La familia del indigente polaco intenta reunir el dinero para repatriar el cadáver
El traslado de los restos cuesta al menos 5.000 euros La madre está en estado de 'shock' y desconocía que vivía en la calle
La familia de Piotr Piskozub, el indigente polaco que falleció el pasado 2 de octubre en el albergue municipal, está intentando reunir dinero para poder afrontar el coste del traslado de los restos mortales. La repatriación del cuerpo costarían alrededor de 5.000 euros a los parientes de Piskozub, que pertenece a una familia de muy escasos recursos.
El juzgado que investiga el caso sigue a la espera de recibir el informe definitivo de la autopsia para conocer con exactitud las causas de la muerte de este joven de 23 años, que murió en el albergue con sólo 30 kilos de peso. El avance de la autopsia apunta a una bronconeumonía como causa final de la defunción. El juzgado mantiene abierta la investigación para conocer si hubo negligencia en algunos de los servicios público que atendieron a Piskozub, que fue atendido la noche anterior a su muerte en el hospital Virgen del Rocío pero sólo estuvo tres horas pese a su evidente estado de desnutrición.
El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, también ha abierto una actuación de oficio dirigida a la Consejería de Salud, Igualdad y Políticas Sociales, al Servicio Andaluz de Salud, al Hospital Virgen del Rocío, al Ayuntamiento de la capital y al centro de acogida municipal para analizar la coordinación de las urgencias hospitalarias y las sociales.
El indigente murió apenas doce horas después de recibir el alta médica en el albergue de la calle Perafán de Ribera, adonde había sido trasladado después de salir del hospital. Aunque en un principio estaba previsto que ayer llegara a Sevilla un hermano del joven fallecido, el juzgado no espera tener novedades del caso hasta el lunes.
Piskozub llegó a España hace dos años siguiendo los pasos de su hermano, que trabajaba en el país y decidió mudarse a Alemania, donde actualmente se gana la vida como transportista. Piotr Piskozub, en cambio, decidió quedarse en España y seguir intentando ganarse la vida aquí. El joven que murió en el albergue era panadero en su ciudad natal, en Swidnica, una población de aproximadamente 60.000 habitantes. Vino a España para trabajar en el campo pero no tuvo suerte, lo que le llevó a la indigencia. Desde un año antes de su muerte vivía en la calle, casi siempre entre Triana y Los Remedios.
La cadena de televisión polaca Polsat contactó con la familia de Piskozub en Swidnica. Según este medio, los parientes del joven fallecido no tenían conocimiento de que se encontraba en la indigencia. La madre de Piskozub se encuentra en estado de shock desde que conoció la noticia de la muerte de su hijo y no es capaz de hablar con nadie, según diversos de información polacos. La familia trata ahora de reunir la cantidad para el traslado del cadáver y enterrarlo en Polonia.
La mayoría de los inmigrantes polacos que vienen a España lo hacen para trabajar en el campo, generalmente en las campañas de la fresa, la aceituna y la naranja. Algunos de ellos no consiguen trabajo y terminan viviendo en la calle, como le ocurrió a Piskozub. Esto le llevó a caer en el alcoholismo y al estado de desnutrición que se fue agravando en los últimos meses de su vida. En el último año, Piotr Piskozub fue denunciado por la Policía Local por ejercer de gorrilla en la Plaza del Altozano, mientras que en su ficha policial le consta una detención por la Policía Nacional como presunto autor de una falta de hurto.
6 Comentarios