El freno a los pisos turísticos en Sevilla rompe "el tripartito bloqueador"

Adiós al “tripartito bloqueador”. La limitación de los pisos turísticos en Sevilla ha disuelto lo que el alcalde José Luis Sanz ha denominado durante los últimos meses como la alianza antinatura entre PSOE, Vox y Podemos-IU, que ha impedido sacar adelante muchas de las propuestas del gobierno local. No ha ocurrido así con el planteamiento de los del PP para poner freno a las viviendas pensadas para visitantes de corta estancia, cuya regulación ha logrado el respaldo a última hora del partido de Santiago Abascal. El alcalde ha alabado el gesto del grupo encabezado por Cristina Peláez, mientras que desde los partidos de izquierdas se alerta de que tal apoyo supondrá el incremento de hasta 23.000 pisos turísticos más. 

Como adelantó este periódico, Vox apoya el documento del gobierno local para limitar los pisos turísticos. Eso sí, lo hace con condiciones. Habrá que revisarse el 10% de limitación en los barrios y Sanz habrá de exigir al Ejecutivo de Juanma Moreno (ambos del mismo signo político) que modifique el decreto 21/2024 para otorgar mayores competencias a los ayuntamientos en materia turística. No es la primera desavenencia entre el Ayuntamiento hispalense y la Junta en este ámbito. Debe recordarse lo ocurrido con la tasa turística. 

Para el regidor, el cambio de postura de Vox es una muestra de “responsabilidad política”, motivo por el cual lo “alabó” este lunes. Sanz recuerda que después de “tres años” en los que se ha hablado de la necesidad de frenar la proliferación de pisos turísticos, la oposición debía dar un paso al frente. Una vez logrado el respaldo, el documento base se debatirá para introducir las mejoras pertinentes. 

Segundo escollo salvado

Es el segundo escollo que salva Sanz este 2024. El primero fue el de los Presupuestos, para lo que no le quedó más remedio que recurrir a una cuestión de confianza, mediante la cual se lograron aprobar las cuentas municipales en agosto. El segundo ha sido la limitación de los pisos turísticos, para lo que, después de cuatro meses desde que se presentó la primera propuesta, ha contado con la ayuda de Vox, que debían ser sus aliados naturales, aunque estos 15 meses de gobierno ponen en duda tal calificativo. 

En Vox, su portavoz, Cristina Peláez, defiende el apoyo al entender que con él se logra la limitación de estos inmuebles. Subraya, eso sí, las condiciones que habrá de cumplir el PP. La revisión del 10% que los populares proponen como máximo en todos los barrios, para que se adecue a la realidad de cada zona de la ciudad; y por otro lado, que se exija a la Junta mayores competencias municipales en materia turística. De hecho, Peláez culpa al decreto autonómico de ser el causante de la saturación de estas viviendas. Para la portavoz de Vox, el respaldo evidencia que su partido es “útil” en la vida política de la ciudad. 

La reacción de la izquierda

En los grupos de izquierda, el apoyo a última hora del partido de Abascal a la propuesta de Sanz sobre estos pisos ha provocado la alarma en el PSOE y la coalición de Podemos-IU. El concejal socialista Francisco Javier Páez ha insistido en que el planteamiento del PP supone 23.000 licencias más para viviendas turísticas. Un incremento que, salvo en determinados barrios del Casco Antiguo (como el Museo), afectará especialmente a los distritos que hacen las veces del cinturón del centro: Macarena, San Pablo, Sur, Nervión y Los Remedios. 

Para Páez, esta incidencia no es baladí, pues conllevará el encarecimiento de los alquileres residenciales y, por tanto, la expulsión de los vecinos hacia zonas más alejadas o a otros municipios del área metropolitana. 

"El trabajo sucio"

Más dura se ha mostrado la portavoz de Podemos-IU, Susana Hornillo, quien, además de alertar del incremento de viviendas con la regulación de PP y Vox, preguntó por el provecho que el partido de Abascal sacará del acuerdo. “¿Qué va a recibir Vox a cambio de hacerle el trabajo sucio al PP?”, es la pregunta de la concejal de Podemos. 

El cambio de postura en Vox se produce un año después de que Cristina Peláez exigiera la entrada de su partido en el gobierno popular, condición que, según la concejal, fue prometida por Sanz tras las elecciones de 2023. Un año después, al menos, hay un tibio acercamiento.