La familia anuncia una investigación que "oficialmente" no existe
Los padres de Marta están esperanzados en que la nueva vía permita esclarecer el caso y averiguar el paradero de su hija.
Cuando se cumple el ecuador del juicio por el asesinato y desaparición de Marta del Castillo, los padres de la joven anunciaron ayer con esperanza la existencia de una nueva línea de investigación que, sin embargo, "oficialmente" no existe ni para la Policía, el juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla ni la Fiscalía. El anuncio lo realizó el padre de Marta, Antonio del Castillo, al término de una anodina sesión de la vista oral, la décima, que sólo dejó algunos retazos sobre los fallos en la coartada de las botellonas del Cuco y el fuerte olor a limpio que había en el piso de León XIII la noche del crimen.
Antonio del Castillo recordó ayer que tanto la Policía como el juez de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, no han cejado en su empeño de encontrar el cuerpo de su hija dentro de la pieza separada que permanece abierta en este juzgado. "Ellos han seguido constantemente trabajando, lo que sé no lo puedo decir, sólo puedo decir que tienen algo muy bueno y muy positivo, pero de momento me mantengo cauto", explicó el padre.
Cuando se le pregunta en qué sentido se orienta esa nueva vertiente de la labor policial, Del Castillo señala que se trata de "esclarecer la investigación" y a partir de ahí, "a lo mejor se puede llegar al cuerpo", y añade que desconoce si pueden producirse novedades en poco tiempo. El anuncio de esta nueva línea de investigación no tiene una confirmación oficial, puesto que fuentes policiales, judiciales y de la propia Fiscalía de Sevilla consultadas por este periódico descartan la existencia de esa variante de la investigación.
Lo cierto es que a pesar de los más de dos años transcurridos desde el asesinato de Marta, la Policía no ha dejado de buscar los restos de Marta del Castillo, investigando los anónimos, pistas y cualquier otro elemento que ha llegado a los agentes. Desde que se inició el juicio, a mediados de octubre pasado, se han incrementado el número de informaciones que han llegado tanto a la Policía como al juzgado, de personas que dicen saber dónde está Marta, como por ejemplo videntes, pero sin que ninguna de estas pistas fuese finalmente fiable.
El propio Antonio del Castillo comentó que ayer recibió una llamada de una "espiritista muy famosa de Ronda" que quería tener una sesión con él, pero el padre de Marta se ha negado porque no está dispuesto a entrar en esa dinámica.
Mientras tanto, en la sesión de ayer prestaron declaración otros seis testigos, entre ellos tres menores de edad, compañeros de instituto de Francisco Javier García Marín, el Cuco, que estuvieron con él de botellona la tarde del 24 de enero de 2009.
Del testimonio de estos jóvenes se desprende que el Cuco se queda sin coartada durante, al menos, una hora y media, entre la primera y la segunda botellona en la que estuvo aquella tarde. Uno de los testigos afirmó que el Cuco se marchó sobre las 20:15 ó 20:30 y otro sostuvo que no se unió al segundo grupo hasta las 22:00. Los testigos señalaron que aquella noche el entonces menor estaba "bastante bebido" e incluso se marchó sobre las 00:15 "haciendo eses" con la bici, aunque no se pusieron de acuerdo sobre la cantidad de alcohol que habrían tomado, ya que uno de los adolescentes dijo que se tomó con el Cuco "una botella de Ron Negrita caliente" y otro señaló que sólo tomaron una copa porque la botella se rompió.
El tribunal también escuchó el testimonio de Susana García García, la madre de Alejandra, la mejor amiga de Marta, que insistió en la "contradicción" del hermano del asesino confeso, Javier Delgado, quien inicialmente la noche de la desaparición le comentó por teléfono que no conocía a Marta del Castillo y hacía "mucho tiempo" que no sabía nada de su hermano, y sin embargo cuando se presentó a hablar con él en el piso de León XIII, sobre las cinco de la madrugada del 25 de enero, este acusado ya dijo que Marta había estado aquella tarde en el domicilio. La madre de Alejandra dijo que Javier Delgado le manifestó que se ponía en el lugar de los padres, porque él tenía una niña pequeña, por lo que pidió incluso que le informaran si sabían algo más de la desaparición.
Susana García insistió en otros detalles que le extrañaron de aquella noche: el "fuerte olor a lejía" que había en un piso que era conocido por todos los amigos que no estaba siempre muy ordenado y lo "ligero de ropa" que iba Samuel Benítez cuando se unió a la búsqueda dado el frío que hacía aquella madrugada.
En la sesión de ayer también declaró un amigo de la imputada María García, que fue a estudiar al piso de León XIII la tarde del domingo 25 de enero de 2009, y que recordó que hacía frío en el piso porque las ventanas estaban abiertas. El testigo dice que llegó a la vivienda cuando María estaba hablando con dos policías, aunque no se percató de lo que hacían allí, y también recordó la visita del Cuco, al que vio "tímido y cabizbajo" para recoger unos CD.
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