SALUD
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El Grado de Medicina de la US: Una puerta al mundo

El Sello Internacional de Calidad que la Federación Mundial de Educación Médica ha concedido a la Facultad sevillana facilita que sus estudiantes puedan trabajar en naciones tan exigentes como EEUU, Canadá y varios miembros de la Unión Europea

Los alumnos 'top' de Medicina

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El Grado de Medicina en la Universidad de Sevilla presume de distintivo de calidad / Juan Carlos Vázquez

En un escenario profesional tan competitivo como el actual, las universidades y los estudiantes buscan las mejores formas de sobresalir. Eso hace que los sellos acreditados por organismos internacionales hayan cobrado cada vez más valor como una garantía de calidad de los programas de grado. Las propias universidades son las que se someten de manera voluntaria a estos procesos, que suelen durar años, con la idea de medirse con los estándares internacionales de otras instituciones y marcar diferencias competitivas. 

Un distintivo a nivel mundial del que ya presumen los estudiantes del Grado de Medicina de la Universidad de Sevilla que desde el pasado curso cuentan en sus títulos con la acreditación internacional que reconoce el haber estudiado en una facultad distinguida con el Sello de Calidad de la World Federation for Medical Education (WFME) que emite la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y que, entre otras ventajas, facilita que sus estudiantes puedan hacer la especialidad en otros países más allá del mercado laboral europeo. 

“Es el máximo reconocimiento al que se puede aspirar desde una Facultad de Medicina y, además, a nosotros no lo han concedido con todos los galardones posibles porque lo hemos alcanzado con la máxima calificación, es decir, sin prescripciones, lo cual significa que tenemos ocho años para disfrutar de este sello sin ninguna limitación”, explica el Decano de la Facultad de Medicina, Luis Capitán, que se jubilará el próximo años con los deberes hechos.

El reconocimiento se otorgó en el mes de junio y supone que los alumnos que terminaron sus estudios el pasado curso ya no tienen que hacer un examen previo para poder hacer la especialidad en naciones tan exigentes como Estados Unidos, Canadá y varios miembros de la Unión Europea, entre otros, lo cual le abre una importante puerta al mercado laboral internacional. “Con este sello, el título que reciben los alumnos que se están graduando desde el año pasado y en los próximos es equivalente al título que obtengan los alumnos en esos países. Es decir, los médicos que salgan de aquí podrán acceder a los estudios de esos lugares en las mismas condiciones que los que se hayan formado allí”, apostilla Capitán. 

A eso se suman los beneficios para la propia universidad, no sólo en cuanto al prestigio que conlleva, sino en atracción de talento y en facilidades para establecer sinergias con otras instituciones, acuerdos de movilidad u otro tipo de alianzas. En definitiva, este aval no sólo reconoce la formación académica, sino también la práctica profesional y por ello llegar hasta aquí ha requerido la implicación del profesorado en su conjunto y del equipo rectoral, que se ha sometido a un arduo proceso de evaluación y certificaciones.

“El proceso ha sido largo, pero al final se ha conseguido y desde el pasado curso nuestros alumnos cuentan ya en su título con este sello internacional de calidad que les abre la puerta al mundo”, reconoce orgulloso el decano. En cualquier caso, este reconocimiento no es imperecedero y exige una renovación cada cierto tiempo. “Estoy seguro de que se volverá a pelear porque el esfuerzo ha merecido la pena”, apunta.

Para el equipo que lidera en la Facultad de Medicina el doctor Luis Capitán, alcanzar este reconocimiento es “alcanzar la cima” de un trabajo que certifica la trayectoria de la excelencia de un Grado universitario que para su actual decano arrancó en 1979, cuando se convirtió en profesor en las mismas aulas donde con anterioridad se había formado y donde ya es parte de su historia por ser el docente más antiguo del área de Cirugía General, especialidad a la que ha dedicado su vida. 

El decano de la Facultad de Medicina de la US, Luis Capitán, en su despacho. / Juan Carlos Vázquez

Mi vínculo con estas aulas es muy estrecho. Mi carrera, tanto formativa como profesional, ha sido siempre aquí, muy local, y apegada a mi tierra, y ver cómo hemos conseguido, no sin esfuerzo, situar nuestra Facultad en el mapa mundial en todo un orgullo”, reconoce Capitán que, clínicamente, también destaca por haber sido el artífice de la Unidad de Cirugía Colorrectal en el Hospital Virgen Macarena, de la que continúa sigue siendo jefe.

