La fe mueve montañas o el Sínodo de los políticos

Calle Rioja

Pluralidad. La Facultad de Teología reúne a políticos de cinco partidos diferentes para debatir el papel de la Iglesia, todos ellos unidos por una fe que les llevó a la política

e izquierda a derecha, Rocío del Nido, Cristina Pélaez (Vox), Juan Carlos Cabrera (PSOE), Enrique Belloso (moderador), Manuel Palma (decano de Teología), José Luis Sanz (PP), Álvaro Pimentel (Ciudadanos) y Rosalía Abad (Podemos).
e izquierda a derecha, Rocío del Nido, Cristina Pélaez (Vox), Juan Carlos Cabrera (PSOE), Enrique Belloso (moderador), Manuel Palma (decano de Teología), José Luis Sanz (PP), Álvaro Pimentel (Ciudadanos) y Rosalía Abad (Podemos). / R. D.

Está claro que la fe mueve montañas. Porque fue la fe la que llevó a Rosalía Abad a hacer política con Podemos, a quien representa en el Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe, y la que convirtió a Cristina Peláez en portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Sevilla. Se situaron en los extremos en la sesión de clausura del XII Seminario de Estudios Laicales Miguel Mañara celebrado en la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla. A diferencia de lo que suele ocurrir en la Carrera de San Jerónimo, Juan Carlos Cabrera, munícipe socialista, y José Luis Sanz, senador del PP, están de acuerdo en lo fundamental: la Iglesia, a través de Cáritas y de las hermandades, llega donde no lo hacen la política, las Administraciones ni el Estado. Álvaro Pimentel, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, cree que “el mejor político que ha habido en la Historia ha sido Jesucristo”.

Manuel Palma, decano de la Facultad de Teología, abrió la sesión en una sala abarrotada de público. Enrique Belloso, delegado diocesano de Apostolado Seglar, se encargó de moderar un debate con un enunciado algo barroco: Unidad en la diversidad, el camino de sinodalidad a través de la caridad política. “La caridad política es un concepto de Benedicto XVI”, dice Belloso, que para hablar en román paladino recordó algo que un día le dijo Carlos Amigo Vallejo: “Una nación sin políticos no tiene futuro”.

Los cinco representantes políticos se levantaron para rezar con el público la oración del Espíritu Santo que escribió San Isidoro. Rosalía Abad llegó a la política por su “hartazgo” de la política institucional. La representante de Podemos procede de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), fue la única que habló de sinodalidad y citó la encíclica Fratelli Tutti de “nuestro admirado y queridísimo papa Francisco”.

Cristina Peláez se remitió a otros dos pontífices, Pío X y Benedicto XVI, por sus condenas respectivas del modernismo y el relativismo. “Los Diez Mandamientos no son interpretables. El cristiano no puede vivir con una fe a la carta”. La portavoz de Vox cree que su partido es el único que levanta la voz contra “una cultura de la muerte”, lamenta vivir en una sociedad “que está anestesiada desde hace treinta años”.

El decano de Teología, antes de abandonar el acto por “compromisos litúrgicos”, habló del entendimiento entre partidos como una caridad “casi heroica”. Para Peláez, detrás del consenso, “la palabra estrella, hay trampas saduceas”. Pimentel cree en el diálogo “pero no entendido como adhesión”. Cabrera llegó al socialismo “desde el cristianismo” y Sanz dice que en los Estatutos del PP figura el humanismo cristiano como referente fundamental.

La edil de Podemos habla de los más desfavorecidos, los olvidados como “los favoritos del Señor”. Cristina Peláez coincide con ella en esa apuesta por los más débiles. “En el enfoque llega el disenso, porque en la sociedad actual no hay seres más indefensos que los no nacidos”, y habló de su experiencia como psicóloga con mujeres que abortaron.

Como unas y otras citaban encíclicas, evangelios y hasta el Antiguo Testamento, Cabrera, que estaba acompañado por representantes de Cristianos Socialistas, previno del riesgo de “politizar los evangelios” y no entiende que otras fuerzas políticas no respalden iniciativas “humanas y cristianas” del Gobierno como el incremente del Salario Mínimo Interprofesional o la reforma laboral.

En sus catorce años como alcalde de Tomares (ahora aspira a serlo de Sevilla), José Luis Sanz observó la labor de Cáritas, que aumentó su número de usuarios y de voluntarios, y valora el trabajo de las hermandades, “que también son Iglesia” durante la pandemia. “No pudieron hacer su demostración pública de fe, pero han estado más vivas y presentes que nunca”. En la política señala tres elementos de distorsión: “El entorno ruidoso, las interferencias desde fuera y que las decisiones son inmediatas, y esa inmediatez impide la reflexión”.

Rosalía Abad aboga por alcanzar “el Reino de Dios aquí en la tierra” con una mayor presencia de jóvenes y mujeres; Pimentel cree que el prójimo es el centro de toda actuación pública; Sanz recuerda que Sevilla cuenta con “seis de los barrios más pobres de España”; Peláez denuncia los ataques a la familia y a la libertad de enseñanza; y Cabrera no encuentra ninguna disonancia entre su fe y su compromiso político, con los que se encuentra “muy cómodo”.

Las diferencias entre las representantes de Vox y Podemos a cuenta del aborto y la eutanasia propiciaron la intervención al final de una portavoz de la asociación Pro-Vida, que recordó que con la manga ancha hacia las prácticas abortivas Beethoven, Steve Jobs o Cristiano Ronaldo hubieran quedado como proyectos de vida sesgada o interrumpida.

stats