Un 'escuadrón' anónimo y referente en los quirófanos del Hospital del Aljarafe

El Servicio de Esterilización es uno de los lugares más desconocidos en los hospitales, pero que tienen una labor diaria muy importante para la vida de los pacientes. Esta técnica, que se encuentra en el nivel más elevado de la higiene hospitalaria, es imprescindible para eliminar posibles microorganismos del instrumental que utilizan los cirujanos en quirófano y que pueden poner a los pacientes en grave riesgo de contraer infecciones en caso de no estar en condiciones de ser utilizado.

En el Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, este servicio clave para el funcionamiento del centro se ha convertido en referente gracias a un novedoso sistema de trazabilidad, manejado a través de una aplicación informática, que tiene la capacidad de permitir ver los listados del material que compone cada contenedor con sus referencias y ver las imágenes del interior de los mismos. Novedades que han despertado el interés de otros hospitales andaluces y de todo el territorio nacional y que los han colocado entre los más modernos del país.

Situado en la segunda planta del hospital, junto a los quirófanos y la Unidad de Reanimación Postquirúrgica, el Servicio de Esterilización forma parte del Área Quirúrgica. Este escuadrón anti-gérmenes, que mantiene en marcha la maquinaria hospitalaria, pero cuya imprescindible labor pasa, sin embargo, prácticamente desapercibida para el común de los pacientes, recibe cada día todo el material que se utiliza para atender y resolver los distintos procedimientos y técnicas quirúrgicas. La responsabilidad de su funcionamiento recae en un grupo de técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), bajo la supervisión de Mari Carmen Isorna, como supervisora del área.

Aunque la esterilización existe y funciona desde siempre en todo el ámbito sanitario, "lo peculiar es la monitorización, validación y trazabilidad del proceso", destaca Isorna sobre las últimas novedades. "Por ley es preciso dejar registros de la trazabilidad del proceso de esterilización, de cada instrumento y de cada material que procesamos. Hay que pensar que nos convertimos en procesadores y tenemos la obligación de dejar constancia de esta actividad", añade la supervisora, que indica que estos registros se realizaban no hace muchos años de forma manual. "Ahora se han creado distintas aplicaciones informáticas que nos ayudan y facilitan la realización de la trazabilidad de esta actividad gracias a las cuales somos capaces de saber en todo momento quién, cómo, cuándo o con qué tipo de lavadora o esterilizadora hemos realizado cada paso del proceso, ya que esta monitorizado cada punto de uso por donde los materiales van pasando e incluso eso se puede incluir en la historia clínica de nuestros pacientes", detalla.

Paso a paso

El circuito comienza en la zona de lavado, donde se realiza la entrada al sistema de trazabilidad y al propio proceso de lavado y descontaminación. "Aquí vamos a decirle a la aplicación informática qué material estamos recibiendo, de qué quirófano, quién lo retira, quién lo lava, en qué máquina y con qué tipo de ciclo", concreta Isorna.

Después, el material pasa a zona limpia donde se realiza el montaje del instrumental, se hace una inspección, se lubrifica y se reponen las piezas necesarias para que cada contenedor de instrumental cumpla con los protocolos existentes al respecto. Paso en el que, igualmente, se deja constancia de quién, cómo y cuándo se lleva a cabo y si hay alguna incidencia.

A continuación, una vez montado o empaquetado en la envoltura adecuada, la aplicación tiene la capacidad de crear una etiqueta con un código de barras que lleva inmersa toda la información de las acciones que se han realizado anteriormente en dicho instrumental, más las que tienen que ver con la carga en las esterilizadoras. En este momento es cuando se añaden los datos del profesional, máquina, ciclo e indicadores de proceso.

A partir de aquí, la supervisora del Bloque Quirúrgico explica que el siguiente paso del proceso, una vez ya está esterilizado el material, es la descarga del mismo de las máquinas esterilizadoras, lo cual se lleva a cabo en el almacén de material estéril, atendiendo a una clasificación específica, "por especialidad, por colores y por estantes", y de aquí se dirige de nuevo hacia el quirófano, previo registro automatizado, mediante lectura del código de barras generado en la zona de carga de las esterilizadoras. "En este momento el material está apto y es seguro su uso en quirófano para los pacientes que vamos a intervenir", matiza la profesional.

Por último, ya en quirófano es cuando se adjudica al paciente con el que se ha utilizado, dejando constancia en su historia clínica. "Toda la información que se va volcando en la aplicación va a dar lugar a numerosos informes, entre ellos el de trazabilidad", explica Mari Carmen Isorna.

En cuanto a los tiempos, lo normal es que un ciclo de esterilización dure desde 20 a 70 minutos, pero "todo depende de varios criterios", apunta la supervisora. "El principal es el material del que está hecho el instrumental o el artículo que vamos a esterilizar, podemos encontrarnos con acero, caucho, silicona, cables, cámaras, catéteres….y el tipo de envoltura en el que aloje para su esterilización", concreta.

Por su parte, las necesidades de material a esterilizar van a depender de la programación de cirugías que se realicen en los quirófanos y las necesidades del resto de los servicios del hospital. "Al día podemos realizar una media de 20 ciclos de esterilización entre vapor y peróxido, que son los agentes esterilizantes que tenemos en nuestra central. Vapor para los materiales resistentes a altas temperaturas y peróxido para los materiales sensibles a altas temperaturas. Con datos del mes de marzo, a la semana han hemos realizado 105 procesos y, al mes, 440", manifiesta Isorna.