El gobierno aclara que el parking de la Alameda no es una prioridad

"El aparcamiento en la Alameda no es una prioridad, pero se abordará dentro del consenso". El alcalde, Juan Ignacio Zoido, se mostró este lunes, con estas palabras, abierto al diálogo tras el rechazo mostrado por cientos de personas hacia este proyecto. Apenas un mes y medio después de la propuesta lanzada por el Ayuntamiento para construir un subterráneo en el bulevar, el primer edil da un paso hacia atrás en esta obra de gran envergadura. En caso de seguir adelante, el parking requiere de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que sólo contempla parkings para residentes en el centro. "Entiendo que hay quien está a favor y quien está en contra del parking; pero se responderá a los intereses generales, no a los particulares", precisó Zoido.

La polémica sobre la creación de un parking rotatorio en la Alameda de Hércules surgió en el mismo momento en que se anunció, el pasado 18 de abril, cuando la Gerencia de Urbanismo planteó la disposición del Ayuntamiento a iniciar los trámites necesarios para la modificación del PGOU. Desde entonces, vecinos, comerciantes y distintas organizaciones ciudadanas han creado la plataforma antiparking y están protagonizando un calendario de protestas para tratar de frenar estas obras.

Durante el pasado fin de semana cientos de personas participaron en múltiples actividades lúdico-reivindicativas organizadas por esta plataforma, que comenzaron el sábado con una marcha en bici y que contaron con una amplia participación. La inmensa mayoría de los empresarios con comercios o establecimientos en el bulevar, concretamente el 82%, ya han rubricado un documento de rechazo a la construcción de este parking. Las pérdidas económicas y de puestos de trabajo son los principales temores de los que trabajan y tienen su negocio en el bulevar. Vecinos, asociaciones de residentes y ecologistas, además de comerciantes de la Alameda no entienden cómo el Ayuntamiento está dispuesto a destinar, en estos momentos de crisis, una fuerte inversión a una infraestructura de estas características cuando apenas han transcurrido tres años y medio de la última reforma. La reurbanización de la Alameda de Hércules se ejecutó a largo de cuatro años, entre 2005 y 2008, y supuso una inversión de hasta diez millones de euros. Para la plataforma antiparking, abrir de nuevo el subsuelo del bulevar supondría "tirar a la basura" esta inversión de dinero público, en unos momentos marcados por enormes dificultades económicas.

La plataforma tiene previsto solicitar próximamente una reunión con el alcalde para tratar de frenar estas obras. El Ayuntamiento aún no ha precisado en qué punto se encuentran los trámites que ya anunció para lograr el cambio del PGOU, una modificación que, en todo caso, requiere del visto bueno de la Junta de Andalucía. Tampoco ha precisado el Consistorio el coste que supondría un aparcamiento de estas características en este enclave. Los residentes en la Alameda temen el impacto que tendría esta obra: el aumento del tráfico, humos, ruidos y el colapso del acceso al centro, además de la pérdida de un espacio recuperado para los ciudadanos.