Las guarderías anuncian más paros para exigir a la Junta que les pague

La jornada que se vivió este lunes en la mayoría de las guarderías de convenio sevillanas no será la última. La coordinadora de las escuelas infantiles, que convocó el paro de este lunes, amenaza con repetir esta medida de manera progresiva a partir de la próxima semana si la Junta no cumple el acuerdo firmado el año pasado que incluía el pago del mes de agosto, un ingreso que este año no se ha efectuado, lo que pone al borde del cierre a muchos de estos centros, que se han visto obligados a reducir personal y hacer auténticos malabares económicos para seguir prestando servicio.

El malestar en el sector se palpó este lunes en la manifestación en Torretriana, delante de la sede de la Consejería de Educación. Hasta allí se desplazaron 1.500 personas, según la coordinadora convocante, que cifró el seguimiento del paro en un 80% de las guarderías sevillanas. Las escuelas infantiles, no obstante, ofrecieron servicios mínimos para todos los padres que no podían dejar a sus hijos con otros familiares. Fuentes del departamento que dirige Mar Moreno confirmaron este punto al señalar que todos los centros abrieron este lunes. El representante de la coordinadora en Sevilla, Rafael Pérez, en este sentido, aseguró que las medidas de protesta contaban con el respaldo de los padres "que conocen de sobra nuestra situación", y lamentó que desde la administración se hayan lanzado "advertencias" a los titulares de los centros para que no secundaran el paro ante la posibilidad de perder el convenio que ha de renovarse en breve.

Pero ésta no será la única vez en que las escuelas infantiles reduzcan sus servicios. La coordinadora advierte que si Educación no rectifica su política y sigue sin pagar el mes agosto, como se acordó el año pasado, pondrán en marcha un calendario de paros progresivos. De esta forma, la semana que viene serán dos días en los que se reduzca la actividad en las escuelas, y si la Junta continúa con el "incumplimiento", la siguiente semana serán tres jornadas y así sucesivamente hasta permanecer una semana entera con paros. Dicha medida de protesta será debatida en la asamblea general que se celebra este martes en la que se concretarán los pasos a seguir a partir de ahora ante la negativa de la Junta a abonar agosto (el único en el que las guarderías cierran).

Dicha mensualidad corresponde a la compensación que el anterior titular de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, se comprometió a abonar a los titulares de las escuelas de convenio con el fin de compensar la congelación de los precios de la plaza pública durante cinco años. Con este dinero hacían frente a las nóminas de los trabajadores durante los primeros meses del curso. Al no contar con él, muchos propietarios de guarderías se han visto obligados a reducir la jornada laboral de sus empleados, a prescindir de alguno de ellos y a negociar las condiciones del catering de comedor ante la imposibilidad de pagar su alto coste. De ahí que en la concentración de este lunes los participantes gritaran: "Agosto no es recorte, es impago".

El recorte, sin embargo, sí se ha producido en el comedor. Si hasta el curso pasado las escuelas de convenio en las que el 70% de los menores hacían uso de él la Junta subvencionaba el 100% del servicio -ya que a partir de ese porcentaje de usuarios había que contratar a más monitores y personal de cocina por las normas establecidas- desde septiembre sólo se bonifica el porcentaje real de usuarios, lo que ha supuesto una merma en las ayudas que complica seriamente la continuidad de este servicio.

Y todo esto se produce en vísperas de la renovación de los convenios, motivo por el cual las patronales del sector van a solicitar una prórroga del actual para estudiar con más detenimiento las mejoras que hay que introducir "y hacer más viable la permanencia de las escuelas". Sobre la mesa ya se ha planteado la posibilidad de que los padres paguen por las horas que realmente sus hijos están en los centros y se establezcan distintos precios según los servicios solicitados. Esta opción no cuenta con el beneplácito unánime de todo el sector, donde también se pide volver a la modalidad establecida anteriormente con Bienestar Social, gracias a la cual a un centro de convenio también se le permitía ofertar plazas privadas y no sólo públicas.