La factura de los asesores

El gobierno municipal de Juan Ignacio Zoido, que dirige el Ayuntamiento hispalense desde el pasado 11 de junio gracias a su rotunda victoria electoral (20 ediles), tendrá un total de 58 cargos de confianza que le costarán a los sevillanos algo más de dos millones y medio de euros. Una cifra que se sumaría al millón largo de euros más que significará el pago de los salarios de su estructura de alta dirección, compuesta por 14 directores generales de los cuales la mitad (siete) son funcionarios de carrera. Todos ellos conservarán en sus nuevos puestos directivos el status salarial diferencial de sus cargos de origen, integrados en la estructura laboral ordinaria del Consistorio. Un trato retributivo excepcional defendido por el nuevo alcalde que incrementará la factura global de su núcleo directivo. Los otros siete altos cargos municipales proceden de la empresa privada.

Zoido anunció el lunes que su intención política era recortar un 20% los gastos de personal heredados de la etapa de gobierno anterior mediante la reducción de cargos de confianza, que, según sus palabras, pasarían de 81 a 58. Sin embargo, el regidor eludió dar más detalles en relación a cuáles eran estos puestos de confianza anteriores (sólo habló de un número global, lo que impide que pueda contrastarse el posible nivel real de ahorro) y tampoco precisó demasiado cuáles serán los nuevos. Sencillamente se limitó a reiterar que la austeridad será la guía de su etapa de gobierno.

El Pleno del Ayuntamiento aprobó ese mismo día las retribuciones oficiales de los 14 altos cargos (más de un millón de euros) con la única oposición de IU y el reproche del PSOE en relación al hecho de que el actual equipo de gobierno conserve los beneficios salariales de los funcionarios que, en su día, cuando el PP estaba en la oposición, censuró en público. Sin embargo, el Pleno no aprobó ese día (no está en el orden del día) ninguna medida relativa a los cargos de confianza. El PP prefirió guardar esta cuestión para la junta de gobierno -donde obviamente no está la oposición- con el fin diluir la posible polémica que generarían los sueldos de los altos directivos gracias al anuncio de un plan de ahorro bastante genérico e inconcreto. Cosa llamativa: los acuerdos de la junta de gobierno son muy claros. En ellos se describe el perfil de los nuevos asesores y el personal de confianza y no se hace mención alguna a cuál era la situación previa.

El gobierno local, por tanto, sí analizó ese mismo día la distribución de los puestos de libre designación -una clave para saber cuáles son las prioridades políticas reales de Zoido- y llegó a cuantificar el dinero que les costará a los sevillanos la estructura interna y el personal adscrito a los tres grupos políticos municipales. Pero de esta cuestión el alcalde no dijo ni una palabra. Y, al menos hasta última hora de la noche, su gabinete de comunicación no había colgado en internet, como suele ser la costumbre, dichos acuerdos. Una de las promesas electorales del PP fue contribuir a la transparencia a la hora de trasladar los acuerdos de los órganos municipales.

El análisis de estos nuevos nombramientos -el segundo nivel en jerarquía de la administración local- arroja un par de conclusiones: los departamentos que se llevarán más dinero serán los de comunicación y asesoría. Más que, por ejemplo, la estructura del alcalde, que es relativamente espartana si se compara con, por ejemplo, la asignada a su primer teniente de alcalde, que tendrá un coste económico superior a la del propio regidor.

El gobierno local (aunque no ha informado sobre este particular) distribuye en su acuerdo cada uno de los 58 puestos de libre designación y le aplica un importe salarial global. Las retribuciones, lógicamente, difieren en función de los puestos y las funciones asignadas a los cargos nombrados a dedo. Aunque en algunos casos -el jefe de Gabinete, el director de Comunicación- sus retribuciones son equiparables a las de los altos cargos directivos que no son funcionarios. Por encima de los 60.000 euros.

Los dos departamentos que más costarán son precisamente el gabinete de comunicación de la Alcaldía -371.431 euros- y el personal directivo de asesoramiento, que incluye cargos como un director de seguridad, un responsable para la Bienal de Flamenco, un director de Fiestas Mayores (en este área ya existe un director general con atribuciones también en la delegación de Turismo), un responsable de Protección Civil, los jefes de confianza para organismos como la dirección de la Agencia de la Energía, las Emergencias Sociales o el servicio de Parques y Jardines (ya existe una dirección general relativa al Medio Ambiente y otra de Urbanismo, departamentos dependientes del edil del ramo) o los asesores jurídicos en materia de Hacienda y Administración Pública (existe también una dirección general con este mismo cometido).

Otra gran parte del dinero público que se destinará a pagar los salarios de los cargos nombrados sin concurso -906.333 euros- es la que corresponde a los distintos distritos urbanos. En cierto sentido es natural: los departamentos municipales territoriales son once. Zoido había prometido durante la última campaña electoral abordar un plan de descentralización del Ayuntamiento que, al tiempo que daría más protagonismo a las juntas de distrito, supusiera un menor coste económico. De momento lo único que ha hecho es replicar (sin reducción alguna) la estructura del ejecutivo de Monteseirín. Probablemente porque el PP todavía no tiene claro cuál debe ser el modelo de descentralización del Consistorio. Los cargos de confianza que se dotan mientras se resuelve esta cuestión serán idénticos a los que dejó el ex alcalde: un director (personal de libre designación) por cada uno de los distritos, con un sueldo de más de 50.000 euros, y un subdirector (también cargo de confianza) para dirigir las actividades de las distintas juntas municipales. El salario de este puesto es muy inferior: 31.786 euros.

El reparto de los nuevos cargos de confianza también destina personal eventual (técnicos) a departamentos como el área de Asuntos Sociales o el Instituto de Deportes, éste último un organismo autónomo local (el segundo con mayor peso en la estructura municipal tras Urbanismo). La nueva estructura de cargos de confianza no se detiene aquí. Todavía quedan los gerentes y los directivos de las empresas y organismos municipales, a los que Zoido parece no haber incluido en el cómputo de su plan de reducción de cargos de confianza. El PP propone en su programa electoral hacer contratos a estos ejecutivos "a precio de mercado".