“El futuro de la humanidad está en el entendimiento entre las religiones”

Religión

Miguel Ángel Ayuso, nacido en Sevilla y criado en Heliópolis, será nuevo cardenal a partir del próximo 5 de octubre. El Papa Francisco le tiene confiada la compleja labor de promover la concordia con las otras confesiones religiosas. Es hermano de cuatro cofradías: "Llevo a Sevilla en el corazón".

Monseñor Miguel Ángel Ayuso Guixot.
Monseñor Miguel Ángel Ayuso Guixot.

Sevilla/Vive días de máximo ajetreo en la Curia con vistas al Consistorio del 5 de octubre en el que será creado nuevo cardenal de la Iglesia. El misionero comboniano Miguel Ángel Ayuso Guixot (Sevilla, 1952) será un purpurado joven al que le tocará vivir con toda seguridad un cónclave. Se ha criado en el seno de una familia de nueve hermanos, del que es el quinto. Será uno de los dos españoles que integran la nueva hornada de trece cardenales promovido por el Papa Francisco. El otro es el almeriense Cristóbal López Romero, actual arzobispo de Rabat.

Ayuso recuerda desde Roma sus orígenes hispalenses con todo detalle: “Estoy bautizado en la Parroquia de San Bernardo, pero al año de nacer nos fuimos a vivir a los hotelitos de Heliópolis. En este barrio compartí amistades y disfruté de una muy buena convivencia con los compañeros del Colegio Claret. Los niños estudiábamos entonces en el Claret y las niñas en el colegio de las Hermanas de la Doctrina Cristiana”. Evoca con añoranza una infancia “muy familiar, muy simpática, muy rica en conocimiento de todo, porque estábamos todos concentrados en la cultura, en el deporte, en la vida de un colegio del que hoy me siento orgulloso”.

La importancia del Colegio Claret

No duda en reconocer la labor de sus maestros: “Estoy muy agradecido a los Padres Misioneros Claretianos por su dedicación a la educación. Gracias a ellos se está celebrando hoy, por ejemplo, esta entrevista entre usted y yo”. El futuro cardenal hace una confesión durante la conversación: “Sevilla ha permanecido siempre en mi corazón. No puedo olvidar mi amistad con las familias de Heliópolis, ese ambiente de convivencia, ese clima de confraternidad”. En 1976 dejó la ciudad por motivos de estudios, aunque volvió a ella periódicamente por vacaciones o por mero descanso ordinario. Cursó dos años de Derecho en la Universidad de Sevilla, pero pronto entró en el noviciado de las Misiones en Moncada (Valencia) y después pasó un año en Santiago de Compostela. A partir de entonces viajó a Roma para formarse en Teología en la Pontificia Universidad Urbaniana para después comenzar unos estudios claves en su trayectoria como eclesiástico al ser matriculado en el Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos.

Fue ordenado sacerdote en 1980 de manos del cardenal Bueno Monreal en su parroquia del Corpus Christi. Dos años después fue enviado a Egipto a su primer destino misionero. Hoy dirige uno de los ‘ministerios’ más de importantes de la Santa Sede: el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, clave para el fomento de la convivencia de la religión cristiana con otras confesiones. “Es fundamental esa buena convivencia para el futuro de la humanidad. Ese futuro pasa por el entendimiento de todas las tradiciones religiosas, culturales y sociales. Personas de distintas tradiciones religiosas deben entenderse. Tenemos que estar juntos, encontrándonos en la plataforma común que es la Humanidad, en la aventura humana del saber colaborar reservando cada uno su identidad y sus diferencias”. Monseñor Ayuso hace un diagnóstico certero de la coyuntura actual: “El mundo que nos ha tocado vivir está herido, requiere el bálsamo de la misericordia y de la reconciliación tal como nos dice el Papa Francisco”.

Este sevillano criado en Heliópolis tiene una relación lógicamente fluida con el Santo Padre: “Tenemos una relación normal. Yo trabajo a su servicio. Estamos todos llamados a la dedicación y entrega al Santo Padre, desde el portero hasta el último señor cardenal. Hay que seguir el camino pastoral que el Papa nos indica”. Ve a Francisco con un “gran sentimiento de humanidad, de cercanía, de sacrificio, de vivir la vida en el espíritu de las bienaventuranzas”. Y abunda sobre el magisterio del actual Pontífice: “Necesitamos acercarnos al pobre, promover el inclusivismo y el diálogo”. Reconoce que el Papa tiene un “gran sentido del humor” que facilita que sus colaboradores tengan una relación “muy cordial” con él.

"El Papa tiene mucha autoridad moral más allá de la comunidad cristiana"

El Papa tiene mucha autoridad moral más allá de la comunidad católica, la tiene sobre todos los seres humanos. Nos invita constantemente a resanar a un mundo que vive en riesgo de separación, en la distancia. Nos invita a alejarnos de la cultura del insulto, como nos dijo en Pentecostés. Somos muy sociales en las redes, pero realmente socializamos muy poco”.

El sevillano Ayuso, ordenado obispo en 2016, cree que los cristianos de hoy tienen que perder un temor evidente: “Hay que desechar el miedo a acercarnos al diferente. Este es el desafío de hoy. Hay que activar una actitud de vida marcada por el diálogo con la finalidad de promover uniones. El Papa nos enseña a todos a ser compañeros de viaje los unos de los otros”.

"Desde el Concilio Vaticano II todos los Papas han trabajado por el entendimiento con las otras religiones"

El 5 de octubre será nuevo cardenal. El Papa le asignará un templo romano. Y seguirá al frente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. “Desde el Concilio Vaticano II todos los Papas han trabajado por la convivencia entre las diferentes tradiciones religiosas, promoviendo relaciones de amistad y respeto. Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI… Todos han evitado el relativismo, han fomentado el diálogo, la caridad, la unión, la labor misionera y de apertura con las personas de otras confesiones. Así lo hizo el Papa Francisco el pasado febrero de Abu Dhabi cuando se entrevistó con el Gran Imán de Al-Azhar, con quien firmó un documento en el que instaban a toda la humanidad a la promoción de la fraternidad, la paz y la convivencia en común”.

Desde la curia romana, monseñor Ayuso no olvida sus vinculaciones más sevillanas en su condición de hermano de cuatro cofradías de la Archidiócesis: El Baratillo, Pasión, la Macarena y Jesús Nazareno de Alcalá de Guadaira. “Soy de cada una por razones familiares”. Ni pasa por alto su relación más que cordial con el cardenal Amigo, purpurado desde 2003 que ya ha participado en dos cónclaves: “Ambos hemos compartido mucho de vida misionera, hemos trabajado en Marruecos, él como obispo de Tánger. El cardenal Amigo es un experto en islamismo, en el fomento del diálogo entre religiones. Tenemos amistad. Nos vimos la última vez con motivo de la festividad de Santiago Apóstol”.

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