El fiscal pide un millón a Kantauri para los hijos de los Jiménez Becerril

El ex dirigente de ETA José Javier Arizcuren Ruiz Kantauri se negó ayer a declarar en el juicio por el asesinato a tiros del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García, en Sevilla el 30 de enero de 1998. Al comienzo de la vista en la Audiencia Nacional, Kantauri se limitó a decir en euskera que es militante de ETA y que no quería participar en el juicio ni responder a pregunta alguna. "Soy militante de ETA, no participo en este juicio y no voy a responder a las preguntas que me hagan, ni siquiera a las de mi defensa", declaró.

El fiscal Daniel Campos ha pedido al tribunal de la Audiencia Nacional encargado de dictar sentencia que Kantauri sea condenado a 60 años de cárcel por ser el jefe de los comandos de la banda terrorista que dio las órdenes para este atentado, acción que el representante del Ministerio Público ha calificado como "una de las más terribles de ETA".

Además, solicitó que indemnice con un millón de euros a los tres hijos del matrimonio fallecido. El abogado de la acusación ejercida por la Asociación Víctimas del Terrorismo se ha sumado a la petición de pena para el acusado mientras que su abogada defensora ha reclamado la absolución al considerar que no ha quedado acreditada su participación en los hechos y considera que las acusaciones sólo se basan en declaraciones de coimputados no ratificadas en el juicio y fruto de torturas denunciadas en su día.

El fiscal Daniel Campos acusa a Arizcuren Ruiz de ejercer, desde 1994, la dirección de los comandos de la banda terrorista y, entre ellos, el Andalucía que integraban Azurmendi, Barrios y Pedrosa, ya condenados como autores materiales de los disparos que acabaron con la vida del matrimonio.

El fiscal relató que Kantauri facilitó en Francia a los autores materiales las instrucciones, las armas y el dinero para cometer el atentado, y consideró impensable que los miembros del comando de dijeran ayer que actuaron "a su aire" dada la estructura jerarquizada de ETA sobre todo para decidir acciones contra políticos.

Los etarras condenados ya a 60 años de cárcel cada uno por estos hechos, José Luis Barrios Martín, Miguel Azurmendi Peñagaricano y María Teresa Pedrosa Barrenechea, testificaron ayer que no recuerdan si la orden se la dio Kantauri ni si se reunieron con él en Francia para que les facilitara dinero y armas para llevarla a cabo y han alegado torturas en sus declaraciones ante la Guardia Civil.

José Luis Barrios ha asegurado que sabe quién es Kantauri por las fotos en la prensa y María Teresa Pedrosa ha dicho que le ha conocido en la cárcel.

La presidenta del tribunal, Ángela Murillo, pidió a Teresa Pedrosa respeto al fiscal durante el interrogatorio ya que en un momento del mismo ella le contestó que para qué quería saber lo que le estaba preguntando limitándose la testigo a responder que había sido torturada durante cinco días por la Guardia Civil. Cuando se le pidió que explicara las preguntas torturas, respondió "¿Para qué quiere saberlas? ¿Para reírse?", espetó al representante del Ministerio Público, ante lo que la presidenta de la Sala le interrumpió para decirle que "de risa nada" ya que el objeto del juicio "no es cosa para reírse" y le insistió en que contestara al fiscal.

Entre los asistentes a la vista se encontraba la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, que era la alcaldesa de Sevilla cuando se cometió el atentado. En declaraciones a los periodistas en un receso de la vista, dijo emocionada que había asistido al juicio como "homenaje a todas las víctimas del terrorismo que sufren tantísimo". "He querido estar en el juicio en recuerdo de dos víctimas del terrorismo a las que no puedo olvidar como a tantas otras personas mencionadas en el juicio que han sido perseguidas y objetivos y que acabaron con sus vidas", añadió.

Por su parte, la eurodiputada del PP Teresa Jiménez-Becerril, hermana de Alberto Jiménez-Becerril, deseó ayer que Kantauri sea condenado por el crimen y "cumpla íntegramente su condena, sin más beneficio que el de seguir vivo". En un comunicado remitido a Efe la parlamentaria europea asegura que no le importan los miles de años a los que puede ser condenado, sino que cumpla de verdad la pena que se le imponga. "Hoy juzgan al que mandó matar a mi hermano Me gustaría decir que espero que sea condenado y que salga de la cárcel dentro de muchísimos años, viejo y como un miserable, completamente solo y no sonriente y acogido como un héroe".