Hacienda vincula el futuro de las casas del Patio de Banderas a un convenio que resuelva la situación de otros inmuebles del Estado
El Ayuntamiento ya ha hecho una oferta de 600.000 euros para adquirir la vivienda número 10 y ya trabaja en la rehabilitación de la 12 y la 1
El Patio de Banderas del Alcázar de Sevilla: una joya patrimonial con dos mil años de historia
Un convenio que pretende ir más allá. Patrimonio Nacional, organismo dependiente del ministerio de Hacienda y Función Pública estudia actualmente cuál es la mejor alternativa para las viviendas del Patio de Banderas del Real Alcázar por las que ya se ha interesado el Ayuntamiento. Fuentes del ministerio han asegurado a este periódico que la decisión que se tome con respecto a estos históricos inmuebles vinculados al monumento, que permanecieron en poder del Estado cuando se cedió el palacio a la ciudad en 1931, se acometerá en el marco de un convenio más amplio que de también respuesta a otras cuestiones patrimoniales pendientes que afectan a inmuebles estatales en la ciudad.
La recuperación de las casas del Patio de Banderas es una de las cuestiones patrimoniales pendientes de Sevilla. Y ello pese a los muchos intentos realizados por diferentes gobiernos municipales. Cuando durante la Segunda República el conjunto de palacios fue entregado a la ciudad no se hizo lo mismo con las casas del Patio de Banderas por sus importantes rentas, entre otras cuestiones. La recuperación de estos inmuebles no es baladí, puesto que en ellos se esconden los restos del primer recinto del Alcázar islámico, cuyo hallazgo fue revelado por este periódico. Tras encontrarse los restos del palacio de Al Mutamid en la Casa 7-8, el Ayuntamiento inició unas negociaciones con el Estado para adquirir el inmueble. La firma de las escrituras por las que el Ayuntamiento asumía la titularidad se selló el 9 de septiembre de 2022 por el alcalde, Antonio Muñoz, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por una cifra situada en torno a los 4 millones de euros.
En este momento, la ministra mostró la disposición de Hacienda a seguir con el proceso y determinar con el Ayuntamiento el futuro de otras casas. Entonces, el Consistorio fijó las casas 2 y 10 como las siguientes.
Como publicó este periódico el pasado 22 de noviembre, el Ayuntamiento ya ha hecho una oferta al ministerio para adquirir la casa número 10 por 600.000 euros. La adquisición se haría con cargo al millón de euros que reserva el nuevo convenio entre el Real Alcázar y el Ayuntamiento para la adquisición de inmuebles que pasen a engrosar el patrimonio municipal.
En la casa 10 se hallaron las fábricas originales del siglo XI
De todas las casas que formaron parte esencial del conjunto palatino islámico, la 10 es la única perteneciente a los recintos fundacionales, junto con la 9, que penetra de manera tosca e injustificable dentro del núcleo de edificación cedida al Ayuntamiento en 1931. Su factura es reciente si atendemos a su configuración como vivienda a inicios del siglo XX, pero sus muros mantienen el alzado íntegro de varias estancias pertenecientes al palacio almohade del Yeso, uno de los iconos de la arquitectura islámica española.
Se sitúa entre el apeadero de ingreso al monumento, construido por Vermondo Resta en 1610, y el Patio del Yeso y Cuarto de Don Fadrique, fechados en los siglos XII y XIV respectivamente. En su interior se conserva íntegramente en planta alta la nave meridional del palacio almohade y mantiene como pavimento la techumbre forzada que hoy cierra a media altura respecto a la original, dicha estancia palatina. En sus muros deben conservarse huellas de la armadura original y tal vez algo de decoración almohade. Por otra parte, el lado oriental es también original, dándose la paradoja de que abre ventanas al mismo patio islámico.
En su medianera sur, topa con el cuarto medieval del Maestre lo que lo hace intransitable y lo convierte en una dependencia aislada. En el lado este, sus estancias ocupan el espacio en el que originalmente, antes de la construcción del apeadero, se ubicaba otro palacio islámico ya desaparecido. En esa zona se abren posibilidades interesantes para la investigación del subsuelo y sobre todo para habilitar pasos con la sala superior del apeadero, imprescindibles para la optimización de su acceso.
En el bajo de esta vivienda se instalaron las nuevas taquillas del recinto. Durante las obras, salieron a la luz las fábricas originales de tapial del siglo XI. Unos vestigios históricos que quedaron integrados en los trabajos de rehabilitación.
Obras de rehabiltación en las casa 1 y 12
De manera paralela, la Gerencia de Urbanismo ya trabaja en la rehabilitación de las casas 12 y 1, que también son propiedad del Estado, para garantizar su estabilidad y el ornato. El Patronato del Alcázar aprobó recientemente los trabajos de conservación de las casas número 1 y 12. Con la particularidad que para la casa 1 se ha solicitado el cambio de titularidad, que pasaría a engrosar el listado de inmuebles de titularidad municipal y posteriormente al Real Alcázar. En cuanto a la casa 12, se va a solicitar una cesión de la casa, a cambio de los profundos trabajos de arreglos que se van a acometer por parte del ayuntamiento, debido al deficitario estado de conservación del inmueble, una vez que se han cumplido los plazos para que fueran llevados estos trabajos de conservación por parte del Estado. El coste de la intervención en la casa 12 está en torno a los 700.000 euros. De ellos, 180.000 euros que ya ha transferido el Estado corresponden con la consolidación estructural y la recuperación de las cubiertas.
Los inmuebles del Patio de Banderas se han ido conformando a lo largo del tiempo mediante la apropiación progresiva de dependencias que previamente pertenecieron al Alcázar. El reciclaje histórico de su arquitectura ha posibilitado que las trazas de los edificios medievales sigan teniendo hoy día una correspondencia directa con muros y alineaciones de la trama urbana contemporánea, mostrando en sus paramentos huellas y cicatrices de numerosas reparaciones y transformaciones sucedidas. Fragmentos pertenecientes a estas vidas pasadas que se encuentran a la vista o que afloran cuando se realizan sencillas reparaciones –picados de paramentos, cambios de solerías, etcétera– incluso sin necesidad de actuaciones arqueológicas de calado, dotando al conjunto de un singular e inequívoco valor patrimonial.
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