Un ‘family office’ compra por más de 4 millones parte de un edificio en O’Donnell
Operación inmobiliaria
El local cuenta con 250 metros cuadrados repartidos en planta baja y primera
Un céntrico edificio enclavado en una de las zonas más comerciales de Sevilla que cambia de manos. Un family office ha adquirido la finca de 250 metros cuadrados repartidos en planta baja y primera a una familia andaluza propietaria del inmueble situado en el número 3 de la calle O’Donnell, a escasos metros de la Plaza de la Campana. La operación está valorada en más de cuatro millones de euros.
La operación de venta de la zona comercial de un edificio que se encuentra explotado por la cadena de cosmético Kiko Milano desde 2017 ha sido gestionada por la compañía aRetail, una consultora inmobiliaria especializada en la venta y alquiler de locales comerciales perteneciente al grupo aFinance. Creada hace diecisiete años con el objetivo de colaborar con operadores en expansión, inversores, gestores de patrimonios, fondos de inversión y family office de ámbito nacional e internacional, su objetivo es acceder a las zonas más codiciadas de las principales ciudades españolas y europeas.
Una de las marcas de maquillaje más populares (y con una extensa presencia en todo el país) fe fundada por Percassi. Se definen como una “marca italiana de cosmética profesional que presenta una gama de maquillajes y tratamientos faciales y corporales vanguardistas”.
El edificio construido en 1966 cuenta con usos comerciales en las plantas baja y primera, uso de oficinas en las plantas segunda y tercera, y uso residencial en las plantas cuarta y quinta. Esta operación se produce en plena recuperación económica tras resistir los envites de la crisis provocada por el Covid el principal eje comercial de Sevilla.
La consultora Inerzia informó en su último informe sobre el sector inmobiliario terciario en Sevilla que el eje Tetuán-Velázquez sigue siendo el más atractivo y caro de la ciudad. En el lado opuesto de la balanza estaban Cuna, Rioja, San Pablo y O’Donnell. Cuna, Sagasta y San Pablo eran las calles que tenían, además, más locales disponibles. La explicación a esta situación es que se trata de calles en las que el comercio está formado, principalmente, por negocios locales, siendo más complicado aguantar un cierre o la disminución del número de clientes, como pueden hacer las grandes firmas internacionales o franquicias de Tetuán o Velázquez.
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