"Estamos expectantes y bastante asustados", asegura uno de los titulares de las casetas perjudicado por el fallo del TSJA

Interior de una caseta de la Feria de Abril.
Interior de una caseta de la Feria de Abril. / Belén Vargas

El domingo 14 de abril comenzará de forma oficial la edición de 2024 de la Feria de Abril, sin embargo, lo que para muchos es una cuenta atrás para la que es una de las semanas más importantes de la ciudad, para algunos titulares de las casetas de la Feria no está siendo precisamente una dulce espera, todo ello tras l sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que ha devuelto una caseta a la familia del marido de Ana Rosa Quintana.

Durante el año 2022, un retraso en la entrega de la solicitud de renovación de la titularidad de unas casetas, permitió que tres nuevos titulares pudieran contar con una caseta en la Feria de Abril, después de años de espera.

Según los anteriores titulares esto se debió a un error que achacan al Ayuntamiento: en 2020 se avisó a través de un email de la suspensión de los plazos de renovación debido a la suspensión de la Feria de 2021 por la pandemia. Y según expone la reciente sentencia del TSJA, al ser haber recibido comunicaciones previas a través de esa vía, los afectados supusieron que es la que se usaría para enviar la nueva notificación para avisar de los plazos de solicitud de renovación del año siguiente. Dicha comunicación no llegó y tampoco fue publicada en el Tablón de Edictos Electrónicos del Ayuntamiento. Aunque no todos los titulares tuvieron problemas en presentar la documentación correspondiente en el plazo previsto, provocó que algunos afectados perdieran la licencia de sus casetas, motivo por el que la situación que que ha terminado en los tribunales.

La situación afecta ahora a cuatro grupos: los titulares actuales de las casetas 173, 175 y 177 de la calle Juan Belmonte, los titulares anteriores y el Ayuntamiento de Sevilla.

En primera instancia, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número tres de Sevilla desestimó la petición de los anteriores titulares que buscan recuperar las casetas. Esto hizo que los solicitantes elevaran el caso hasta Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ahora ha dado la razón a la mujer denunciante respecto a una de las casetas (la 173) para "el restablecimiento de la situación jurídica de la que disfrutaba como cotitular de una caseta tradicional" al considerar que el Consistorio no comunicó los plazos de renovación de la licencia.

La sentencia aún no es firme pero podría sentar precedente y afectar también a las otras dos casetas situadas en la calle Juan Belmonte, que por ahora continúan ultimando los preparativos para la Feria de este año en una situación de incertidumbre.

La situación ahora depende del Ayuntamiento y de las sentencias venideras

El presidente de la caseta ubicada en el número 177 de la calle Juan Belmonte, Alberto Pérez, uno de los perjudicados por la sentencia, ha asegurado a este periódico que están "expectantes y bastante asustados" a la espera de saber qué ocurrirá con su titularidad.

Alberto Pérez comenta que tienen "miedo" a lo que pueda pasar, ya que si finalmente la sentencia que afecta a la caseta 173 se convierte en un precedente, es muy probable que el futuro de las casetas 175 y 177, la suya, corran el mismo destino. Si llegara a pasar esto, asegura que recurrirán, ya que consiguieron su licencia de la forma correcta y después de esperar años. Obtuvieron la caseta en el año 2022, tras la revocación de la licencia a los antiguos titulares por presentar la solicitud de renovación fuera del plazo estipulado.

Pese a la situación, asegura también no comprender la sentencia del TSJA, ya que los antiguos titulares son unos de los pocos que no cumplieron dichos plazos, pero también que confía plenamente en el Ayuntamiento que es la institución que deberá recurrir la sentencia en contra de los actuales titulares de la caseta 173 y que comienza a moverse para encontrar una solución.

La situación no es sencilla e influye que los antiguos beneficiarios pertenezcan a "una familia con contactos" que no es precisamente desconocida en la ciudad y prácticamente en toda España. Se trata de la familia Muñoz, formada por Fernando Muñoz Noguera, conocido promotor inmobiliario de la ciudad, y su hijo Juan Muñoz Támara, quien es también empresario inmobiliario y además marido de la presentadora Ana Rosa Quintana.

"Estamos expectantes y bastante asustados", comenta. A la situación judicial en la que se encuentran inmersos se le suma la inversión económica que ya han realizado para el montaje de la caseta y qué pasaría con dicha inversión si la situación judicial se decanta a favor de la familia Muñoz.

Tampoco ayuda a calmar los ánimos que un notario se presentara en la caseta 173, en pleno montaje de la misma. Aunque por ahora, los titulares de dicha caseta son los únicos que han sido contactados por la familia Muñoz de esta manera, ya que Alberto Pérez niega cualquier tipo de contacto por ahora, ya que las casetas son independientes al igual que sus procesos (pese a tener sus destinos ligados).

Por ahora, la pelota se encuentra en el tejado del Ayuntamiento de Sevilla, que deberá ser quien recurra a favor de las casetas y buscar una solución a una situación que roza lo esperpéntico y que está impactando de forma negativa a sus afectados. La situación es compleja también para el Consistorio, ya que, según señala Alberto Pérez, dependiendo de los nuevos avances, se puede provocar un "efecto dominó" que podría afectar a muchas de las licencias concedidas, al menos desde 2022.

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