Las escrituras ante notario que ponen en serio jaque a un sector del PP de Sevilla
Política
La dirección provincial protocolizó en 2018 la documentación que demuestra las irregularidades y sobresueldos pagados con fondos públicos entre 2011 y 2015
Los silencios afilados de Sevilla
Nos toman por idiotas

Se busca un culpable en un tsunami con demasiados implicados. Las grandes cantidades de dinero mal manejadas generan siempre problemas, crisis, tensiones y nervios. Hay una cantidad ingente de documentos internos del PP de Sevilla en tiempos de José Luis Sanz y Juan Bueno, actuales alcalde y primer teniente de alcalde; material muy sensible y comprometedor, que fueron protocolizados ante notario por la entonces nueva cúpula del partido en 2018: la presidenta Virginia Pérez y el secretario general, Juan de la Rosa. Los dos, acompañados por el vicesecretario general Luis Paniagua, acudieron al despacho de notarios de la calle Tetuán para dejar constancia de la herencia recibida, documentos que plasman una gestión más que dudosa con fondos públicos, gastos en viajes, autobuses para grandes mítines, cheques nominativos y al portador a cargos públicos y profesionales liberales y un largo etcétera. Nunca antes el PP venía de manejar tanto dinero (1,1 millones de euros de fondos públicos en el mandato 2011-2015 por disponer de veinte concejales) y se quedó con tan pocos recursos que hasta tuvo que mudar de sede: de la cotizada calle Rioja a la más asequible de Luis Montoto. Con la llegada de Virginia Pérez a la presidencia provincial, la conocida como mesa camilla, que hasta entonces había controlado la formación, perdió las riendas del partido. Todos quedaron temerosos de la firmeza de Virginia Pérez, inflexible ante ciertas prácticas cuando menos irregulares. A Ricardo Tarno, al menos, se le atribuye haber reconocido en varias tertulias, entre ellas una en la barra de Trifón el Martes Santo de 2021, “la integridad y la honradez” de Virginia Pérez, pese a que la mesa camilla nunca ha digerido que la dirigente no se prestara ni a secundar ni mucho menos a encubrir un estilo de gestión marcado por el derroche, los sobresueldos, el pago de viajes y otros gastos muy dudosos. La mesa camilla sabía que todo había quedado registrado ante el notario. Hubo quienes siguieron ese día a quienes acudieron al despacho de la calle Tetuán y se captaron fotografías a la salida y entrada. Comenzaron los nervios. Los perjudicados querían saber hasta qué punto habían quedado protocolizados los excesos, una información sensible que era, única y obviamente, del conocimiento de quienes habían acudido a realizar la comparecencia. Ellos mismos levantaron la liebre y provocaron el interés por el asunto. Una presidenta provincial, un secretario general y un tercer colaborador saliendo de una Notaría tras una larga estancia puso de los nervios a los gestores del pasado. Juan de la Rosa, uno de los comparecientes, es hoy nada menos que delegado de Urbanismo en el gobierno de José Luis Sanz como alcalde. La información (como el éxito y el dinero) siempre emerge y por cauces muy variados e incontrolables.
Preguntado José Luis Sanz por este periódico desde hace años, comenzó el desfile de políticos del PP por la redacción de la calle Rioja y también las llamadas de teléfono. Unos querían hablar en persona, otros por otras vías. Los nervios fueron evidentes entonces y ahora. Políticos profesionales como Juan Bueno, agraciado con 13 cheques de hasta 1.200 euros, contenían mejor el rictus. Fichajes independientes como Asunción Fley, que recibió 24.000 euros en cheques del partido, buscaron un mediador como el entonces portavoz municipal del PP, Beltrán Pérez. Otros eligieron al entonces gerente del partido, Manuel Pacheco, para ponerse al día con Hacienda. Pacheco recomendó estarse quietos porque, de hacerlo, se levantaba la liebre ante el Fisco. Todos querían justificarse porque todos sabían que sería cuestión de tiempo que empezara a trascender una documentación que dinamita la gestión de un partido en los años de su particular abundancia en una España en crisis.
Al mismo tiempo volaban del Ayuntamiento la ingente cantidad de facturas en gastos de hostelería durante el mandato 2011-15, con cuchipandas de hasta más de mil euros. ¡Oh, pero hay un dato clave! La colección de facturas en almuerzos y copas no está en los documentos protocolizados ante notario. ¡Cáspita, eso es un detalle capital! En general, fueron los años del dispendio. Y uno y otro material (el protocolizado y el no protocolizado) ya estaba circulando por los foros. Sanz temía que la nueva cúpula de Génova con Feijóo al frente, que desbancó a Pablo Casado y Teodoro García Egea, le orillara como candidato a la Alcaldía de Sevilla, pues fue proclamado antes de tiempo por pura consideración especial de la dirección nacional. Al final aguantó como candidato (saltándose al PP andaluz) y escenificó una cerveza de concordia con el presidente regional. Sanz lo apostó todo por ser alcalde de Sevilla, pero nunca ha disimulado que su gran objetivo era ser presidente de la Junta de Andalucía. Esa es otra historia de ambiciones y maniobras de la que hay hasta grabaciones conocidas por varios dirigentes políticos.
Los mediocres buscan chivos expiatorios que van cambiando en cada amanecida según sople el viento (¿A quién toca acusar hoy?), los valientes buscan la verdad y los serviles se ponen al servicio del político para ofrecer versiones de parte. Y ya los groseros pasan directamente al insulto vespertino, porque hace tiempo que las tardes de los viernes dejaron de tener la exclusiva de los excesos en tragos largos.
Varios consejeros del Gobierno andaluz han conocido los sobresueldos pagados por el PP de Sevilla. Solo faltaba tiempo para ir haciendo las cosas como se deben hacer: con rigor, con cautela, con criterios profesionales, dándole la voz a todos. Resulta asombroso hasta qué punto se trata de derribar a quienes han actuado con rectitud. Es como el niño que sufre mobbing en el colegio y los padres reciben la indicación de cambiarlo de centro. Oiga, pero se tendrá que ir el agresor, ¿no? ¿Cómo se explica que el actual delegado de Urbanismo (el mismo que ha avalado la copa de Navidad que, conocedor de todo el contenido protocolizado de acuerdo con su petición ante notario, esté en el gobierno de la ciudad? ¿Cómo es posible que el alcalde diga que Génova tiene auditado el gasto de 70 autobuses para un mitin pagados con fondos públicos de la Diputación? ¿Cómo es posible que Juan Bueno no tenga los justificantes de sus ingentes gastos de representación?
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