OBITUARIO
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El fenómeno que no cesa

Los 'gorrillas' siguen estando presentes en barrios como Bami y la Macarena.

D. J. G. / Sevilla

14 de mayo 2012 - 05:03

Hubo menos, pero nunca desaparecieron del todo. Las asociaciones de vecinos de las zonas de la ciudad más afectadas por la actividad de los gorrillas hacen balance del plan que puso en marcha el equipo de Zoido el verano pasado para acabar con este fenómeno. La opinión general es que la actividad de los aparcacoches ilegales, aunque se redujo algunos meses, aún no cesa. En concreto, en los barrios más afectados, como Bami y el entorno del Hospital Virgen Macarena, el problema ha repuntado los últimos meses, justo cuando se ha producido una bajada en las multas a estas personas que incumplen la normativa municipal, que prohíbe la práctica de exigir dinero a los ciudadanos a cambio de indicar una plaza libre para los vehículos en la vía pública.

Esta ordenanza antivandálica se aprobó en 2008 y en ella se contempla sanciones de hasta 120 euros por practicar dicha actividad, multa que rara vez se ha podido cobrar por la dificultad de localizar a los gorrillas. La llegada de Zoido al Ayuntamiento de Sevilla supuso un soplo de esperanza para los residentes de estos barrios que, 11 meses después, aseguran que las medidas anunciadas entonces han tenido poco efecto. La presidenta de la asociación de vecinos Bami Unido, Laura Baños, explica al respecto que en las calles aledañas al Hospital Virgen del Rocío cada vez hay más aparcacoches ilegales. "Se van unos y llegan otros", señala Baños, quien incide en que este verano sí hubo "bastante presencia policial" en la zona, lo que logró disminuir la presencia de los gorrillas.

Este efecto duró poco. "Al comprobar que era imposible que les cobraran las multas al no poder localizarlos han regresado e incluso amenazan y dañan vehículos si te niegas a pagarles", indica la dirigente vecinal, a la que en las últimas semanas le han destrozado su coche en varias ocasiones. A ello se une la menor presencia policial en el barrio. Por este motivo, Baños considera que el plan antigorrilla de Zoido ha tenido "efectividad cero". "Cuando adviertes a estas personas de que puedes denunciarlas y luego con el tiempo se dan cuenta de que no las sancionan, se hacen más fuertes y te amenazan más", apostilla la presidenta de Bami Unido.

Otra zona que se encuentra en similares circunstancias es la conformada por las calles adyacentes al Hospital Virgen Macarena. Víctor Díaz, presidente de la asociación de vecinos Torneo-Jiménez Becerril, relata el auténtico "calvario" que sufren muchos residentes a consecuencia del elevado número de indigentes que, procedentes del asentamiento del Paseo Juan Carlos I -junto al río- o del centro de transeúntes en la calle Perafán de Ribera, exigen dinero a cambio de señalar un espacio libre para aparcar.

Las calles donde suelen concentrarse son Perafán de Ribera, Avicena y Procuradora García Ortiz -justo detrás del Parque de los Perdigones- y en Alberto Jiménez Becerril, donde la presencia de los gorrillas es elevada debido a que en ocasiones llega a formarse una tercera fila de vehículos aparcados cerca de los numerosos bares que se encuentran en la confluencia de esta avenida con la Resolana y Torneo. Por este motivo, los vecinos llevan tiempo reclamando -lo hicieron ya con el anterior gobierno local- que se implante la zona azul en estas calles con la intención de evitar la presencia de aparcacoches no autorizados todo el día.

Díaz asevera que los gorrillas llegan a organizarse "por etnias". "A ciertas horas hay rumanos y en otras marroquíes. Además, una persona de cada colectivo es la encargada de acudir a algún establecimiento cercano para cambiar los monedas recaudadas en billetes", señala este vecino.

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