El gerente alertó dos veces de la "grave" situación de la TV local

En dos ocasiones y por escrito. El gerente de la Giralda Televisión, Pablo Castilla, redactó dos informes con carácter confidencial alertando de la "grave" situación de la empresa. Los documentos tienen sello de entrada con fechas de noviembre de 2009 y junio de 2010, respectivamente. En ambos se evidencia con claridad la caída de los ingresos publicitarios y la necesidad de aplicar medidas drásticas con el objetivo de que la empresa (DeSevilla Digital Uno, S.A.) no incurriera en causa de disolución. Castilla fue ratificado ayer en su puesto por el consejo de administración de la empresa, donde están representados los tres partidos con representación política en el Ayuntamiento. Por el momento, es el único gerente de la etapa municipal anterior que continuará en su puesto.

En el primer informe, el gerente advierte de un incremento del gasto generado por los nuevos compromisos adquiridos con diferentes productoras. Denuncia la práctica habitual de dos productoras de intentar cobrar los gastos por determinados conceptos. Precisa, por ejemplo, que a Media Sur -que rompió su contrato con la emisora días antes de las elecciones- se le instó a la modificación de determinadas facturas porque incluía gastos que debían ser asumidas directamente por dicha entidad y no por Giralda Televisión: "El alquiler de platós de los programas no debiera ser facturado a nuestra sociedad sino asumido por cada una de las empresas que trabajan para nuestra emisión". El informe también refleja que Media Sur y Adsat presentan gastos de personal, luz, agua, alquiler de oficinas, papelería, agencias, taxis, internet y otros conceptos que no deben ser repercutidos a la empresa. "El resto de productoras no nos facturan su equipamiento o las instalaciones". Acto seguido, el gerente notifica -sin hacer mayores valoraciones- que los gastos de la gala de presentación de la televisión fueron de 120.000 euros.

En este primer informe ya se alerta de que para enero de 2010 la coyuntura "será difícil al no poderse asumir los compromisos de pago establecidos con las productoras". Y advierte: "La obtención de nuevos ingresos de publicidad y comercialización de derechos y el desarrollo de un presupuesto de mayor envergadura para 2010 son imprescindibles, pues si no la sociedad entrará en causa de imposible viabilidad económica". Por este motivo, Castilla concluye ya en octubre de 2009 -entregó el informe al consejo al mes siguiente- de la "grave situación" en la que se encontrará la compañía en el arranque de 2010 si no se toman medidas de reducción del gasto de producción, aumento del presupuesto y nuevas líneas de financiación.

Siete meses después, en junio de 2010, Castilla entregó al consejo de administración un segundo informe demoledor respecto a la situación de la emisora, pues notificó que una vez pasado el período tradicionalmente más favorable para los ingresos publicitarios, tan sólo se había cumplido un 7,35% de los objetivos. En este caso, el gerente realiza una balance positivo de los índices de audiencia: "La audiencia respalda el producto con una media de 115.000 espectadores". Pero los gastos de producción, cuando aún restaban siete meses del ejercicio de 2010, eran ya elevados, pues en esa fecha se había alcanzado ya el 78,77% del importe presupuestado.

A 31 de mayo de 2010, el gerente fijaba ya las pérdidas de la compañía en 3.766.048 euros: "Esto conllevaría la entrada de la sociedad en causa de disolución al presentar un patrimonio neto negativo, inferior a la mitad del capital social". Castilla aconseja medidas inmediatas, la supresión de varios programas (que detalle en su informe), concentrar los esfuerzos de producción propia en el prime time (entre las 21 y las 24 horas) y generar audiencia en las horas de la sobremesa con formatos de producción ajena más económicos.