Una sevillana denuncia un pinchazo a una amiga en una discoteca en El Puerto
sumisión química
La joven alerta en Twitter haber sido testigo de un ataque por sumisión química a una amiga que, asegura, no fue el único esa noche en el mismo local
En el Hospital Virgen del Rocío descartan la llegada de casos este verano
Ataques con jeringuillas: la nueva alarma en el ocio nocturno
GHB, de la euforia a la inconsciencia
"Me ha costado muchísimo decidir si lo compartía, pero creo que es la única forma que tengo de ayudar". Así concluye el relato de la noche vivida el pasado fin de semana en el Puerto de Santa María por una joven sevillana estudiante de Farmacia, según se recoge en su perfil de Twitter, y que acabó convertida en "pesadilla, miedo y ansiedad" al haber sido testigo de un caso de sumisión química con el nuevo método de la jeringuilla.
Según su testimonio en un hilo de Twitter, todo ocurrió cuando se encontraba de fiesta junto a su mejor amiga y cinco personas más el pasado sábado en la localidad gaditana. En un momento que deciden apartarse del grupo para ir al cuarto de baño juntas, agarradas del brazo para no perderse entre la multitud. "De repente, mi amiga me agarra fuerte el brazo y me grita 'me han pinchado'. Se giró y consiguió ver a un chico con una jeringuilla en la mano", cuenta en Twitter, donde ha compartido el caso.
De inmediato, las jóvenes se acercaron a todos los porteros y camareros del establecimiento para informarles de lo que acababan de vivir. "No me lo podía creer. No podía creer que, aquello que días anteriores había visto en la televisión, nos estuviera ocurriendo", añade en su relato.
Después, la víctima se quedó fuera mientras su amiga volvió a entrar en el local "con el único fin de avisar a todas las chicas que veía. No quería que volviese a pasar" y trató de taparse en todo momento porque sabía que el chico continuaba dentro.
Según explica, mientras que iban en la ambulancia ya de camino a un hospital, "tristemente" avisaron de que el individuo había pinchado a otra chica más. Cuando llegaron a Urgencias, "los propios médicos no sabían identificar qué es, pero nos alertaron de la importancia de enseñar el protocolo de actuación y los riesgos".
"Lo que iba ser una noche de fiesta con amigos, se ha convertido en una pesadilla, en miedo y en ansiedad. Y te preguntarás, ¿y ahora? Ahora solo queda visibilizar, porque poco más podemos hacer. Aprender a actuar y, tristemente, asumir el miedo, pues podrías haber sido tú mismo. Y sí, tengo miedo y ansiedad desde anoche y no sé bien gestionarlo. Cierro los ojos y sigo viendo la situación, que ojalá pudiera olvidar. Por ello, solo quiero que se visualice para ayudar de alguna forma, pues mi miedo se que no se quitará jamás. Gracias", concluye la joven en su relato, que apunta que el de su amiga y la otra chica "no han sido los primeros casos" en la provincia gaditana.
Abierta una investigación policial
La Policía Nacional ha informado este lunes de la apertura de una investigación en torno a este caso a fin de esclarecer los hechos denunciados por dos jóvenes que aseguran haber sido víctimas de un pinchazo de sumisión química en una discoteca de El Puerto de Santa María y que se han hecho públicos a través de las redes sociales a raíz del relato de la amiga de una de las víctimas, que asegura fue testigo de los hechos.
Asimismo, fuentes de la Policía Nacional han avanzado a EFE que en el análisis médico realizado a las víctimas "no se han encontrado restos de sustancias tóxicas".
Sin casos en los hospitales de Sevilla este verano
Los ataques con jeringuilla en las zonas de ocio nocturno a mujeres continúan en aumento. Lo que se conoce como sumisión química es un proceso de administración sin consentimiento de sustancias psicoactivas para anular la voluntad de la persona con el objetivo de abusar de ella. Sobre todo, están siendo mujeres las víctimas de estas agresiones.
Los casos denunciados de sumisión química en la comunidad andaluza este verano se están dando, sobre todo, en la zona de costa, cuyos hospitales concentran el mayor volumen de atenciones por agresiones sexuales. De hecho, según fuentes del Hospital Virgen del Rocío, las Urgencias del centro no han recibido "ningún caso" en las últimas semanas, en las que la mayor parte de la población se encuentra de vacaciones y fuera de la ciudad. Por su parte, hospitales como el Clínico de Málaga han atendido en torno a 12 agresiones sexuales a mujeres de enero hasta junio de este año, de las que la mitad, cinco según publica el periódico Málaga Hoy, eran con sumisión química. "Estas víctimas tenían entre 20 y 45 años. Ocho eran españolas y el resto extranjeras. Además, en ese periodo el hospital ha atendido a otros 4 pacientes que también han sufrido sumisión química, generalmente para robarles", recoge el medio local.
Por su parte, la Policía Nacional sí detectó en Sevilla a finales del año pasado la distribución en algunos bares de copas del centro de la ciudad de GHB, una sustancia que se encuentra de forma natural en el propio organismo humano y que fue secuenciada por Henri Laborit por primera vez en 1960 de la que la Organización de Naciones Unidas (ONU) ya alertó sobre ella en 2010 como una droga que facilitaba las violaciones al "debilitar la resistencia de las víctimas", e indicaba la falta de control sobre la misma y la relativa facilidad para adquirirla.
Se le conoce también como éxtasis líquido o, si se recurre a la jerga, como gina, chorri o simplemente G. Pero a diferencia del éxtasis, el GHB es un potente depresor del sistema nervioso central y sus efectos poco tienen que ver con él. Su consumo puede provocar la pérdida de consciencia y puede hacer que el consumidor se desmaye. Por eso se dice de esta sustancia que es la droga de las violaciones. Todo surgió a raíz del refuerzo de la vigilancia en las zonas de copas del casco histórico, sobre todo por el incremento del consumo de marihuana. En estos registros e inspecciones, llevadas a cabo por el Grupo Operativo de Respuesta del distrito Centro, los agentes encontraron en dos ocasiones una sustancia líquida camuflada en botes que iban cerrados con cuentagotas.
En uno de los casos fue un camarero el que se dio cuenta de que una persona vertía unas gotas de este producto en las bebidas de los clientes y llamó a la Policía. Los agentes llevaron los botes incautados a la Policía Científica, que analizó el contenido en su laboratorio químico. Uno de los recipientes contenía GHB y el otro GBL (gamma butiro lactoma), que es un precuros del GHB. De hecho, el ser humano transforma el GBL en GHB, por lo que provoca idénticos efectos. Ambas sustancias están catalogadas por el Plan Nacional sobre Drogas, que las relaciona directamente con las agresiones sexuales inducidas por los estupefacientes.
No obstante, a pesar de la detección por parte de la Policía de esta sustancia, no se llegó a registrar un incremento de las denuncias por violación o intentos de agresión sexual en los últimos meses en Sevilla. De hecho, el único caso que ha trascendido es uno ocurrido en Dos Hermanas, en el que una menor de 16 años denunció que había sido forzada por un joven de 19, que fue detenido y posteriormente puesto en libertad con cargos.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Alhambra
Contenido ofrecido por INDI & COLD