El fenómeno de la responsabilidad penal en la medicina en equipo

El penalista Francisco Baena Bocanegra ofrece una magistral conferencia en la Real Academia de Medicina de Sevilla centrada en esta cuestión como desafío jurídico

Vista general del salón de actos Ramón y Cajal de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, ayer, durante la conferencia ofrecida por el abogado Francisco Baena Bocanegra.
Vista general del salón de actos Ramón y Cajal de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, ayer, durante la conferencia ofrecida por el abogado Francisco Baena Bocanegra. / José Ángel García

18 de diciembre 2024 - 05:59

El fenómeno de la responsabilidad médica es un cambio importante en la actividad médica, pero no desconocido, ni nuevo, ya que en todos los tiempos y civilizaciones, los médicos han tenido que responder de sus actos, unas veces ante el jefe de la tribu, otras ante el pueblo y otras ante el juez.

En este contexto, el encargado ayer de poner los puntos sobre las íes en este desafío jurídico fue el prestigioso abogado penalista Francisco Baena Bocanegra, quien pronunció una magistral conferencia al respecto en un escenario inmejorable, el salón Ramón y Cajal de la tricentenaria Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla.

Baena fue presentado por el Académico de Número, Jesús Loscertales Abril, quien glosó su dilatada trayectoria, asegurando que le resultaba "todo un honor" presentar al letrado y agradeciendo la exposición de un conferenciante del que destacó su "experiencia y sapiencia", así como "sus dotes de comunicador".

Loscertales puso en valor también las dotes de jurista de Baena Bocanegra. Para ello citó a Churchill. "Decía que la política es casi tan excitante como la guerra y casi igual de peligrosa. En la guerra sólo te pueden matar una vez, pero en política muchas veces", dijo, y a continuación trasladó esta teoría a la proyección profesional del conferenciante en el ejercicio de la abogacía. "Él no ha estado nunca en la guerra, se mueve en el proceloso mundo judicial, donde también te matan a menudo, pero él, hasta ahora, ha salido vivo y triunfante", manifestó.

Tras un repaso biográfico y curricular, Loscertales acuñó la autodefinición con la que el propio abogado se refiere a sí mismo, "un currante de la toga". También a la designación que le otorgó el presidente de la Academia Sevillana de Legislación y Jurisprudencia el día que el Consejo General de la Abogacía Española le otorgó la Medalla al Mérito en la Abogacía, el de "leyenda viva de la abogacía". Y ahondó en su forma de entender la justicia, convertida en el eje de su vida.

El letrado en un momento de su ponencia.
El letrado en un momento de su ponencia. / José Ángel García

A continuación, el abogado, que tituló su intervención La responsabilidad penal en la medicina en equipo. Un desafío jurídico, deleitó a los presentes con su habitual facilidad de palabra y capacidades comunicativas. Comenzó dictando una inexorable introducción al sentido de la medicina en equipo, "caracterizada por la presencia de equipos multidisciplinares, en la que cada uno de sus miembros aporta su saber especializado y experiencia, mediante la distribución de tareas y funciones, como modelo asistencial imperante en la actualidad sanitaria en el mundo", dijo, resaltando sus ventajas para el paciente, para inmediatamente afrontar las exigencias organizativas que este modelo demanda "en orden a la delimitación de funciones a desempeñar por cada uno de los intervinientes".

A partir de aquí, Baena desglosó la "rigurosa división del trabajo colectivo" en esta forma de hacer medicina, de la que dijo "es una realidad innegable y necesaria". Se centró en su doble perspectiva: vertical y horizontal. Tiró entonces de historia, haciendo alusión al origen de este planteamiento en Alemania a mediados del siglo XX. Y describió sus consecuencias. "Esto vino a provocar un replanteamiento del tratamiento jurídico de la exigencia de la responsabilidad personal de cada interviniente en una actividad compleja y desarrollada por una pluralidad de personas", indicó, haciendo luego mención a una perspectiva "tradicional" que partía "mecánicamente del análisis de un comportamiento individual perfectamente concretado". "Surge así la necesidad de que el Derecho dé respuesta a la nueva realidad prioritariamente en el orden de exigencias de las responsabilidades a demandar a cada uno de los participantes", puntualizó.

Así, explicó las "exigencias" del Derecho Penal en relación con las responsabilidades que a su sombra puedan exigirse a los sanitarios como consecuencia de su actuación, partiendo del principio de exigencia de responsabilidad por el hecho propio. Se detuvo aquí en la doctrina más actual del Tribunal Supremo sobre la materia y "la exigencia inexcusable de acreditar sin margen a la duda la relación existente entre la acción u omisión del médico y el resultado no querido producido".

Para que todos los asistentes entendieran de una manera práctica cómo se entiende por la jurisprudencia más autorizada la aplicación del principio de división del trabajo en el campo de la responsabilidad sanitaria, el abogado analizó distintas sentencias y a continuación se detuvo en el análisis del principio de confianza, para, seguidamente, desglosar cómo opera éste en los casos de división de trabajo. En primer lugar, en una perspectiva horizontal. "En la que se parte de la asistencia en la que participan diversos profesionales con la misma titulación, que desarrollan una misma actividad de forma autónoma e independiente, pero coordinada, de acuerdo a un organigrama, protocolo u otra disposición organizativa, siempre en beneficio de un mismo paciente", manifestó, refiriendo la ejemplaridad más significativa en el trabajo del cirujano y anestesista en quirófano.

De la división vertical del trabajo en equipo, dijo que es la presidida por el "principio de jerarquía", es decir, la subordinación del equipo a la autoridad de un superior. Y volvió a tirar de ejemplos con varias sentencias, deteniéndose en los casos tan frecuentes de olvido (los llamados oblitos) de material quirúrgico en el interior del paciente. De aquí saltó en el devenir de su conclusión final al emergente papel de la Inteligencia Artificial en la Medicina, dando paso a una pregunta reflexiva con la que finalizó su alocución. "¿A quién tendremos que sentar en el banquillo por sus efectos en la salud?", espetó.

El presidente de la institución, Carlos A. Infantes Alcón, se encargó de clausurar el acto enarbolando al ponente y su conferencia "magistral porque cualquier cosa que él comunique así lo es", dijo antes de hacer una breve reseña a la ponencia y dar el encuentro por concluido.

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