La entrega de medallas de Sevilla 2024: el valor de la música y el humor
Día de San Fernando
Manu Sánchez logra que una gala de casi tres horas se haga amena, divertida y hasta corta
La nota musical la han puesto Joana Jiménez, Siempre Así y, por duplicado, Manuel Carrasco
Juncia, romero y Manu Sánchez
"Os invito a que soñemos con Sevilla". El reloj pasa las diez de la noche y las palabras del alcalde José Luis Sanz no se refieren a la necesidad de descansar tras una jornada demasiada larga, con procesión de Corpus incluida. El regidor vuelve a insistir en la necesidad de que la vieja Híspalis retome su papel de capital cultural y económica del sur de Europa. "No somos más que nadie, pero tampoco menos", ha defendido por enésima vez Sanz en el discurso con el que ha finalizado la gala de entrega de medallas y títulos de Sevilla en este 30 de mayo, día de San Fernando.
Un objetivo que tiene fecha: 2029, cuando se cumpla un siglo de la Exposición Iberoamericana que, como bien ha referido el periodista José Luis Garrido Bustamante en su discurso en nombre de todos los premiados -breve, conciso y de perfecta dicción- reinventó la ciudad actual. Y puesta las miras en 2029, el primer edil ha recordado todos las asignaturas pendientes para una ciudad bastante olvidada por las administraciones.
Discursos al margen, la gala -la primera organizada por el gobierno de Sanz- ha tenido un protagonista indiscutible. Su presentador, el humorista y showman nazareno Manu Sánchez, habitual en este tipo de actos a los que les tiene cogida la horma. No hace muchos años también tuvo tal desempeño en la entrega de medallas de la Diputación. Sin su ingenio las casi tres horas que ha durado el ceremonial hubieran provocado el sueño al que se refería el alcalde, pero en sentido literal, de bostezos.
Una excelente apuesta
Sánchez ha dado un pregón (en la mejor versión del término). Sí, una oda a Sevilla que ya podría servir para el Domingo de Pasión en el Teatro de la Maestranza. Aunque en esta ocasión ha sido un 30 de mayo y en el Auditorio de Fibes, en pleno corazón de Sevilla Este, ese barrio tan mal comunicado con el centro de la ciudad. Un Pregón fácil de digerir porque no ha faltado la frescura, la ocurrencia y ese sentido del humor con el que tanto nos identificamos. Un artista de la palabra y la conducción. Excelente apuesta. De 10.
El humorista ha tirado de su gracejo habitual, que tanta fama le ha dado en atriles y televisiones. Ha logrado algo bastante complicado en tales actos: no hacerlos soporíferos y que Morfeo no llame a los presentes a sus filas. Su entrada en escena ha roto el tópico, "Sevilla como marco comparable". Y ahí ha estado la retahíla de urbes del mundo, desde las europeas a las más exóticas, con las que la capital andaluza guarda algún tipo de semejanza. "Sevilla es Londres, con bares buenos. Sevilla es Berlín, con cerveza fría. Sevilla no es Nueva York por no quedarse sin azoteas. Es Venecia con menos charcos y más husillos". Y así hasta acabar con una conclusión irrefutable: "Sevilla es el Gran Poder del pueblo".
En el centro del escenario, el alcalde y el presidente del Pleno, Álvaro Pimentel, a los que los focos -como dijo en su día la Pantoja- han centrado buena parte de la iluminación. El regidor (con corbata celeste y tras dejar el chaqué de la procesión del Corpus) se ha encargado de colocar cada una de las 30 medallas. A un lado, los premiados; y al otro, los portavoces de los grupos municipales. Ha sido el principal cambio en una escenografía donde el protagonismo lo ha adquirido la pantalla en la que se han proyectado las imágenes, a modo de resumen, de los distinguidos (no faltó San Fernando). Sus rostros, por cierto, han ilustrado los mupis instalados en el hall de entrada al auditorio.
Aquel Pregón de 1990
Una de las entregas más emotivas la ha protagonizado José Luis Garrido Bustamante cuando el presentador ha recordado varios fragmentos del Pregón de Semana Santa que el periodista y locutor pronunció en 1990. El principio y final de una intervención que por aquel entonces tenía lugar en el Lope de Vega. Por cierto, Garrido Bustamante aún recuerda a la perfección esos versos. Las imágenes de la retransmisión en streaming lo han corroborado.
También ha tocado la fibra (por expresarnos en lenguaje moderno) la medalla a título póstumo a Carmen Sevilla, aquella folclórica nacida en Heliópolis que llevó como apellido el nombre de la ciudad y supo reinventarse en los 90 con el Telecupón. La ha recogido su hijo Augusto Algueró con los sones de Carmen de España, copla interpretada por la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, cuya participación se ha convertido en un clásico de este día.
Y ya metidos en la Sevilla cañí -para rematar el cuadro- no ha faltado sobre el escenario de Fibes la bata de cola y la mantilla. Ha sido el momento en que Joana Jiménez ha cantado el tema Sevilla, que compuso Manuel Alejandro, otro de los galardonados, que no ha podido asistir a la gala. Un "escribidor" (como a él le gusta definirse) de cientos de canciones que han tarareado miles de españoles a lo largo del último medio siglo.
Marcha centenaria
Sigamos con la música. La que ha puesto la banda de la Cruz Roja, a la que también se le ha concedido una medalla. Al completo, sobre las tablas del auditorio de Sevilla Este, la formación ha interpretado una marcha que está de aniversario. Un siglo de Pasan los campanilleros, los mismos años que esta banda que disfruta de uno de sus mejores momentos.
Como hemos afirmado antes, las ocurrencias de Manu -"aunque no se lo crean, yo he visto al alcalde reírse"- han hecho soportable este largo ceremonial, aunque la música también ha contribuido a evitar el aburrimiento. El público ha disfrutado lo suyo con Siempre Así, ese grupo de jóvenes que salió del coro del Rocío de Triana (una cantera de cantantes) y que cuentan ya, después de 32 años de trabajo, con 16 discos en el mercado y 1.500 conciertos en países de habla hispana. Sus voces se hicieron famosas en los 90 y sus canciones siguen siendo la banda sonora de muchas fiestas.
El Hijo Adoptivo
Música que también viene de la provincia hermana de Huelva. De Isla Cristina, donde nació Manuel Carrasco, el cantante que consiguió un récord histórico de asistentes el 11 de junio de 2022 en el Estadio de la Cartuja (al que aún se le sigue llamando Olímpico, sueño de un ex alcalde, Alejandro Rojas-Marcos, que por primera vez ha acudido a este acto). El compositor que salió de la escuela de OT ha definido a Sevilla como su ciudad talismán. Algo no extraño, pues sus dos actuaciones en este día de San Fernando han puesto en ebullición al público. Fibes se ha venido abajo. Ambiente propicio para el siguiente distinguido, Antonio Burgos, quien, a titulo póstumo, ya es Hijo Predilecto de una ciudad para la que inventó un género periodístico, el articulismo sevillano.
Después han llegado los discursos. El de Garrido Bustamante, en plena facultad de la palabra, la voz y la elegancia; y el del alcalde, correcto (sin más). Nos seguimos quedando con los Manueles. El de Isla Cristina y el de Dos Hermanas, que ha convertido en llevadera un tipo de gala muy proclive a los bostezos. Este año hasta se nos ha hecho corta. El humor y la música como aliados contra el tedio.
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