El gasto turístico en Sevilla se desploma y pierde 200 millones por la pandemia
Turismo
La provincia ha dejado de recibir 1,2 millones de visitantes en el primer semestre de 2020
Los turistas alojados en hoteles entre enero y julio sólo suponen una sexta parte de los que lo hicieron en el mismo periodo de 2019
Semana horribilis para las cifras. Las malas noticias no dan tregua. O mejor dicho, los balances que demuestran el agujero negro en el que se ha hundido la economía sevillana a raíz de la pandemia de coronavirus. La crisis estaba clara. Sólo hacía falta confirmarla. Si hace escasos días se conocían los datos de la sangría de paro, ahora salen a relucir los relacionados con el turismo. Uno de ellos refleja esta deblace: el gasto de los visitantes se ha reducido en 200 millones, una cantidad bastante considerable, ya que afecta al principal sector de esta provincia y uno de los más perjudicados por el Covid.
Este dato se incluye en el estudio realizado por la consultora turística Adeitur, a partir de los informes que elabora periódicamente el Instituto Nacional de Estadística (INE). Entre los apartados que lo conforman, se encuentra el relacionado con el desembolso realizado por los turistas que se alojaron en hoteles andaluces durante el primer semestre del año. Cifras que se comparan con el mismo periodo de 2019.
La diferencia resulta abismal. Entre enero y julio del ejercicio anterior los hoteles sevillanos recibieron 1.803.395 visitantes, una cantidad que en los primeros seis meses de 2020 se ha reducido a 536.019, prácticamente una sexta parte de los turistas que estos establecimientos albergaron en 2019. La razón de este descenso es la pandemia del Covid-19 y el estado de alarma decretado a mediados de marzo, que hicieron saltar por los aires todos los buenos augurios sobre un sector cuya constante pujanza había levantado bastante polémica en la sociedad sevillana.
1,2 millones menos de turistas
La crisis sanitaria y económica ha provocado que Sevilla pierda en el primer semestre de este fatídico año 1.267.306 turistas, lo que supone una merma porcentual del 70,20%. Y lo que es peor, las previsiones no son muy esperanzadoras, a tenor de las advertencias y cuarentenas establecidas por varios países europeos -Reino Unido y Alemania, principalmente- para que sus residentes no vengan a España, debido a los numerosos brotes de Covid que están surgiendo las últimas semanas.
Esta bajada tiene una nefasta consecuencia en las arcas locales. Según el estudio de Adeitur, Sevilla ha dejado de ingresar en estos seis meses 199.148.364 euros, o lo que es lo mismo, la diferencia del 71,26% entre los 275 millones que obtuvo por los turistas alojados en hoteles en el primer semestre de 2019 y los poco más de 80 millones de la primera mitad de este año, una cantidad, además, que se concentra principalmente entre enero y marzo, antes de que se paralizara dicha actividad.
El porcentaje de diferencia en Sevilla se mantiene casi un punto por encima de la media nacional -que ha sido del 70,49%- y del autonómico, que ha llegado al 70,44%. En Andalucía, la provincia que más ha notado la bajada de los ingresos ha sido Huelva, con una reducción que roza el 85%; seguida de Almería, con casi el 83%; y Cádiz, con el 81%. Zonas todas ellas costeras. No obstante, en números redondos, las mayores pérdidas económicas las han sufrido Málaga, que ha dejado de ingresar 435 millones de euros en el primer semestre. Téngase en cuenta aquí el papel tan importante que juega la Costa del Sol, donde llegan visitantes de alto poder adquisitivo, un mercado que puede verse muy perjudicado por las advertencias británicas y alemanas. Le siguen Cádiz, con 204 millones de euros menos, y Sevilla, con 200.
Una pérdida aún mayor
La comparativa, como se ha indicado, sólo incluye el gasto en establecimientos hoteleros. En este punto conviene tener en cuenta que poco más del 30% de la planta hotelera de Sevilla se encuentra abierta actualmente. Por tanto, el desembolso se concentra en los tres primeros meses de 2020. Y no hay previsiones a corto plazo de que vaya a aumentar demasiado. El presidente de la asociación que los representa, Manuel Cornax, informaba recientemente de que la ocupación a duras penas alcanza el 35% y que las cancelaciones son continuas por los brotes que está apareciendo y que se ha extendido de forma veloz por la provincia de Sevilla.
Si a estos datos se les hubiera sumado el gasto que se ha perdido en negocios como viviendas con fines turísticos (VFT), apartamentos turísticos, viviendas turísticas de alojamiento rural (VTAR), casas rurales, camping y los alojamientos de amigos y familiares, las pérdidas sobre los destinos podrían duplicarse como mínimo, advierten desde Adeitur.
