La fuga del Torna
El atracador de narcos que escapó de una redada podría estar en Marruecos
Sevilla/La historia de Francisco O. J., más conocido como Paco el Torna, es la de cómo un simple ladrón que se dedicaba a robar en pequeños comercios se convirtió en uno de los más reputados especialistas en el robo de dinero o droga a narcos (lo que en argot se conoce como vuelco) y en asaltos a búnkeres de la Policía y aduanas. Se le considera el cabecilla de la banda que asaltó la aduana de Huelva durante la Nochevieja del año 2013 para robar más de una tonelada de hachís. Fue detenido y juzgado por ello, pero finalmente fue absuelto junto con otros once acusados, a los que nadie pudo probar su relación con este golpe. Sólo fue condenado el vigilante de seguridad.
Su nombre volvió a salir en otoño del año pasado, cuando un narcotraficante de Montequinto sufrió un robo de más medio millón de euros en su domicilio. Cinco personas encapuchadas, con monos de trabajo oscuro, accedieron a la casa del narco con una escalera extensible. Allí sustrajeron 547.180 euros. La Policía los sorprendió porque recibió una llamada del 091 que alertaba de un robo en un domicilio de este barrio.
El Torna se crió en el Polígono Norte. Era un ladrón que cometía robos con fuerza en las tiendas, hasta que conoció a su pareja, que era de las Tres Mil y se marchó a vivir a este barrio. Allí se especializó en los vuelcos. En algunos de estos episodios en los que presuntamente participó hubo tiroteos con otros narcos. Unos franceses estuvieron buscándolo por las Tres Mil Viviendas durante un tiempo, sin éxito. De él se cuenta que tiene una gran fortuna pero que es adicto al juego, y necesita liquidez para visitar los casinos.
Ahora lo busca la Guardia Civil por su presunta relación con un alijo de 500 kilos de hachís. El Torna venía de Cádiz con un coche por delante mientras su lugarteniente, apodado Morlesín, viajaba en una furgoneta con la droga por detrás. La Guardia Civil paró al primer coche y el socio dejó la furgoneta en una gasolinera. El Torna recogió a su compinche y luego volvieron a por la droga, que ya había sido intervenida. La Guardia Civil desarrolló hace unas semanas una operación en su domicilio en Las Letanías, pero no se encontraba en casa aquel día. Ni tampoco en su antiguo piso del Polígono Norte, donde también lo buscaron. Fueron detenidas varias personas y desmantelada su banda, pero él sigue huido. Se cree que está en Marruecos, como el narco del clan de los Castañas que fue liberado del hospital de La Línea la semana pasada. De su relación con el hachís da cuenta el mural hallado en su chalé de Carmona cuando fue detenido en 2013, que representa un alijo en una playa.
El mural que representa un alijo, en un chalé del narcotraficante.
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