La final de la Copa del Rey acapara las reservas de bares y restaurantes de Sevilla
Hostelería
Muchos negocios del Casco Antiguo tienen todas las mesas ocupadas desde este jueves
La mayor parte de la demanda procede de seguidores del Athlétic de Bilbao
Los turistas dejan en Andalucía unos ingresos de 478 millones durante esta Semana Santa
Una final de Copa de Rey entre Semana Santa y Feria. El partido que disputarán el Athlétic de Bilbao y el Real Club Deportivo Mallorca este sábado en el Estadio de la Cartuja ha tenido efecto inmediato en la hostelería. Desde que se conocieron los equipos que se enfrentarán por el trofeo, numerosos bares y restaurantes han ido completando la lista de reservas, hasta el punto de que en muchos de ellos apenas queda hueco libre para el próximo fin de semana. Una nueva oportunidad de negocio entre las dos fiestas principales de la ciudad.
"Ojalá todos los fines de semana hubiera una final". Quien así se expresa es Pedro Robles, responsable del Grupo Robles, una de las firmas hosteleras de referencia de Sevilla. Pese a que a priori se pudiera pensar que los seguidores de un equipo de fútbol no son amantes de la buena mesa, nada más lejos de la realidad. Las finales atraen a un buen número de turistas que, además de apoyar a los jugadores en el terreno de juego, quieren disfrutar del patrimonio y de la gastronomía de la ciudad donde se disputa el encuentro. Esto es lo que sucede con la Copa del Rey, para la que las reservas en los restaurantes comenzaron meses atrás por parte de visitantes nacionales.
En el caso de los restaurantes Robles, la ocupación llega al 85%. "Siempre dejamos un margen libre por las reservas que se puedan caer a última hora", explica el empresario, quien aclara que, por los nombres y apellidos de quienes las han realizado, todo apunta a que la mayoría de los clientes de los próximos días serán vascos. Hay grupos apuntados desde mañana jueves, cuando llegarán los primeros. "No son demasiado grandes, el máximo de integrantes que se alcanza, por ahora, es de ocho. Todos comen a la carta, sin menú cerrado", detalla el hostelero.
Buscando habitación
Casa Robles, en la calle Álvarez Quintero, es el local más demandado, al situarse a escasos metros de la Catedral y la Giralda. Una oportunidad de comer cerca de la principal zona monumental de la ciudad. Pero también para el establecimiento de Placentines hay reservas. Y ojo a un dato revelador sobre el turismo que genera este encuentro: "No sólo nos llaman para pedir mesa, también para que le busquemos habitación".
En idéntica situación se encuentra el Restaurante Becerrita, a pocos metros de la Puerta de Carmona. Otro de los negocios de referencia de la hostelería sevillana. Su responsable, Jesús Becerra, indica que las reservas están completas para la noche del próximo viernes, el mediodía del sábado y el del domingo. "Estamos desbordados para estas fechas", refiere el tabernero, quien añade que clientes habituales de Sevilla son los que están solicitando mesa para amigos de Bilbao y Mallorca, para los que también buscan alojamiento.
"Es la tónica habitual de cualquier final de Copa del Rey", recuerda Becerra, que aporta otro dato a tener en cuenta. "Los bilbaínos rinden culto a la gastronomía. Eso es un plus para los restaurantes, por lo que se garantizan las buenas viandas y caldos en la mesa", agrega.
Tres días al completo
Quienes se desplazan con un equipo que disputa la final de una competición no sólo recorren las inmediaciones del estadio donde se juega el partido, en este caso, la Isla de la Cartuja. También les gusta conocer el patrimonio de esa ciudad, de ahí que lleguen al destino con días de antelación. Un turismo del que, además de hoteles, se benefician los bares del Casco Antiguo. Así lo confirman los dueños de La Flor de Mi Viña, situada en la calle José de Velilla, a escasos metros del famoso Blanco Cerrillo, que estos días, a buen seguro, registrará colas más largas de las habituales para probar su conocido adobo.
