El gasto en juego de los sevillanos cae por primera vez en ocho años

Efectos de la crisis Descenso de los ingresos en los recreativos

El desembolso se redujo casi un 10% en 2009 · Las máquinas tragaperras son la fuente de ingresos del sector que menos se resiente · La provincia es la cuarta en Andalucía que más acusa las pérdidas

Las máquinas tragaperras constituyen la principal fuente de gasto de los sevillanos en juego.
Las máquinas tragaperras constituyen la principal fuente de gasto de los sevillanos en juego.
Diego J. Geniz

31 de mayo 2010 - 05:03

La actual crisis derriba hasta los tópicos más sólidos. La creencia de que en tiempos de vacas flacas la inversión en el juego crece queda desterrada tras el último informe de la Consejería de Gobernación, en el que se demuestra que la actual coyuntura económica ha provocado que, por primera vez en ocho años, el gasto de los sevillanos en el azar se haya reducido hasta rozar el 10%, con lo que el desembolso llega a niveles inferiores a los registrados hace cuatro años. Esta reducción de ingresos ha afectado principalmente a las salas de bingo y al casino del Aljarafe. Las máquinas trapagerras, el juego preferido por los sevillanos, son las que menos han notado el descenso.

El informe de la Junta es contundente. El gasto de los andaluces en juego se ha reducido más del 9% en el último año. Aunque a nivel autonómico dicho desembolso había experimentado ciertos altibajos desde que comenzó esta década, en el caso de Sevilla siempre ha mantenido una constante de crecimiento que empezó a ralentizarse en 2007. En el último ejercicio los sevillanos han gastado 533,14 millones de euros en el juego privado, un 9,9% menos que en 2008, cuando dicha cantidad era de 591,94 millones. El gasto medio por habitante es de 73,2 euros, cantidad que demuestra la mesura de los sevillanos a la hora de invertir en el azar, lo que coloca a la provincia como la quinta en Andalucía en este concepto. Sevilla está muy lejos de alcanzar los 99,14 euros que gastan los malagueños de media durante el año, un desembolso que viene provocado también por su amplia oferta recreativa, con 17 salas de bingo, o los 96,2 euros que gastan los onubenses, provincia con mayor número de tragaperras.

El factor que causa dicho descenso es claro: la crisis provoca que los ciudadanos sean más comedidos en este gasto. Aunque en un principio pudiera parecer que el azar es una vía fácil para solventar la penuria económica de muchos hogares, la escalada del paro priva a las familias del juego. Pero la contención del gasto no es la única razón que explica esta bajada. La instalación de menos máquinas B o tragaperras también ha motivado que las cifras de negocio se recorten. No en vano, en los dos últimos años la provincia sevillana ha pasado de contar con 9.462 máquinas a 9.192, una reducción que sigue la tónica del resto de la comunidad. Pese a ello, este tipo de juego sigue siendo el que más ingresos genera. No hay más que comparar las cifras.

Las máquinas tragaperras produjeron durante 2009 unos beneficios de 403 millones de euros, lo que supone el 75,6% del gasto de los sevillanos en el azar. El desembolso medio de los sevillanos en las tragaperras es de 53 euros, el tercero más alto de Andalucía, sólo superado por los onubenses (74,74 euros) y los almerienses (68,81). La provincia que menos gasta en máquinas es Córdoba con una media de 48,35 euros por habitante.

En cuanto a las salas de bingo, desde que se detectó la crisis se han cerrado dos locales. Su volumen de negocio actual es de 74,84 millones, esto es, el 14% del gasto total de los sevillanos, que desembolsaron de media en las siete salas que quedan actualmente en la provincia 13 euros por habitante, cifra que se duplica en la provincia de Cádiz. En cuanto al casino del Aljarafe, el único existente en la provincia, el gasto en 2009 fue de 55.196.000 euros, lo que equivale al 10% del desembolso total en juegos.

Si se compara la diferencia interanual por cada fuente de ingreso, se constata que en los bingos el descenso con respecto a 2008 ha sido del 22, 2%, aunque esta caída se inició dos años antes, ya que desde 2007 las cifras vienen reduciéndose. En el casino el descenso fue algo superior, del 24,5%, alcanzando una cantidad de gasto inferior al registrado en 2006 cuando este establecimiento abrió sus puertas. Respecto a las máquinas, éste es el único descenso que se ha producido en los últimos ocho años, con una bajada del desembolso del 4,6%, el menor de todos los registrados por la Junta. Las tragaperras, por tanto, son el juego que menos se resienten por la crisis.

stats