De la farola 'ducha' a la lona 'tanga'

D. J. G. Sevilla

17 de agosto 2016 - 05:03

Poca suerte ha tenido la Plaza del Pan con las remodelaciones a las que ha sido sometida la última década. De las farolas ducha a las lonas tanga. Así se resumen los experimentos efectuados en uno de los enclaves más transitados a diario por los sevillanos y turistas que cruzan el centro.

La primera polémica surgió tras las obras de La Piel Sensible, aquel proyecto ejecutado en el segundo mandato del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín -en coalición con IU- que pretendió unificar estéticamente todo el entorno. La Alfalfa, la Plaza de la Pescadería y la del Pan contarían con mobiliario urbano idéntico. Aquí llegaría el origen de la primera polémica. Los bancos y la farolas ducha usadas convencieron a pocos sevillanos y a casi ningún conservacionista. Los encargados de velar por el patrimonio lo consideraron un "atentado" en un enclave tan céntrico.

Con la llegada de Zoido a la Alcaldía este mobiliario tuvo los días contados. Fue uno de los primeros objetivos prometidos al inicio del mandato. Finalmente, las farolas se sustituyeron por otras de corte más "clásico" y los bancos de madera y aluminio por otros de mármol que, todo sea dicho, suponen un pastiche sobre el pavimento.

La última polémica ha durado pocas horas. Los minitoldos colocados ayer dejaban entrever la trasera del Salvador, pero aporban escasa sombra. Aunque permanecieron poco tiempo, ya recibieron su mote: las lonas tanga.

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