Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
Educación
Las goteras se han adueñado del colegio público San Pablo, en Sevilla capital. Las últimas lluvias han evidenciado las deficiencias que sufren estas instalaciones, con más de 50 años de antigüedad y en las que no se ha acometido ninguna reforma integral desde que se construyeron. El equipo directivo del centro y la asociación de familias de alumnos llevan dos años reclamando al Ayuntamiento un plan de mejoras, solicitud a la que, por ahora, no se le ha dado respuesta. Por tal motivo, se ha iniciado la recogida de firmas para que se atienda a la petición.
"El estado general del colegio es lamentable. Tiene goteras, humedades, caídas de parte de los techos y los azulejos... Una situación que se ha agravado con el último temporal". Quien así se expresa es Ada Iglesias, presidenta de la asociación de padres y madres de alumnos (AMPA) del CEIP San Pablo, en el Distrito San Pablo-Santa Justa. Las lluvias de la semana pasada han colmado el vaso de la paciencia de los docentes y familias con hijos en este centro, que presenta un estado muy deficitario desde hace años.
"Llevamos avisando a las autoridades competentes tanto desde el centro como desde el AMPA desde hace más de un año, sin ningún tipo de respuesta efectiva, sólo el reconocimiento de que está mal y que habría que hacer una reforma integral", refiere Iglesias al detallar la respuesta dada desde la Delegación de Edificios Municipales.
Las goteras están presentes en todas las dependencias, como los pasillos, la secretaría y las aulas de Infantil, donde se encuentran escolarizados los alumnos de menor edad. La sensación de humedad resulta constante. Se filtra agua por cristaleras y paredes. El canalón del desagüe del patio está roto, lo que provoca que el chorro de agua caiga desde una altura considerable. Partes de los techos -con sujeciones eléctricas y tuberías- se están desprendiendo, con el peligro que supone para los docentes, otros trabajadores del colegio y los niños. "Cualquier día pasará una desgracia y, entonces, todo serán lamentos", advierte la presidenta de la AMPA.
Las humedades, filtraciones y goteras no son el único problema que presenta este antiguo colegio, uno de los primeros construidos en esta zona de la ciudad. Las familias también se quejan de la existencia de escalones en la entrada del centro, lo que supone una falta de accesibilidad que aún no se ha eliminado. "Debemos ser de los pocos colegios que aún padecemos barreras arquitectónicas en su acceso", lamentan desde la AMPA.
Otra carencia que sufren: la falta de climatización. "Dentro de un par de meses los niños volverán, otro curso más, a soportar temperaturas inhumanas", avisa Iglesias. Nadie ha atendido las demandas para paliar este déficit.
"Llevamos mucho tiempo avisando por los cauces establecidos del mal estado del centro. Hemos comprobado que no se nos ha hecho ningún caso, razón por la cual hemos planteado medidas excepcionales para, al menos. ser escuchados y que se nos dé algún tipo de solución", señala la AMPA. A esta línea de actuación responde la recogida de firmas en el barrio que han iniciado. "No descartamos llevar a cabo otras campañas de visibilidad", advierten las familias.
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