Sevillanos afectados por la incertidumbre de Muface: "Estamos desesperados, necesitamos que alguien nos asegure que nuestra sanidad está garantizada"

Los funcionarios claman que el Estado debe cumplir con las condiciones que otorga la plaza, que no son "privilegios"

La patronal defiende que existe margen de mejora de la "infrafinanciada" Muface para atraer a las aseguradoras

Testimonios de los funcionarios: "Es inviable que todos los que estamos en sanidad concertada entremos en la pública" / Chantal de la Cruz

La situación a la que se están viendo abocados más de un millón de funcionarios en España, tras la negativa de dos aseguradoras a continuar con el concierto público es "desesperante", según relatan numerosos testimonios sevillanos.

El problema radica en que ninguna de las aseguradoras que prestan servicio a Muface se ha presentado al concurso público de este modelo, la mutua que presta servicios sanitarios a los funcionarios, dado que según denuncian están "infrafinanciada".

La solución pasa por la negociación abierta entre el gobierno y las compañías para resolver el futuro de la atención a los pacientes.

En la provincia Sevilla, un total de 74.708 personas pertenecen a Muface entre el grupo de mutualistas, beneficiarios y jubilados, de las que más de 20.000 son funcionarios de Educación

La ministra de Sanidad, Mónica García, asegura que el sistema público de salud se vería obligado a asumir millón y medio de funcionarios en el momento en el que Muface desaparezca; toda vez que las aseguradoras necesitan "margen de mejora para ofrecer una atención satisfactoria" y sin pérdidas para ellos.

Así las cosas, buena parte de la ciudadanía asegurada con Muface se encuentra a la espera de una solución: "No sabemos qué va a pasar", denuncian numerosos testimonios.

Carmen Contreras, que ha desempeñado durante décadas como profesora, está recién jubilada, y es mutualista de Muface, pero asegura encontrase en "una situación muy díficil por la falta de acuerdo entre las partes, el gobierno y aseguradoras para dar continuidad al concierto con Muface, que recuerdo que no es privada, es concertada".

"El Estado ha roto la baraja"

Carmen Contreras, mutualista de Muface
Carmen Contreras, mutualista de Muface

Contreras, en tratamiento por una patología, se encuentra en total incertidumbre, "no sabemos qué va a ser de nosotros". "A nosotros nos tienen que tener en cuenta como agentes sociales, al igual que a los profesionales sanitarios, no se ha hecho una mesa de diálogos con todos los agentes para evaluar el problema", detalla Carmen.

Según relata Carmen, "hay una dejación de funciones por parte del Estado, porque nadie nos explica nada, necesitamos que alguien nos asegure que nuestra sanidad está garantizada". "No estamos hablando de una sanidad privada, es concertada. Del mismo modo que a nadie se le ocurre meter de un día para otro a todos los alumnos de la concertada o en la formación profesional, que ese alumnado va a la pública. Es inviable, y esto es igual, porque nuestra plaza nos otorga ese seguro por nuestra oposición".

En palabras de Carmen, de asegumir la Seguridad Social a los pacientes, "sería un colapso del sistema, porque nosotros colaboramos a que la sanidad este así, porque hay listas de espera pero las aliviamos con Muface; pero si desaparece Muface, la estimación es que se añadiría una cantidad de pacientes de la densidad poblacional como la provincia de Granada al SAS, algo inasumible", calcula.

El que rompe la baraja aquí es el Estado y estamos a verlas venir"

Por otro lado, Juan Antonio Tena González, ginecólogo en la sanidad privada asegura que gran parte de su pacientes son usuarios de Muface y ve de primera mano el problema.

El doctor cuenta con gran volumen de pacientes, y por ética profesional ve la "preocuación que hay en ellos ante esta situación", apunta el doctor Tena.

"¿Qué hacemos ahora con las pacientes oncológicas"

Juan Antonio Tena, ginecólogo
Juan Antonio Tena, ginecólogo

Según apunta el doctor, "estos pacientes se ven desprovistos de un sistema sanitario, y hay dos problemas: hay un gran grupo de pacientes que van a caer en un sistema asfixiado. Hacen falta en Andalucía más de 700 camas más al año para acoger a este funcionariado; es una barbaridad", argumenta.

Por otro lado, el facultativo recalca que, de la forma más imediata el clamor está con las pacientes oncológicas.

Es todo muy dubitativo y confuso y genera mucha ansiedad"

Del mismo modo con las embazadas, "¿cómo trasmitimos ahora la historia clínica a las que están en su séptimo mes de embarazo? ¿Cómo se va a hacer esto?", se pregunta el ginecólogo.

"Es muy dramática la situación y buena parte de esta situación acabará con que buena parte de estas pacientes acaben por hacerse un seguro privado cuando ya tenían ello con su plaza, y ahora les supondrá un gasto extra cuando han visto congelados sus sueldos. Otros pacientes de más de 80 años no tendrán ni esa opción, porque quizás no son admitidas en ninguna compañía médica y caerán en un sistema público al que no están acostumbrados", advierte Tena.

"Esto es un problema social"

Sara Martínez, profesora de Educación Secundaria
Sara Martínez, profesora de Educación Secundaria

Por su parte, Sara Martínez García, profesora de Lengua Castellana y Literatura, se muestra temerosa ante esta situación: "no sabemos desde cuándo dejamos de tener asistencia por Adeslas, realmente tampoco sabemos cuál es el siguiente caso", apunta.

"Todo es incertidumbre, tanto el gobierno como aseguradoras tienen que ponerse de acuerdo. Esto no es un problema del empleado público; si no de la sociedad, porque al final nos afecta a todos", apunta la docente.

Por su parte, Sara recalca que la aprobación de la oposición incluye una serie de condiciones como sueldo o trienio, y ser mutualista, si nos quitan esa condición perdemos una serie de derechos que tenemos adquiridos y no son privilegios, es nuestro esfuerzo por aprobar una oposición", detalla.

En el caso de que sea la Seguridad Social la que asuma la prestación sanitaria, Sara afirma que esto supodría un "colapso", porque hay que tener en cuenta que en Muface, un 30% de los mutualistas son mayores de 65 años, una población que acude más frecuentemente a los centros sanitarios. Sin embargo, si los atiende Muface, se descongestiona de algún modo el sistema sanitario de la Seguridad Social", apunta.

Otra de las cuestiones que estos cambios no se pueden hacer de la noche a la mañana, hay que hablar con los afectados y los facultativos. Esto requiere un plan mayor del que están planteando las aseguradoras. Hay que escuchar al mutualistas y al profesional y al médico, porque ellos ganan muy poco dinero por paciente. Tienen que sentarse a negociar y no jugar con la sanidad de tantísima gente. No pueden apretar tanto las tuercas las aseguradoras", apunta. Mis propios familiares que son mayores, tampoco saben quién les va a atender ahora ni quién tendrá su historial", detalla.

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