La final de la UEFA en Sevilla es el reto "más complicado" para la Policía en años
La Policía espera a más de 130.000 seguidores sin entrada, lo que hace difícil impedir que ambas aficiones se junten
El alcohol y la cantidad de obras que hay en la ciudad dificultan aún más el despliegue
Más de 5.500 agentes participarán en el despliegue de seguridad
La final de la Europa League que se disputa este miércoles en Sevilla, y que enfrenta al Eintracht de Fráncfort y al Glasgow Rangers, es el partido "más complicado de los últimos años" en materia de seguridad para la Policía española. Así lo ha expuesto este martes Juan Carlos Castro, comisario jefe de la Brigada General de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, que ha presidido en la Jefatura Superior de Sevilla una reunión de coordinación para perfilar el dispositivo.
Lo que complica especialmente el despliegue es la enorme cantidad de personas que llegarán a la capital andaluza sin entradas, lo que hará muy difícil de controlar a grandes grupos de aficionados. Está previsto que se desplacen a Sevilla más de 150.000 seguidores de ambos equipos, de los que menos de 20.000 disponen de entradas. "Es una barbaridad", admitió el comisario.
La Policía conoce que el número de aficionados escoceses que vendrán a Sevilla es de alrededor de 100.000. Por su parte, son unos 50.000 los alemanes que llegarán a la ciudad en las próximas horas. La UEFA ha repartido algo menos de 10.000 entradas a cada club, pues se queda un porcentaje del 25% de los billetes para sus compromisos y otro 25% ha de ponerse a la venta al público. Algunos de estos aficionados sin entrada intentarán acceder al estadio por todos los medios, saltando los tornos, disfrazados de vigilantes o stewards o con entradas falsificadas.
Las Fuerzas de Seguridad conocen exactamente el número de vuelos y trenes que llegan a Sevilla este martes y este miércoles. Sabe que se han fletado numerosos vuelos chárters no sólo a San Pablo, sino también a aeropuertos cercanos como los de Málaga, Jerez de la Frontera o Faro. Y también que los trenes AVE desde Madrid y Málaga vienen prácticamente llenos de extranjeros. Pero no puede controlar el aluvión de vehículos que se espera por carretera.
En el Algarve hay una colonia de unos 30.000 escoceses que viven allí todo el año, y se espera que muchos de ellos sean seguidores del Rangers y se desplacen a Sevilla el mismo día de partido en autobuses. Igual ocurre con los numerosos alemanes que residen en la Costa del Sol y en la costa alicantina, así como en Baleares. "Nos preguntaron si habíamos prohibido alquilar autobuses. No hemos prohibido, simplemente creemos que no hay autobuses disponibles para tanta demanda".
El elevado número de personas sin entrada, y por tanto más difícil de controlar, que llegarán a Sevilla, hace de este dispositivo que sea el más complicado para este comisario, que ha organizado ya un buen número de eventos internacionales. Es más difícil, en su opinión, que la final de la Copa Libertadores entre el Boca Juniors y el River Plate, que se celebró en el Santiago Bernabeu, o que cualquiera de los partidos internacionales que se han disputado en España, como los de la Eurocopa de 2021 en el estadio de la Cartuja.
El comisario de Seguridad Ciudadana explicó que el dispositivo está enfocado principalmente a que las aficiones no se encuentren, pero que será imposible de controlarlo todo ante el elevado número de personas. Recordó que ya durante los octavos de final algunos aficionados del Eintracht de Fráncfort se enzarzaron en una pelea en el Paseo de Colón contra los ingleses del West Ham.
Por ello se han retirado veladores y otros elementos del mobiliario urbano en el perímetro del estadio, para evitar que puedan utilizarse como arma arrojadiza. La zona sur del estadio será para los aficionados alemanes, que tendrán su fan zone en los jardines del Prado, mientras que la norte quedará para los escoceses, que tendrán su lugar de encuentro en la Alameda de Hércules y el parque del Alamillo y, los que no tengan entradas, podrán ver el partido en una pantalla en el estadio de la Cartuja. También se está habilitando el auditorio Rocío Jurado.
Hay dos cuestiones que complican el dispositivo. La primera es el alcohol. Se trata de dos aficiones a las que, en líneas generales, les gusta beber. "Y si en sus países toman la cerveza caliente, cuando aquí la consuman fresquita, beberán más si cabe". Para ello, en las fan zone sólo se servirá cerveza de baja graduación y ni en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ni en la Cartuja habrá alcohol. Pero es imposible controlar lo que hagan los aficionados fuera de estos lugares.
El segundo factor de dificultad es la existencia de numerosas obras en la ciudad, algunas de ellas cercanas al estadio donde se disputa el encuentro, como es la de la ampliación del tranvía por la avenida de San Francisco Javier. De esta forma, los seguidores radicales pueden encontrar más fácilmente objetos que utilizar como proyectiles.
No suelen ser aficiones muy marcadas ideológicamente, aunque hay grupos radicales. Los del Eintracht tienen una ideología más de izquierda, mientras que los del Rangers se inclinan más hacia la derecha. Sí son aficiones que suelen utilizar bengalas para animar a sus equipos, con el consiguiente riesgo que ello conlleva.
En los alrededores de la zona sur de la ciudad, en la que hay calles más estrechas, se cerrarán vías por completo y no se puede aparcar desde la pasada medianoche. La Policía establecerá varios anillos de seguridad a los que sólo se podrá acceder con entrada. El comisario pidió "paciencia" a los vecinos de Sevilla y detalló que ya la pasada noche hubo muchas llamadas por ruido. "Ya hay muchos aficionados, que estaban en los bares, y cuando ha llegado la hora de cerrar, no se querían ir. Así que han armado jaleo, todo pacífico de momento, pero son molestias. Esta noche habrá más", apuntó, y quiso lanzar un mensaje de tranquilidad.
El comisario apuntó que el grueso de los aficionados se quedarán en hoteles, hostales, apartamentos y albergues, pero que habrá muchos que, viendo las buenas temperaturas de estos días, pasen las noches al raso y no será extraño ver a escoceses y alemanes durmiendo en un banco, en un parque o en mitad de una calle.
"Nos llegan informaciones de la Policía escocesa de que son muchos los ciudadanos que se han cogido toda la semana de vacaciones y se han venido a España, a zonas en las que es habitual que veraneen e incluso tienen casas, como la Costa del Sol, para luego desplazarse a Sevilla el día del partido", apuntó el responsable de las unidades de Seguridad Ciudadana de toda España, que estuvo acompañado por el jefe de las UIP, Francisco López Gordo, y el comisario provincial de Sevilla, Ernesto López Ganfornina.
En el dispositivo de seguridad figuran más de 5.500 agentes de la Policía Nacional, Local y Guardia Civil. Hay vigilancia aérea con drones y con helicópteros. Han venido unos 1.600 policías nacionales de Madrid para reforzar el despliegue. Hay equipos antidrones, caballería, antidisturbios y distintas especialidades para garantizar la seguridad. En los centros de control hay policías alemanes y escoceses, conectados con los propios clubes, para transmitir la información que sea necesaria en cada momento a través de las redes sociales oficiales. Y también han venido policías de Catar, que se están formando en los dispositivos de los partidos de alto riesgo de cara al próximo Mundial.
El comisario recordó la experiencia que tiene la Policía española y que todo ha salido bien en los últimos encuentros de alto riesgo, como el de la final de la Copa del Rey. "Lo haremos bien si sólo se habla del resultado del partido al día siguiente".
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