La Guardia Civil pasa por encima de la borrasca Berenice y homenajea a su "excelsa patrona" y a sus agentes en Sevilla

Contra viento, marea y Berenice, la Guardia Civil también ha celebrado este sábado en Sevilla el día de su "excelsa patrona", la Virgen del Pilar, en un acto que ha servido para honrar a "una de las instituciones más valoradas de España" y a los agentes caídos en acto de servicio, como los que fallecieron en un control de tráfico en Los Palacios o los que murieron al ser arrollados por una narcolancha en Barbate. La cita, trasladada desde la Plaza de España a un hangar de la Comandancia de Montequinto por culpa de la borrasca que está cruzando casi todo el país, ha tenido el rigor propio de la marcialidad del Cuerpo pero también la emoción de quienes, al margen de representar a la autoridad, también son humanos.

El acto, conforme a la disciplina propia del Instituto Armado, ha sido exquisitamente puntual. Cinco minutos antes de la hora prevista para que entrase la bandera de España, las distintas secciones elegidas para ser revistadas han desfilado del hangar donde aguardaban hasta el que ha sido escenario del homenaje. Para entonces, además de unas 200 personas, ya estaban sentadas allí la mayoría de autoridades: el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz; el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano; el comisario jefe de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, Andrés Martín; el presidente de la Audiencia Provincial de Sevilla, Rafael Márquez; el juez decano, Francisco Guerrero; o el fiscal jefe, Luis Fernández Arévalo. Y no eran los únicos: también han asistido el exconsejero Juan Bravo, el exalcalde Juan Ignacio Zoido y, por qué no citarlos en este listado al ser también unas autoridades en lo suyo, Los del Río.

A las 12.00, con el público ya en pie y tras el grito unánime de "Guardias civiles, ¡viva España!", ha desfilado la bandera a los sones del himno nacional. Acto seguido ha entrado en el hangar Luis Ortega Carmona, general jefe de la 4ª Zona, que ha recibido los correspondientes honores mientras sonaba la Marcha de los Infantes y ha pasado revista a las secciones del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), el Seprona, el Tedax, Tráfico, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), la Unidad de Helicópteros (UHEL), la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) y la banda militar del Cuartel General de la Fuerza Terrestre.

Poco después, como máxima autoridad que era, ha llegado el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández y se ha procedido a condecorar a más de una treintena de personas, no necesariamente guardias civiles. El Tricornio de Gala, que ha cerrado esta parte de la ceremonia, ha sido para la Capitanía Marítima de Sevilla en la persona de Rafael Bonal. Antes han recibido la cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, distintivo blanco, varios civiles, una comisaria de la Policía Nacional, un policía local y decenas de agentes de la Benemérita. Uno de ellos, como curiosidad, es Juan Jesús Miranda, padre de quien hasta hace unos meses era jugador del Betis Juan MIranda. El futbolista, dicho sea de paso, no ha podido asistir porque su avión procedente de Italia (ahora ejerce en el Bolonia) llegaba por la tarde.

A continuación ha sido el turno de los discursos. El general Ortega, jefe de la Comandancia quinteña, ha recalcado "con brevedad y emoción" la "universalidad" de una festividad "que alcanza a todos los territorios donde se habla la lengua de Cervantes". "Hay que celebrar dos hechos: ser parte de la Benemérita y ser españoles", ha proclamado. "Elegisteis la mejor profesión", les ha dicho a sus compañeros allí presentes. "Los españoles nos sitúan como la institución más valorada", se ha felicitado también tras indicar que "es difícil entender la historia contemporánea de España sin la Guardia Civil".

Las muestras de orgullo se han extendido después a uno de los grandes frentes del Instituto Armado: la batalla contra la droga. "Se están desmantelando las principales organizaciones de narcotráfico y blanqueo de capitales", ha asegurado primero, para a continuación adelantar que 2025 comenzará con la incorporación de 640 nuevos agentes en todas las provincias. El gran foco de esta delincuencia, en todo caso, es el Campo de Gibraltar y desde hace años existe un plan especial del que el general ha resumido algunas cifras: "Ha habido 17.529 detenidos y se han intervenido 1.419 toneladas de hachís, 64 de heroína y 84 de cocaína".

El discurso del mando militar ha concluido con un "recuerdo emocionado" a "quienes ya no están con nosotros", con especial mención para los agentes fallecidos en Barbate y Los Palacios, que "tan fielmente estaban sirviendo a los ciudadanos".

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, también se ha acordado de los agentes que "perdieron la vida en defensa de los valores democráticos". Incluso los ha mencionado por sus nombres: David y Miguel Ángel, las víctimas de Barbate; y Juan Jesús y Eneko, caídos en la AP-4. Es más, a la lista ha sumado a José Antonio, el guardia civil de Dos Hermanas que tuvo un accidente mortal en San Agustín de Guadalix.

El representante gubernamental también se ha congratulado de que Andalucía "es una de las regiones más seguras" de España. La prueba, ha apuntado, es que la media de criminalidad en el primer semestre de 2024 estuvo "tres puntos por debajo de la media nacional". "Hubo 700 delitos menos que el año pasado", ha apostillado. En línea con esta mejoría y con lo ya adelantado por el general Ortega, también ha comentado que actualmente hay un "máximo histórico" de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, entre ellos "6.000 guardias civiles en Andalucía". Incluidas muchas mujeres que también ha centrado una parte de su discurso: "Vuestra presencia es esencial y refuerza nuestra institución. Las mujeres y los hombres pueden servir a España en igualdad de condiciones", ha dicho poco antes de rematar su comparecencia con un "¡viva España, viva el Rey, viva la Guardia Civil!" que ha sido respondido con vigor por los presentes.

El acto ha concluido con un "tributo" a los agentes fallecidos "de todos los tiempos", en forma de ofrenda floral a los sones de 'Homenaje a los caídos', y con la interpretación sin solución de continuidad del himno de la Guardia Civil y el himno de España, el primero cantado por todo el hangar y el segundo, lógicamente, no. Fuera, mientras tanto y quién sabe si por respeto a lo que se celebraba, había dejado de caer agua.