Para la consultora turística, el peor enemigo a fecha de hoy es "la enorme incertidumbre que planea en el sector". "El asunto de los rebrotes, que ya están afectando directamente a la anulación de reservas, el temor a una nueva expansión de contagios para el otoño, el desconocimiento aún del plazo de los ERTE, de las medidas fiscales, de una nueva política de restricciones o medidas de prevención sanitaria a la entrada de la demanda exterior en función a la evolución de la pandemia provocan un aletargamiento del turismo del que muchos no podrán salir".
El momento de la unión
Ante tal coyuntura, Adeitur considera que "es el momento de mantener un sector unido y cohesionado, potenciar el asociacionismo empresarial y buscar la máxima coordinación entre el sector público y el privado para poner en marcha las medidas de choque desde todos los ámbitos territoriales". En este punto, la consultora abunda en que "entre todos debemos aplicar con mayor intensidad los conceptos de sostenibilidad, responsabilidad y digitalización sobre nuestros destinos. No debemos demorar más la planificación turística estratégica en esta línea, la única en la que todos debemos participar".
Adeitur advierte que "de los 200 países que existen en el mundo, España ocupa el segundo lugar preferido para ser visitado". Añade que, "por el carácter tan transversal que el sector turístico tiene sobre el resto de sectores productivos, una apuesta política débil ahora podría hacer peligrar esta situación, arrastrando a una enorme cantidad de negocios, profesionales y trabajadores a la ruina a corto y medio plazo".
"Hay que confiar que cada euro que la Administración apueste por mitigar los efectos de la crisis sobre el turismo, el sector lo devolverá con creces al estado del bienestar social, a través de la consolidación del empleo y la generación de riqueza", asegura la consultora.
El eco de las cuarentenas en Europa
Los hoteleros sevillanos no muestran especial preocupación por el anuncio realizado esta semana desde el Reino Unido y Alemania para que sus ciudadanos prescindan de viajar a España. Estos visitantes no constituyen un mercado principal en la capital andaluza, aunque, ahora bien, tales medidas tienen eco internacional y sí pueden afectar a otros países con un flujo turístico importante con la ciudad hispalense. El sector tiene la vista puesta ahora en el otoño, que será la gran prueba de fuego para saber sí se puede hablar de una recuperación. Mientras, las escasas reservas proceden de visitantes nacionales y las cancelaciones son continuas a consecuencia de los rebrotes.
Manuel Cornax es el presidente de los hoteleros sevillanos. La obligación establecida por el Gobierno de Boris Johnson para que los ingleses que viajen a España guarden luego una cuarentena –ante el alarmante repunte que ha tenido la pandemia en la península– no parece que vaya a tener efectos inmediatos en las estadísticas turísticas de la provincia de Sevilla. Cornax explica que los ingleses suponen el cuarto grupo de visitantes de la capital andaluza, aunque en esta fecha dicha posición se relega aún más. “Ahora son los franceses y los italianos lo que suelen venir a Sevilla”, refiere el presidente de los hoteleros, que indica que, hasta hace poco, el verano era temporada baja en la ciudad, aunque los últimos años se había convertido en temporada media, debido a la importante afluencia de visitantes en los meses de más calor.
No obstante, las advertencias del Reino Unido y Alemania acarrean consecuencias a nivel global, ya que tales medidas pueden provocar alarma en futuros visitantes de otros países. “Alemania, por ejemplo, es un país emergente respecto al turismo en Sevilla, de ahí que pueda influir negativamente cualquier restricción”, abunda Cornax.
Otro dato importante a tener en cuenta, respecto a la decisión del Reino Unido, concierne al aeropuerto de Heathrow, uno de los más importantes del mundo y con el que se había logrado establecer recientemente conexión a través de la aerolínea British Airways. El aeródromo londinense sirve de hubs para el de Sevilla, esto es, de punto de transferencia de las compañías para vuelos de media y larga distancia, que ahora podrían peligrar en San Pablo con las restricciones tomadas por el Gobierno inglés. Ésa sí sería una consecuencia verdaderamente nefasta para el turismo.
Una oferta "más flexible"
Carlo Suffredini, director del Hotel Alfonso XIII, que abrió sus puertas hace un mes tras permanecer cerrado por el estado de alarma, incide en que los británicos y alemanes no son mercados prioritarios en Sevilla, pues buscan principalmente turismo de sol y playa, de ahí que la zona que más pueda verse afectada sea la Costa del Sol. Ahora mismo este establecimiento de gran lujo recibe, principalmente, turistas nacionales.
Suffredini considera que las últimas noticias sobre la evolución de la pandemia en España harán cambiar los planes de los posibles visitantes. Por tal motivo, aboga por que el sector –tanto hoteles como monumentos turísticos– sea capaz de ofrecer “una oferta flexible” que se adapte a la incertidumbre del momento. “Debemos plantear al visitante cuantas más alternativas mejor. Evitar las propuestas cerradas. Sólo así alcanzaremos las previsiones”, refiere el director del Hotel Alfonso XIII. Ahora mismo sólo el 35% de la planta hotelera de Sevilla permanece abierta.
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