España participará a nivel tecnológico en la misión que volverá a llevar al hombre a la Luna

SEVILLA

La directora de la Ciencia, Tecnología e Innovación de la Agencia Espacial Española, Isabel Pérez Grande, confirma que la institución ha suscrito un acuerdo bilateral con la NASA para su participación en el Programa Artemis

El ingeniero de la NASA Carlos García-Galán y la responsable de Ellas Vuelan Alto, Irene Rivera, acercan la carrera espacial a más de 650 jóvenes en la ETSI

Un responsable de la NASA visita la Agencia Espacial Española en Sevilla y destaca su "rápido crecimiento"

Los exploradores del espacio también están en Sevilla

Foto de familia con los ponentes de la jornada sobre el Programa Artemis, en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

El destino final de la hoja de ruta es Marte. Para ello, es necesario volver a pisar la Luna y convertirla en una plataforma de prueba tecnológica que servirá para alcanzar el Planeta Rojo. Un hito que se producirá el año que viene y que llevará al espacio a un nuevo grupo de astronautas en el que, por primera vez, habrá una mujer. Todos estos planes forman parte del Programa Artemis, en el que España -gracias a la Agencia Espacial Española- forma parte. Ya participaba gracias a la Agencia Espacial Europea, pero la nueva institución con sede en Sevilla ha ratificado un acuerdo bilateral con la NASA para impulsar su implicación a nivel tecnológico. Así lo ha confirmado esta mañana la directora de la Ciencia, Tecnología e Innovación de la Agencia Espacial Española, Isabel Pérez Grande.

La directiva ha formado parte -junto a un nutrido grupo de ponentes- de una conferencia en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla en la que han participado más de 650 jóvenes. Un salón de actos abarrotado con alumnos de diferentes edades -desde primaria hasta universitarios- para escuchar de primera mano todos los avances y las oportunidades que se abren a su paso más allá del planeta Tierra.

"Realmente es su generación, porque lo que estamos haciendo será un proyecto de varias décadas. De aquí hasta que me jubile, haremos la primera parte de este gran Programa, pero el objetivo final es llegar a Marte y son ellos los que lo van a conseguir", ha afirmado rotundamente el ingeniero de la NASA Carlos García-Galán en referencia a todos esos rotos jóvenes que aguardaban -con cierta impaciencia- para hacerse un selfie con él.

El ingeniero ha señalado que la NASA espera poder estar trabajando en Marte en el 2030. "Durante esta década estaremos trabajando en los sistemas e infraestructuras necesarias para llegar y vivir en Marte. Los ingenieros que estamos ahora implicados en Artemis daremos el primer paso", pero los jóvenes serán "los que nos llevaréis a Marte".

El ingeniero español se encuentra visitando todos los países europeos participantes en Artemis I para compartir los resultados y explicar cuáles serán los siguientes pasos de la NASA. Un encuentro en la ETSI, que ha sido posible gracias a la Asociación Ellas Vuelan Alto (EVA), cuyo objetivo es visibilizar el talento femenino en el sector aeroespacial y conseguir que las mujeres protagonicen esta segunda carrera espacial.

Irene Rivera, responsable de esta plataforma, ha tratado de romper el techo de cristal lanzando un mensaje claro a las jóvenes: "En 1969, un grupo de mujeres, las Mercury 13, estaban preparadas para ir a la Luna y no se lo permitieron. Que ninguna chica de las que estáis aquí hoy, encuentre límites para ir a la Luna, a Marte o a donde quiera".

Por su parte, Andrés Sáez Pérez, director de la ETSI, ha destacado la importancia de este tipo de actos para el fomento de las vocaciones en los futuros profesionales del sector. Ha hecho especial hincapié en "la necesidad de ofrecer referentes en el mundo de las profesiones STEM tanto a las adolescentes que tienen que tomar la decisión de orientar sus estudios y su futuro profesional, como a las mujeres que en los próximos años se integrarán en el mercado laboral".

5 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

Borgo | Crítica

Una mujer en Córcega