La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
Un grito en internet. Una campaña en Change.org pide que no se tale el singular ficus de la parroquia de San Jacinto de Triana. "Dejadlo vivir: ¡Ni un árbol menos!" es el nombre de la campaña puesta en marcha por Gema Aguilera que cuenta ya con casi 50.000 firmas, el objetivo marcado.
"En el corazón de Triana, donde escasean las zonas verdes, ya en el siglo XXI y en plena crisis climática, se va a cortar un árbol que nos regala oxígeno, sombra, limpia el aire, baja varios grados la temperatura y da cobijo a decenas de aves. ¿No compensan todos estos beneficios como para buscar soluciones alternativas?". Así se justifica la petición para evitar el apeo de este ejemplar que lleva más de un siglo en la esquina de las calles San Jacinto y Pagés del Corro.
Los propietarios del árbol, la comunidad parroquial de San Jacinto, ha advertido en múltiples ocasiones que no cuenta con los medios económicos ni materiales para hacer frente al mantenimiento que requiere un ejemplar de este porte. Por ello, el árbol ha sufrido diversas patologías en los últimos años que han desembocado en varios accidentes graves.
Ante ello, la comunidad parroquial solicitó el apeo del ejemplar y así terminar de raíz con el problema. La Comisión Provincial de Patrimonio, organismo dependiente de la delegación provincial de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, se tenía que pronunciar sobre la tala al estar el ejemplar en un BIC. El pasado 27 de abril analizaba la solicitud de apeo del ficus presentada, el informe sobre la afección que el árbol originaba sobre el monumento, y el informe elaborado por Parques y Jardines a petición del citado organismo para conocer su estado y los tratamientos y acciones que se podía llevar a cabo sobre el mismo antes de llevar a cabo su definitivo apeo. La Comisión evitaba pronunciarse taxativamente y se limitaba a pedir que se tomaran las medidas oportunas y necesarias para garantizar la seguridad de las personas antes de retirar el ejemplar, aunque no señalaba cuáles eran éstas.
El Ayuntamiento, en virtud de los informes técnicos, advertía de la peligrosidad del árbol siempre que no se realizaran la actuaciones de conservación necesarias. La conclusión era que el árbol tenía viabilidad siempre que hubiera una supervisión y un control especializado y constante. En cualquier caso, la Gerencia de Urbanismo dio a la comunidad la licencia para su tala.
Desde entonces, se han alzado numerosas voces pidiendo la conservación del ficus y que el Ayuntamiento se haga cargo de su conservación. Una de ellas ha sido la de Enrique Figueroa, catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla, que en estas páginas pedía el indulto del árbol por ser un bien patrimonial de Sevilla.
Además, Figueroa urgía al Ayuntamiento a hacerse cargo del mismo por responsabilidad. En estos mismo términos se expresa la petición ciudadana: "Si la propiedad no puede hacerse cargo tendremos que hacerlo entre todos. En 2021, el párroco de San Jacinto propuso que la plaza volviera a ser un espacio público y que el Ayuntamiento asumiera su mantenimiento. Ésta puede ser la mejor solución".
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