Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
"Redimensionar nuestro espacio para adaptarlo al de una hermandad del siglo XXI". Con estas palabras define Antonio Rodríguez Cordero, hermano mayor del Silencio, el anteproyecto de reforma de la sede de esta corporación, que presentará hoy al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y que constituye la gran apuesta social de la corporación.
Un proyecto para el que ha sido esencial la cesión del edificio anejo al templo de San Antonio Abad -residencia canónica del Silencio- y donde tiene su sede (hasta el próximo verano) el Instituto de Cultura y Artes de Sevilla (ICAS).
Esta cesión se firmó en mayo de 2007. Con ella se hacía posible la puesta en marcha de la Fundación Mater Inmaculata, principal proyecto social de la hermandad para conmemorar el 150 aniversario del dogma concepcionista.
Esta fundación se constituye en 2005. Entre sus principios se incluyen la asistencia social y el fomento, la difusión y protección del patrimonio histórico, artístico y cultural de la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla. Dos objetivos a los que da respuesta el proyecto diseñado por el arquitecto Antonio Tejedor.
Con él se busca el máximo "rendimiento" del espacio del que dispondrá la archicofradía a partir de ahora. Museo, templo, casa hermandad y centro social tendrán un punto de conexión en el atrio de la iglesia, que se convertirá en el núcleo distribuidor e integrador de las diferentes dependencias.
La actual casa de hermandad será la zona expositiva. Al museo -donde se muestran desde hace años los enseres de la cofradía- se sumarán las salas donde habitualmente desarrollan sus funciones los oficiales de la corporación. Destacan la importante colección de óleos que albergan estas dependencias (entre ellos la primera representación de la Virgen bajo palio sevillano), la sala capitular (con la imagen del arcángel San Miguel, atribuido a Ruiz Gijón) y una Dolorosa barroca de pequeño tamaño. En la tercera planta de la casa hermandad se instalará una sala con contenidos audiovisuales sobre la hermandad y la Semana Santa en general.
El edificio de la calle El Silencio -de cuyo uso podrá disfrutar la hermandad en régimen de cesión por 25 años, prorrogables por otros tantos- albergará en sus 700 metros cuadrados la sede administrativa de la hermandad y su archivo y en ella se desarrollará la labor asistencial de la Fundación Mater Inmaculata.
En la planta baja se ubicará la tienda de recuerdos (donde se encuentra actualmente), el centro de día para necesitados, y una sala infantil. Este último espacio tendrá un uso polivante, ya que por la tarde será sala de conferencias y convivencia.
La primera planta acogerá las salas administrativas de la hermandad (despacho del hermano mayor, censores, diputaciones, mayordomía y secretaría), la medioteca (cuyos documentos más antiguos datan de 1350), la administración de la fundación y otros espacios de asistencia social (enfermería, pedagogía y psicología, entre otros usos).
La segunda fase de la remodelación contempla la construcción de una segunda planta, que a modo de ático (200 metros cuadrados más) albergaría una residencia de ancianos, con seis habitaciones y capacidad para doce personas. Su edificación no condiciona el funcionamiento de las otras dependencias.
La puesta en marcha de este proyecto está prevista para el próximo otoño, una vez que el ICAS se traslade al antiguo mercado de la Puerta de la Carne. La junta de gobierno está a la espera de concretar la inversión necesaria para las obras que se acometerán.
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