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educación diferenciada Los padres defienden el modelo de enseñanza
María del Carmen Paz llevó el pasado lunes a su hijo al Colegio Altair. Era el primer día de clases tras el verano. Durante el corto recorrido que separa su domicilio del centro, en el barrio de Su Eminencia, esta madre pensaba si sería la última vez que el pequeño, que estudia sexto de Primaria, estrenaría curso en esta escuela. El anuncio de la Junta de no renovar el concierto a aquellos colegios que separan a sus alumnos por sexo afecta, principalmente, a los estudiantes que en 2013 comiencen una nueva etapa educativa. Para esta madre -que es la presidenta de la AMPA del Altair- lo más doloroso no es que esta posibilidad se convierta en realidad, sino que su hijo le pregunte todos los días si dentro de un año tendrá que "abandonar" el colegio donde ha pasado toda su infancia.
El temor a verse obligados a abandonar este centro educativo tras años de estudio en él no sólo lo sufre esta familia. La mayoría de los padres que tienen a sus hijos escolarizados en el Altair aseguran que desde el anuncio de la consejera se ha producido bastante inquietud en los hogares, ya que, debido a los limitados recursos económicos de la mayoría de estos padres, tendrán que renunciar a un modelo de enseñanza que han elegido "libremente".
Esta libertad de elección es la que las familias denuncian que se anula con la decisión de la Junta "Si no se renuevan los conciertos, se atenta contra nuestra libertad", señala Paz, quien recuerda que, al tratarse de fondos públicos, "también tenemos derecho a decidir en qué se gasta el dinero de nuestros impuestos, y si consideramos este modelo educativo el más idóneo para nuestros hijos, pues que nos oferten plazas en los colegios que lo desarrollen".
Desde que el 7 de septiembre la consejera de Educación, Mar Moreno, anunció esta medida tras el fallo del Supremo a favor de la decisión de la Administración regional de no renovar el concierto al centro Elcható, en Brenes, el Colegio Altair ha tranquilizado a las familias. Los padres afirman que la decisión de Educación "está contra nuestros derechos". "Nuestros hijos no son unos raritos por estudiar en unas aulas donde hay alumnos de un único sexo", refiere la presidenta de la AMPA, quien defiende que estos estudiantes "son totalmente normales" y que proceden de unos barrios de la ciudad muy castigados por la crisis. "Yo, por ejemplo, -explica María del Carmen Paz- estoy en paro y si Altair se convierte en centro totalmente privado, no podré sufragar la educación de mi hijo. Lo mismo ocurre con la mayoría de las familias que tienen niños en este colegio. Son padres de Su Eminencia y Los Pajaritos, barrios que sufren los mayores índices de desempleo".
De no cambiar el modelo educativo para el próximo curso, el Altair -como otros seis centros de enseñanza diferenciada de la provincia de Sevilla- no podrá renovar su concierto en enero, cuando expira el plazo de este acuerdo con la Junta. En este trimestre la AMPA de este colegio quiere asesorarse de todos los aspectos legales y jurídicos que se verían lesionados por la decisión del departamento que dirige Mar Moreno. "Vamos a informarnos bien de nuestros derechos. También nos pondremos en contacto con otras asociaciones de padres afectadas para consensuar medidas conjuntas y algún tipo de movilización", asegura Paz.
Mientras esto ocurre, la AMPA del Altair ya ha invitado a la consejera de Educación a visitar el colegio "para que conozca de primera mano la realidad de este centro, compruebe la gran labor social que se realiza en él y se olvide de tantos estereotipos".
Paz tiene dos hijos en el Altair. El mayor de ellos estudia Bachillerato y no se verá afectado por la suspensión del concierto. El menor comenzará , el próximo curso la ESO. Según esta madre, "la idea de tener que abandonar el colegio le provoca pesadillas, no duerme bien, llora muchos días sólo de pensarlo. Está sufriendo una auténcia psicosis".
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