pregunta por el libro Al pie de la Giralda, de Juan Antonio Cavestany. Tampoco puede atender a la joven que pide La vida secreta de las plantas. Y eso que una de sus hijas estudió Biología.

¿Qué es un libro de viejo? "Se supone que es un libro que sale del mercado. Antes tardaba diez años en salir, ahora sale del mercado en media hora". Ha vendido muchos Quijotes en su vida y, en cuanto rarezas, le quitaban de las manos El Practicón, libro de recetas de cocina del gastrónomo Ángel Muro. Ha vendido más diccionarios de Cocina que de Literatura. Materia en la que es un especialista: Diccionario Ilustrado de Voces Eróticas Cubanas, Diccionario de Teatro Iberoamericano...

Woody Allen convive en su puesto con Buñuel y Berlanga. Tiene delicatessen de Aute y en el 20-N una abundante presencia de libros de la guerra civil. "El día que murió Franco estaba haciendo la mili en El Ferral, en León, pensaba que ya no nos licenciaban". El poeta y periodista Eduardo del Campo le compra un libro de las grandes batallas, desde Sagunto a El Ebro.

El librero del Bierzo conoce la literatura leonesa: Gamoneda, Ramón Carnicer, Andrés Trapiello, Julio Llamazares. Y un berciano adoptivo, Raúl Guerra Garrido, que se adentró en esa comarca en su libro Cuaderno secreto. "Un día pasó por mi librería y me dijo que nunca había visto tantos libros suyos juntos".

Tras la Inmaculada, vuelta a casa. "Allí se vive muy cómodo, tienes tiempo para todo. El tiempo que se pierde en otros sitios, se dedica a tomar el vinillo, pero con tapa". En bares como el Gundín puede coincidir con Eulate, el futbolista del Bierzo que jugó con el Betis la final del 77.

Entre las rarezas, un Gaudí invisible, arquitecto catalán que tiene obra en Astorga, capital de la Maragatería, y un libro de Michael J. Fox, regreso al futuro de un autor que se llama igual que el actor y publicó un libro titulado Las últimas locomotoras de vapor en España y en Portugal. Especializado en Historia, está a la sombra de un castellano que se hizo sevillano, Fernando III, santo y ecuestre, hijo de Alfonso IX de León y doña Berenguela.