Un espacio sin techos de cristal

Sevilla

La organización sin fines lucrativos Ellas Vuelan Alto trata de visibilizar el papel de las mujeres en el sector aeroespacial desde el ámbito político, institucional, social y educativo

El ingeniero de la NASA que soñaba con la Luna

España participará a nivel tecnológico en la misión que volverá a llevar al hombre a la Luna

Parte del equipo de la organización Ellas Vuelan Alto, delante del cohete Miura 1 en El Arenosillo (Huelva).
Parte del equipo de la organización Ellas Vuelan Alto, delante del cohete Miura 1 en El Arenosillo (Huelva). / M. G.

Una de las diosas con más fama del Olimpo fue Artemisa, protectora de la naturaleza y los animales. Hija de Zeus y Leto, y hermana melliza de Apolo. No es casualidad que la próxima misión tripulada hacia la Luna -con el objetivo final de alcanzar Marte- lleve el nombre de Programa Artemis, en honor a esta diosa griega. El comandante Neil Armstrong pisó el suelo del único satélite natural de la Tierra en 1969, embarcado en la misión Apolo 11. Se espera que para finales de 2024, la astronauta e ingeniera Christina Koch será la primera astronauta en seguir las pisadas de Armstrong.

"La NASA tiene una deuda pendiente con las mujeres", señala Irene Rivera, Jefa de Patrulla y piloto de la Dirección General de Tráfico de Málaga. Rivera explica que este compromiso forma parte de la historia de la agencia del gobierno estadounidense y lleva el nombre propio de Mercury 13. Un programa que, en los 60, trató de llevar al espacio a la primera mujer astronauta. Las aspirantes -13 pioneras en la rama de aviación- se sometieron a pruebas físicas y psicológicas del mismo nivel que las de los participantes masculinos y obtuvieron mejores resultados. Sin embargo, la NASA abortó el programa: "A las mujeres del Mercury 13 las dejaron en el arcén de la historia porque sí".

El objetivo de las integrantes de Ellas Vuelan Alto es que un episodio como éste no vuelva a suceder. La organización sin fines lucrativos nació en 2018. Ese año, Rivera ocupaba el cargo de diputada electa por Málaga en el Congreso de los Diputados y comenzó a formar parte del proyecto Aviadoras. "Un día, varias ingenieras llamaron para proponer la creación de un grupo que incluyera a todas las voces femeninas del sector aeroespacial", señala Rivera. Éste fue el germen de Ellas Vuelan Alto que contó con el respaldo de voces pioneras como las de Teresa Busto o Cristina Cuerno.

"Nos dimos cuenta de que, aunque había pasado mucho tiempo desde que comenzamos a estudiar, no habíamos visto avances en el sector. Cuando se organizaban mesas redondas, éramos las únicas mujeres ponentes y quisimos crear una asociación para dar voz a todas esas mujeres que no estaban siendo visibilizadas", apostilla.

La organización organiza jornadas –como las que realizaron la semana pasada en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería o en el Ayuntamiento de Sevilla protagonizadas por el ingeniero de la NASA Carlos García-Galán– en las que abordan temas de actualidad. "No debatimos sobre la igualdad como tal, tratamos temas de actualidad pero con el foco en que ellas sean las voces que los cuenten", manifiesta Rivera y apunta a que "se trata de que todos construyamos una sociedad en igualdad".

Además de este objetivo, también tienen en cuenta un nuevo desafío: empezar a formar a la que ya se conoce como Generación Artemis. "Los niños de 9 y 10 años sevillanos y españoles van a terminar el trabajo que acaba de comenzar la NASA. Habrá muchas oportunidades de trabajo en el futuro y no queremos que las niñas se pierdan esa segunda carrera espacial".

Lo cierto es que los datos hablan por sí solos. Indica que "las mujeres piloto apenas superan el 4%", una cifra que alcanza el 20% en el caso de las ingenieras. Unos datos que pueden deberse a que "tradicionalmente, los hombres desarrollaban este cargo en el ejército, pero tardaron años en aceptar a mujeres como pilotos de combate". En el caso de las ingenieras, "viene dado por la falta de referentes. Quizás los empiezan a tener ahora, pero estos ejemplos todavía están en plena carrera profesional".

Una cuestión que puede cambiar con la creación de la Agencia Espacial Española. Rivera recuerda que durante sus años en el Congreso recibió el apodo de la "diputada del espacio" por sus intentos de crear cultura y concienciación entre sus colegas respecto a este tema. En la actualidad, aplaude la puesta en marcha de una institución que considera fundamental para que el país pueda suscribir acuerdos bilaterales de cooperación sin pasar por la Unión Europea: "Pertenecer a la Agencia Espacial Europea es perfecto, pero tenemos que ser independientes".

También tiene claro cuáles deberían ser los siguientes pasos. En primer lugar, crear una comisión específica para esta rama en el Congreso de los Diputados. Por otro lado –y esto lo considera fundamental– articular una Ley del Espacio. "Tenemos regulado el espacio aéreo, pero por encima no hay ninguna normativa".

Además, apunta a que el reciente lanzamiento del cohete Miura 1 "se ha hecho desde una base militar, porque como sin normativa no se puede explotar comercialmente". Este lanzamiento se llevó a cabo desde El Arenosillo (Huelva). Un centro de experimentación, propiedad del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial. Organismo que pertenece al Ministerio de Defensa.

En cuanto a los retos que afronta Ellas Vuelan Alto, Rivera también lo tiene claro: "Que no haya límites y que las mujeres nunca se los pongan".

Más de 1.300 profesionales han pasado por la US

Un total de 1.365 estudiantes han obtenido la titulación, primero de Ingeniero y luego de Graduado en Ingeniería Aeronáutica, desde la implantación de estos estudios en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI) de la Universidad de Sevilla hace 20 años.

La colaboración con el sector, que se ha materializado en la realización de prácticas en empresas, innumerables proyectos de investigación, la transferencia de tecnología o la creación de empresas basadas en el conocimiento, ha sido continua desde entonces. “El sector aeronáutico andaluz ha crecido hasta convertirse en un sector estratégico de nuestra economía”, explica el director de la ETSI, Andrés Sáez Pérez.

"La implantación de los estudios de ingeniería aeronáutica en nuestra escuela ha permitido enriquecer el sector y colaborar a su consolidación, aportando el talento de nuestros jóvenes ingenieros e ingenieras egresados". Sólo este año, más de 700 estudiantes cursan el Grado en Ingeniería Aeronáutica. De ellos, 130 son alumnos de nuevo ingreso. Esta titulación capacita a quienes la estudian para diseñar, desarrollar y gestionar los diferentes vehículos aeroespaciales, sistemas de propulsión, materiales aeroespaciales, infraestructuras aeroportuarias, infraestructuras de aeronavegación y cualquier sistema de gestión del espacio, del tráfico y del transporte aéreo.

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