"Mis hijos no vienen por miedo y por pena"
El barrio más pobre de España es también el que más muertes violentas registra de Sevilla
El testimonio de una señora que lleva más de medio siglo viviendo en la calle Carena es un resumen perfecto de la historia del barrio en este tiempo. Llegó cuando entregaron las viviendas, enviudó y sus hijos se marcharon, a otros barrios mejores de Sevilla o a otras ciudades. "Hoy no quieren volver, quedamos fuera del barrio, en la Gran Plaza y nos vamos a comer por ahí, pero aquí no vienen. Dicen, primero, que les da miedo, que no quieren que los niños vean lo que hay aquí, y segundo, que les da pena, de ver lo que ha sido este barrio y lo que es ahora".
Así ocurrió con la primera generación de vecinos de Los Pajaritos, Madre de Dios y la Candelaria, los llamados Tres Barrios. Los hijos que no se emanciparon cayeron casi todos en la droga, en la epidemia de heroína que arrasó toda esta zona de la ciudad en los años ochenta. Los que no murieron sobreviven hoy sin trabajo ni formación ninguna. A medida que la primera generación fue muriendo, se quedaron pisos vacíos en el que entraron, bien por ocupación o por ventas clandestinas, nuevas familias, muchas de ellas de origen inmigrante.
Esa es la mezcla que existe hoy en Los Pajaritos, un barrio que se ha ido deteriorando hasta el punto de ser una zona humilde y obrera hasta convertirse en la demarcación más pobre de España. Es, por segundo año consecutivo, el barrio con menor renta per cápita de las principales ciudades españolas, con unos ingresos medios anuales de 12.307 euros por habitante. En este estudio del Instituto Nacional de Estadística se incluye en la misma zona Los Pajaritos, la Candelaria, Madre de Dios -donde ayer se produjo el crimen- y Amate. En todos estos barrios el desempleo es crónico y son muchas las familias que subsisten gracias a la ayuda externa, principalmente de Cáritas, que ha incrementado su presupuesto para las parroquias del barrio en los últimos años.
La población de Tres Barrios y Amate ha sufrido especialmente el efecto de la crisis económica, ya que la mayoría de los habitantes no tienen formación profesional. Es una mano de obra barata y poco cualificada, que en el momento que cayó la construcción quedó en el paro y así lleva años, encadenando ayudas y trabajos temporales para poder llegar a fin de mes. El tráfico de drogas sigue muy presente en el barrio y este mismo año se han sucedido varias operaciones policiales contra narcotraficantes.
Además, este año se ha incrementado la brecha entre este barrio y el siguiente más pobre, que es el Polígono Sur, que sí supera ya los 13.000 euros de renta media por habitante. Los Pajaritos también ha desbancado a las Tres Mil Viviendas en número de homicidios. En los últimos años son más de diez los crímenes cometidos en esta zona, lo que la convierte en la que más muertes violentas registra de toda la ciudad. Este mismo año, en el mes de abril, murió apuñalada una mujer en un piso de la calle Perdiz. La mató presuntamente un argentino vecino de San Jerónimo, en un posible ajuste de cuentas relacionado con las drogas. No muy lejos, en el parque Amate, apareció el cuerpo de una mujer calcinada el pasado 27 de julio. Un caso que sigue abierto.
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