Pero llegar aquí no es la meta de este equipo decanal que no tiene parangón. Desde su llegada hace siete años, Capitán se marcó varios objetivos que, poco a poco, van viendo la luz. Por un lado, a nivel de infraestructuras destaca la creación de un Hospital Simulado en la sede de la Facultad que recrea a la perfección quirófanos y salas de consultas, pero también dispone de grandes espacios para talleres y actividades colectivas. 

Está instalado en la segunda planta del Pabellón Docente y cuenta con una superficie de unos 400 metros cuadrados. Dispone de siete consultas con camilla de exploración, mesa y sillas. Una dedicada a la pediatría, otra para ginecológica y otra para exploraciones oftalmológicas y otorrinolaringológicas todas dotadas de material específico y cuatro consultas polivalentes. 

Además, cuenta con una habitación de hospitalización convencional y dos salas de simulación compleja, una de ellas con una sala anexa separada mediante un espejo-espía para debriefing. Estas salas disponen de simuladores de distinto nivel de complejidad para realizar tanto entrenamiento práctico de habilidades como escenarios complejos. Hay también dos aulas para briefing y seminarios. Todos los espacios disponen de equipamiento digital y multimedia que posibilita gran operatividad, eficiencia y versatilidad. Además, en el Instituto Anatómico se dispone de un aula para prácticas de Diagnóstico Ecográfico y otra sala para prácticas de sutura.

Capitán en la sala preparada para hacer talleres de RCP en el Hospital Simulado. / Juan Carlos Vázquez

“Es un empeño que me marqué desde mi llegada, impulsar las prácticas de simulación y las prácticas clínicas en los tres hospitales (Virgen Macarena, Virgen del Rocío y Valme), y, para ello, montamos el Hospital Simulado, que hasta entonces no existía para que en la formación del futuro médico tenga una función primordial esa primera toma de contacto casi real con el día a día en un centro hospitalario”, remarca Luis Capitán, que destaca que se trata de un proyecto “en continuo crecimiento”.

El segundo gran objetivo del equipo decanal actual es la nueva Facultad de Medicina, adaptada a los tiempos actuales y con instalaciones acordes al nivel de excelencia que se espera de unas titulaciones que son la base formativa de los futuros profesionales de la sanidad. “Hemos avanzado mucho en eso. Conseguimos, por un lado, poner de acuerdo en dónde debía emplazarse la Facultad de Medicina, ya que es algo que había generado muchos conflictos internos. Nos llevó un año de negociaciones y al final, por mayoría, se decidió que el campus Macarena debía ser el lugar donde se quería implantar y que permitirá contar con instalaciones que estén a la altura de lo que es hoy el Grado de Medicina”, explica el decano, que reconoce que conseguirlo requerirá varios mandatos.

Según el proyecto inicial, que se encuentra en fase de licitación, la futura Facultad de Medicina estará organizada en cuatro grandes áreas: Servicios Generales con una superficie de 4.000 metros cuadrados (donde se ubicarían la Biblioteca, sala de Estudio, salón de actos, Decanato y Secretaría), Área de Docencia con 7.400 metros cuadrados (con aulas teóricas, informáticas, Seminarios, Laboratorios Docentes, Aulas de Hospital Simulado) Área Departamental para 11 Departamentos con 3.000 metros cuadrados y por último el Área de Investigación con 20 laboratorios y dependencias auxiliares que alcanzará una superficie de casi 17.500 metros cuadrados.

Otros retos conseguidos son la creación de un estatuto de la Facultad de Medicina o el crecimiento en relaciones internacionales. “Ahora mismo tenemos unas 70 movilidades o erasmus anuales y también hay una gran movilidad de profesores”, remarca Capitán.

La Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, fundada en el siglo XVI, es una de las más antiguas que existen en España. Se ubica entre las 300 mejores universidades de Medicina según el QS World University Ranking y es una de las universidades mejor clasificadas en España. Cada año recibe a 352 estudiantes en sus aulas, que rodean al complejo hospitalario Virgen Macarena, que combina la labor docente, asistencial e investigadora. 

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