Un estudio de la US vincula la 'botellona' con la falta de autoestima de los adolescentes
Universidad
La investigación relaciona el consumo excesivo de alcohol con "ambientes familiares permisivos"
El proyecto ha aplicado un programa puesto en marcha en Holanda con jóvenes de 15 a 19 años
La baja autoestima en los adolescentes se ha convertido en uno de los factores clave para el exceso en el consumo de alcohol. A esta conclusión ha llegado un grupo de expertos de la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad de Sevilla (US), que trabaja desde hace tiempo en una investigación denominada Alerta Alcohol: diseño, validación y evaluación de un programa de prevención selectiva del consumo excesivo de alcohol en adolescentes: una intervención a medida basada en la web. Este proyecto toma como base el seguimiento realizado a 1.247 jóvenes de 15 centros educativos andaluces, a los que se les ha analizado la conducta que presentan ante la ingesta de bebidas alcohólicas.
El estudio parte de dos conceptos que deben tenerse en cuenta a la hora de clasificar el comportamiento de los jóvenes que poseen entre 15 y 19 años. Por un lado se encuentra el binge drinking (BD), un indicador que equivale a beber cuatro vasos estándar de alcohol en un corto periodo de tiempo. Y por otro, se encuentra el Heavy Episodic Drinking (HED): una conducta que supone tomar diez o más vasos de alcohol en un día, un consumo denominado "extremo".
Una de las conclusiones de la investigación es que el consumo de alcohol está "aceptado" en la sociedad española, "incluido el extremo", incide Ana Magdalena Vargas, investigadora de la Hispalense, quien subraya que esta "costumbre" dificulta la pérdida de un hábito enraizado en los jóvenes y que obedece a varios factores, muchos de ellos personales, pero también vinculados al ámbito familiar de los adolescentes.
Dos tesis doctorales
Las dos tesis doctorales y los ocho artículos científicos publicados a partir de este proyecto revelan que entre las principales causas del exceso en el consumo de alcohol se encuentra "un ambiente familiar permisivo", asociado siempre a "la falta de control de los padres", que desconocen, permanecen totalmente ajenos o no pueden impedir estas ingestas durante las horas de ocio de sus hijos.
Pero también esta práctica viene motivada por factores personales de los adolescentes. A este respecto, el estudio sitúa entre los principales condicionantes la baja autoestima de los jóvenes y la "baja percepción del riesgo que esta práctica conlleva". Otro de los aspectos del que alerta el estudio es el incremento de dicho consumo entre las adolescentes, que ven en el alcohol una forma de superar "la brecha de género".
No deben olvidarse otros condicionantes que también menciona el estudio. De esta forma, lejos de disminuir, el consumo excesivo de alcohol aumenta a medida que lo hace la edad de los adolescentes. La paga que le proporcionan los padres es otro de los aspectos a tener en cuenta, puesto que cuanto más dinero poseen, mayor probabilidad de ingesta presentan. A ello deben unirse los hábitos familiares. El consumo generalizado en padres y hermanos propicia que un menor se inicie cuanto antes en este hábito tan poco saludable.
El poder adictivo del alcohol
"El consumo de bebidas alcohólicas es un gran problema de salud pública en todo el mundo. Su enorme poder adictivo hacen que el alcohol sea una de las drogas más consumidas y peligrosas, que causan la muerte y la discapacidad en todo el mundo", alertan quienes han dirigido la investigación, que abundan en que en España, el consumo excesivo de alcohol está asociado con la botellona, que consiste en beber alcohol en exceso en lugares públicos con amigos durante las noches de fin de semana. "Esta práctica es responsable de múltiples consecuencias adversas a largo y a corto plazo, que afectan al desarrollo neurocognitivo, provocan lesiones físicas y alteraciones sociales en los adolescentes", advierten los expertos.
El programa Alerta Alcohol es una adaptación al contexto español del original Alcohol Alert, desarrollado con adolescentes holandeses con el mismo objetivo. Se basa en una extensa investigación que demostró la rentabilidad y efectividad en prevenir el BD entre los adolescentes de 15 y 16 años. “En el estudio piloto que hemos hecho en España, la mayoría de los estudiantes consideró que la intervención era muy útil”, señala el investigador de la US, José Manuel Martínez.
Para Marta Lima, investigadora principal del proyecto, el estudio muestra que este programa permite "una intervención potencial, operativa y factible en los centros de Secundaria". "A pesar de ello, se necesita investigación futura para mejorar la adherencia, el abandono y la motivación de los adolescentes en las intervenciones basadas en el ordenador y en la web. Por lo tanto, es aconsejable realizar algunos cambios en la intervención teniendo en cuenta las recomendaciones descritas en ambas tesis, y probar nuevamente en un ensayo controlado aleatorizado”, concluye Lima.
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