El equipo de Urgencias en Amate exige seguridad tras otro ataque
El sindicato CSIF reclama al SAS más vigilancia en este centro de salud y denuncia que los actos violentos de usuarios son habituales a altas horas de la madrugada.
El equipo de Urgencias en Amate exige al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que adopte medidas de seguridad tras el último ataque perpetrado por un paciente que llegó al centro de salud para exigir una serie de medicamentos con efectos tranquilizantes. Ante la negativa del médico que se encontraba de Urgencias a dispensar estos fármacos hipnóticos y analgésicos, el individuo comenzó a insultar y a amenazar al equipo que se encontraba trabajando en ese momento en el centro de salud. En torno a las tres y media de la madrugada del pasado 24 de julio, "este hombre llegó con una actitud violenta al centro de salud exigiendo la medicación que él quería de manera amenazante", explica personal sanitario en Amate. "Este individuo afirmó que venía del hospital, donde le remitieron al centro de salud tras negarle los medicamentos". Una vez en la consulta del médico, este paciente volvió a exigir los tranquilizantes al médico, quien se negó a dispensar los fármacos que le exigió. El facultativo trató de ofrecerle otro tratamiento, pero el agresor lo rechazó y comenzó a insultar a los profesionales sanitarios. "Trató de coger el ordenador para agredir al médico", según explican fuentes de este centro de salud. En ese instante, otro miembro del equipo de Urgencias llamó a la Policía Nacional, pero antes de que llegaran los agentes lograron echar al usuario del centro de salud.
El presidente de la sección de Sanidad en el CSIF, Fernando Castelló, reclama al SAS medidas de seguridad para impedir nuevos ataques en Amate, un punto de Urgencias que atiende a una amplia población que incluye dos de las zonas más degradadas de la ciudad, Las Tres Mil y Los Pajaritos. Los que trabajan en Amate quieren "seguridad en el trabajo" y solicitan la incorporación de un agente de seguridad durante las madrugadas, ya que, según denuncian, las situaciones violentas son habituales a altas horas de la noche.
En estos momentos, el centro de salud Amate cuenta con un agente de seguridad hasta las dos de la madrugada pero desde esta hora y hasta la ocho de la mañana del día siguiente este punto asistencial se queda sin esta vigilancia con la única presencia del equipo sanitario.
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