En el salón que posee La Flor de Mi Viña ya están todas las reservas completas desde mañana jueves hasta el sábado. No queda hueco libre para ninguna hora del almuerzo. Los turnos se fueron cerrando desde que se supo los equipos que pasarían a la final, hace poco más de un mes. Un éxito por adelantado que llega después de una Semana Santa pasada por agua. La escasa presencia de cofradías en la calle no ha mermado las ventas de este negocio, que se han mantenido en niveles parecidos a años de pleno en la nómina de los cortejos penitenciales. De hecho, desde el mediodía resultaba difícil encontrar un hueco libre tanto a mesa y mantel como en la barra.
Un balance muy distinto al de la patronal hostelera, que el pasado Lunes de Pascua lamentaba que la facturación en la reciente fiesta religiosa ha descendido, de media, un 50% respecto a 2023. Este porcentaje negativo ha llegado al 70% de caída en los establecimientos situados en barrios donde las ventas dependen del día de la salida de la cofradía de la zona en la que se encuentran. Al no ponerse en la calle, ha habido menos demanda. Especial incidencia ha tenido la borrasca Nelson (causante de las abundantes lluvias en la segunda mitad de la Semana Santa) en los locales con terrazas, sin uso en jornadas de precipitaciones.
Grupos de 50 comensales
En el grupo Ovejas Negras aún hacen recuento de la pasada fiesta cuando ya encaran un fin de semana con un importante volumen de reservas. Aunque tampoco esperaban que un encuentro de fútbol pudiera llenar sus locales, la realidad se ha encargado de desmontar este estereotipo. En establecimientos de la enseña como la Brasería Barbarita, en Nervión; El Castizo, en la céntrica calle Zaragoza; o el Torres y García, en el Arenal, cuentan ya con un importante número de reservas para el próximo fin de semana con motivo de la Copa del Rey.
Algunos de ellos son bastante grandes y se repartirán en varias meses. Hasta 46 integrantes y cinco niños. "Al superar los 20 comensales, por motivos de operatividad en la cocina, la reserva se hace con menú cerrado", explica el responsable de comunicación de la firma hostelera, una de las de mayor presencia en la ciudad.
Los efectos de la final de la Copa del Rey no sólo repercutirán en restaurantes de mesa y mantel, también en aquellos bares que funcionan sin reserva. Así lo esperan los responsables de Serenísima Iberia, grupo hostelero que opera con dos quioscos en la ciudad. Uno situado en la Alameda, Los Leones; y otro en el Parque del Alamillo, El Naranjal. Éste último se encuentra en la fan zone destinada a los seguidores del Mallorca. Esperan que esta localización repercuta en sus ventas desde el mismo jueves. Dicho establecimiento se encuentra operativo, en horario ininterrumpido, desde las 9:00 a las 21:00. Se convierte, así, en el negocio de referencia y más cercano para los seguidores del equipo de la capital balear. También esperan unas buenas ventas en el establecimiento de la Alameda, zona a la que recurren muchos aficionados en estos encuentros.
En los extremos de la Cartuja
La fan zone del Athlétic se encuentra en el solar situado junto a Torre Sevilla, al sur de la Isla de la Cartuja (el extremo opuesto del Parque del Alamillo). Su ubicación beneficiará a los establecimientos que se encuentren cerca del enclave, como los del centro comercial del citado rascacielos, Triana y, algo más alejados, los del entorno de Reyes Católicos y la Magdalena.
Se aproxima, por tanto, un fin de semana provechoso para los hosteleros que, según la patronal, han visto perjudicadas las ventas con la peor Semana Santa desde que comenzó el siglo XXI (sin contar las de la pandemia) y antes de que comience otra de las fiestas mayores de la ciudad, la Feria de Abril, que tiene en el ciclo taurino especial incidencia en bares y restaurantes.
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