El cantante Alejandro Sanz durante una actuación de los Grammy Latinos en Las Vegas.
El cantante Alejandro Sanz durante una actuación de los Grammy Latinos en Las Vegas. / D. S.

El género urbano ha crecido de forma exponencial y su éxito arrasa las listas de los artistas más escuchados a nivel mundial. Manuel Abud, CEO de la Academia Latina de Grabación, explica que lo que hace que los Grammy Latinos sean tan especiales es que son "tus compañeros de gremio" los que te "votan para recibir este premio", preservando, de este modo, la excelencia musical.

–¿Cómo garantizan que prime la excelencia musical frente a las visualizaciones?

–La Academia se basa en sus miembros, que son artistas y profesionales de la música. Son ellos quienes juzgan qué es la excelencia. Evidentemente será diferente para unos y para otros. En nuestro proceso, primero hay una selección por categorías en las que pedimos a unos 300 expertos de cada categoría para que digan qué va y qué no en cada una. La dirección que les pido es que sean incluyentes y respeten la intención del artista. Lo que hace que este galardón sea tan preciado es que se entrega entre colegas. Esta cuestión no tiene nada que ver con las reproducciones, con la promoción, con el marketing o con las listas de éxitos. Tiene que ver con que tus compañeros de gremio te voten para recibir este premio. Un ADN que comparten Grammy y Grammy Latinos.

–Hay quien dice que actualmente las letras son demasiado obscenas en este género. ¿Qué les diría a quienes las tachan de machistas o demasiado explícitas?

–La música es una expresión cultural y artística que no debe ser censurada, porque va con los tiempos. Si no fuera así, sería un arte destinado a morir. Determinadas expresiones musicales, como las rockeras, casi siempre se dan en situaciones críticas. Por ejemplo, cuando hay sistemas opresivos, también hay músicas que acaban trascendiendo y manifestando movimientos. Yo tengo una mente muy abierta y respeto la intención del artista. Puede no gustarme, pero respeto su propuesta musical. Como Academia debemos dar espacio a todos. También a los muy tradicionales que se escandalizan antes determinadas expresiones.

–La paleta generacional es muy evidente en estos reconocimientos.

–Es totalmente deliberada. A principios del año pasado comenzamos a crear puentes entre las cuatro ges: Género musical, Género de preferencia u orientación sexual, Geografía y Generación. Tratamos de ser una organización incluyente, porque el arte debe serlo. Por ejemplo, en nuestra Latin Grammy Session del flamenco, tenemos a artistas que no pertenecen a este estilo pero lo admiran. Y lo hicimos precisamente para tender puentes.

–¿Se puede hablar de padres de la música latina?

–Tratamos de no individualizar y de no hablar de un artista sobre otro. Además, son expresiones muy diversas que toman elementos las unas de otras.

–¿Qué opinión le merece el autotune?

–Los intérpretes son libres de buscar las fórmulas que engrandezcan su expresión artística de la mejor manera. Nuestros eventos musicales siempre tratan de preservar su forma más pura. Intentamos evitar el autotune o el playback. Por eso hacemos sesiones en las que no hay pirotecnia. Es música. Somos la Academia Latina de Grabación y honramos la música. Esto no significa que satanicemos o castiguemos el uso de herramientas como el autotune.

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