El frente sindical contra Zoido toma la calle
Huelga indefinida en Lipasam
Los empleados de Lipasam y Mercasevilla se unen en una manifestación que acabó frente al Ayuntamiento.
Huevos, petardos, humo y un baile de cifras. La manifestación convocada ayer por el comité de empresa de Lipasam partió desde las instalaciones que la empresa municipal tiene en la carretera de Málaga y concluyó frente al Ayuntamiento de Sevilla. Un largo recorrido al que se sumaron varios trabajadores de Mercasevilla donde no faltó una fuerte presencia policial, especialmente en la calle San Fernando -donde se encuentra la sede regional del PP- y en la Plaza Nueva. Aunque no hubo incidentes que lamentar, sí se palpitó la tensión existente en los gritos contra el gobierno local, al que el comité responsabiliza de la acumulación de basura en las calles de la ciudad, que ayer superaban las 5.000 toneladas.
Mientras que en los contenedores los residuos rebosaban ayer y ya había lugares donde los desperdicios dificultaban el tránsito de peatones y vehículos, los trabajadores de Lipasam acudían a la manifestación que partió a las diez de la mañana del kilómetro 1 de la autovía A-92. Como suele ser habitual en este tipo de convocatorias, existe un baile de cifras bastante considerable sobre la cantidad de participantes. La Policía Nacional estimaba el número en unos 400; por contra, el comité lo elevaba a 1.500.
La pancarta que servía de cabecera a la marcha reflejaba uno de los temores que han manifestado los sindicatos con representación en la empresa de limpieza los últimos meses y que el Ayuntamiento ha negado: "Por el carácer público de los servicios". En esta línea se escucharon muchas de las consignas: "¡Lipasam no se privatiza!".
Poco después de las doce del mediodía la comitiva alcanzaba la calle San Fernando, donde se vivieron momentos de tensión cuando varios manifestantes arrojaron media docena de huevos contra la fachada de la sede del PP andaluz, cuya puerta había aparecido el día anterior llena de desperdicios. La presencia de la Policía Nacional en este punto fue bastante elevada, con un cordón en las dos aceras, tanto en la de la sede popular como en la del Rectorado.
En el transcurso de la manifestación también se habían sumado los trabajadores de Mercasevilla, que afrontan un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE). Al llegar a la Plaza Nueva, un cordón policial impedía que los empleados de ambas empresas municipales se acercaran al andén del Ayuntamiento. Los gritos de "¡Zoido, vete ya!" o "Mercasevilla solución" fueron en aumento mientras se lanzaban petardos, bombas de humo y panfletos (algunos de ellos con caricaturas del alcalde).
Los portavoces del PSOE y de IU, Juan Espadas y Antonio Rodrigo Torrijos, respectivamente, aprovecharon la concentración de los trabajadores de ambas empresas para salir del Ayuntamiento y hablar con sus representanets, algo que, como era de prever, no hizo ningún miembro del gobierno local. En este sentido, la reunión diaria del comité de seguimiento de la huelga de basura se trasladó al Hogar Virgen de los Reyes al que se desplazaron representantes del sindicato policial para protestar por los recortes salariales.
En la Plaza Nueva, Espadas, Torrijos y el presidente del comité de empresa de Lipasam, Antonio Bazo, exigían a Zoido "responsabilidad" y lo culpaban de la basura acumulada al no haberse reunido todavía con los trabajadores. Una hora después se anunciaba el comienzo de las negociaciones entre ambas partes.
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