La gran mejora de la plaza del Duque
nuevos pasos para que el peatón gane espacio
A los cambios en el acerado y los accesos, y la plantación de más árboles le seguirá una reordenación con la llegada del tranvibús desde Sevilla Este, que eliminará las paradas de Tussam
Casi 3.000 plazas de aparcamiento sin ocupar al día
Arranca la gran reforma de la plaza del Duque. Desde hace varios días trabajan a diario obreros en distintas zonas de este céntrico enclave. Se trata de la primera fase que contempla mejoras en el acerado, ampliación de los accesos y refuerzo de los itinerarios peatonales, las zonas verdes y el arbolado. La mejora integral será algo más adelante cuando llegue el tranvibús desde Sevilla Este, que sacará de la plaza las paradas de Tussam antes del 31 de diciembre de 2023.
Las actuaciones planificadas mantienen la actual distribución de la plaza y consisten en la repavimentación integral de los acerados perimetrales que se encuentran muy deteriorados y la reposición singular de piezas en las otras dos. Para evitar los conflictos provocados por el crecimiento de las raíces en la solería, esta actuación se ha coordinado con el servicio de Parques y Jardines con el que se ha diseñado la ampliación de los alcorques existentes hasta el momento, la definición de nuevos que completen las alineaciones actuales y mejoren el confort climático en los itinerarios peatonales y la liberación de otros que permanecían cerrados desde hacía años.
Para la nueva pavimentación se ha optado por piezas similares a las actuales en cuanto a color y diseño. Su colocación se adecua a la normativa de accesibilidad universal que favorece el paso de personas con diversidad funcional como criterio fundamental. En este mismo sentido, también se resuelven los dos pasos de peatones frente a El Corte Inglés con nuevas piezas de solería podotáctil que anuncian su ubicación y que se nivelan con el asfalto de la calzada. En la zona que linda con la tienda de moda Zara, los trabajos consistirán en arreglar el acerado y liberar el acceso a la plaza.
Los nuevos alcorques recibirán árboles de grandes dimensiones en las próximas campañas de plantación que se afrontarán cuando las condiciones climáticas sean favorables. En este sentido, se ha optado por completar alineaciones perimetrales con almeces, que destacan por su rápido crecimiento y capacidad de arraigo, así como por un júpiter y un magonolio en las zonas ajardinadas interiores, especies que destacan por su singular estética similar a las del entorno. Esta intervención paisajística ofrecerá sombra y protección contra las condiciones climáticas a los peatones y usuarios de transporte público que llegan a este enclave y realzará la visita a la estatua del pintor Diego Velázquez, recientemente restaurada, y a los jardines que la rodean.
Algo más tarde vendrá la segunda fase de la gran mejora de la plaza del Duque. El gobierno municipal entiende que la llegada del tranvibús a este céntrico espacio desde la Puerta Osario antes del 2024 supone el momento ideal para seguir dando pasos para que los transeúntes sigan ganando espacio en la arteria comercial del centro. La Gerencia de Urbanismo y la dirección general de Movilidad siguen afinando en este osado proyecto en el que llevan trabajando los técnicos municipales desde principios de 2018. Hasta la fecha, el texto que mejor define la propuesta es el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS).
Lo más avanzado hasta la fecha es la reordenación de la plaza del Duque. En las caracolas de la Isla de la Cartuja existe desde hace casi un lustro un anteproyecto de mejora de la accesibilidad para esa zona concurrida del centro en la que confluyen a todas horas los autobuses de Tussam con los turísticos, numerosas motocicletas aparcadas y los veladores de los establecimientos de hostelería. En la documentación aparece reflejado que los trabajos afectarán al corazón de la plaza coronada con la emblemática estatua, el acerado de Teniente Borges (vía que une el Duque con Virgen de los Buenos Libros) y la orilla de la calle en la zona más al norte de la plaza de la Campana hasta su confluencia con Santa María de Gracia. El anteproyecto plantea para la plaza del Duque una plataforma única.
De Medina-Sinonia a de la Victoria
La plaza era conocida desde el siglo XVI como del Duque de Medina-Sidonia, por encontrarse allí su palacio. A raíz del nombramiento del general Espartero como regente se la denomina Plaza del Duque de la Victoria en 1841. Por breve tiempo (de julio a septiembre de 1936) fue llamada plaza del general Queipo de Llano, volviendo a recuperar el nombre anterior. Siguiendo una costumbre que prácticamente se remonta a la época de los Medina–Sidonia, sigue siendo denominada y conocida simplemente como: Plaza del Duque.
Rodeada siempre de edificios de indudable interés arquitectónico e histórico, hoy los ha perdido todos, viéndolos sustituidos por otros de carácter puramente comercial que la han convertido en el centro neurálgico de la vida de la ciudad. Así, del palacio que le diera primitivo nombre, se vendería una parte para construir, en época del Asistente Olavide, un teatro derribado en 1789. Reconstruido el resto por sus nuevos propietarios, los Marqueses de Palomares del Río, tras los destrozos causados por las tropas francesas de ocupación, albergaría desde 1879 hasta 1960 los populares almacenes de tejidos conocidos como Almacenes del Duque. En esa fecha sería derribado junto con el colindante palacio de los Sanchez-Dalp. En el lugar ocupado por ambos palacios se levanta ahora el edificio de El Corte Inglés.
También sería derribada, en 1869, la Iglesia de San Miguel, cuyo solar sería destinado años después a la construcción del Teatro del Duque. Derribado éste, se construiría ahí el edificio que albergó la Delegación Provincial de Sindicatos, la histórica sede de Comisiones Obreras. El antiguo palacio de los Cavalieri sería también demolido, ocupando su solar otros almacenes comerciales, permaneciendo en su fachada la antigua portada del palacio. Hasta llegar a la forma que presenta en la actualidad, la Plaza del Duque ha sufrido numerosas remodelaciones. En 1924, con la creación de arriates, la pavimentación con mármol y la plantación de fresnos y palmeras, entre otros árboles, se le da la forma actual.
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