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El Macarena apuesta por la diálisis en casa

Avances frente a la enfermedad renal en Sevilla

Uno de cada tres enfermos renales en el área Macarena elige el tratamiento a domicilio.

Esta alternativa mejora la supervivencia y la calidad de vida

Fabiola Alonso, Inmaculada Pozuelo, Ana Romero, María José González, Nuria Areste, Antonia Cerrato, María José Gómez, Mercedes Salgueira, Esperanza de la Osa, Wenceslao Aguilar, María Jesús Moyano, Concepción Cabello, Loli Ruiz, Clotilde Ríos, Maribel Blandon, Javier Burgos y Javier Amor, en una sala de hemodiálisis en el Hospital Universitario Macarena. / Belén Vargas
Noelia Márquez

25 de junio 2018 - 05:00

El Hospital Macarena apuesta por la diálisis peritoneal en enfermos renales, un tratamiento que el propio paciente puede hacer en su casa, siempre que esta opción sea la indicada. La alternativa, la hemodiálisis, es la terapia que se realiza mayoritariamente, de forma clásica, en los hospitales.

La doctora Mercedes Salgueira, directora de la Unidad de Nefrología en el Hospital Macarena, explica las ventajas la diálisis a domicilio: “Mejora la supervivencia; favorece la autonomía del paciente y su calidad de vida; y el riesgo de infecciones es bajo”. Cuando el paciente puede elegir entre diálisis peritoneal y hemodiálisis, la primera opción evita los continuos traslados al hospital.

Los tratamientos de hemodiálisis requieren que los enfermos permanezcan conectados a la máquina que limpia la sangre durante cuatro horas, tres días a la semana. Mientras que en la diálisis peritoneal, el paciente se encarga de a realizar la depuración en su propia casa, y para ello, recibe entrenamiento del equipo de enfermería.

“En la diálisis peritoneal es necesario formar a los pacientes para que ellos mismos realicen esta técnica en su domicilio, que es muy sencilla, y se entrenen en sus autocuidados”, añade la responsable de Nefrología del Macarena, al incidir en que esta opción “les permite viajar y mayor calidad de vida”, ya que no están atados a las permanentes visitas al hospital.

Los nefrólogos del Macarena realizan ecografías en la propia consulta

La enfermedad renal es un problema de salud en aumento vinculado a las calificadas como las epidemias del siglo XXI: diabetes, obesidad e hipertensión, problemas marcados por tendencias poco beneficiosas en la dieta (excesos de azúcares, procesados y grasas saturadas) y el sedentarismo, entre otros hábitos. “La enfermedad renal tiende a aumentar de manera paralela a estos factores de riesgo y al envejecimiento de la población”, explica la especialista. El 50% de los pacientes que inicia tratamiento renal sustitutivo tiene más de 65 años. Detectar de manera precoz los problemas renales favorece que los afectados puedan beneficiarse de tratamientos médicos, que están basados en medicamentos.

“El problema está en que la enfermedad renal es silente durante un largo periodo. Cuando da la cara, el enfermo suele encontrarse en una fase muy avanzada. Con frecuencia el paciente tiene que entrar en diálisis de un día para otro”, asevera la doctora. Las revisiones médicas periódicas, a través análisis básicos, permiten detectar estos problemas a tiempo.

Los riñones son los encargados de filtrar la sangre para eliminar los tóxicos. Si los riñones comienzan a fallar, el organismo pierde la capacidad para eliminar los deshechos; y órganos vitales, como el corazón o el hígado, quedan afectados, lo cual puede desencadenar nefastas consecuencias. El tratamiento renal sustitutivo consiste básicamente en realizar, de manera artificial, la función de los riñones cuando fallan. Son dos las opciones: hemodiálisis o diálisis a domicilio (peritoneal).

La apuesta de la Unidad de Nefrología del Macarena por la diálisis en casa ha requerido del esfuerzo de este equipo en formar a los enfermos. Hoy uno de cada tres pacientes con tratamiento renal sustitutivo se someten a esta alternativa, una cifra muy superior a la media andaluza (12,6%) y española (16,7%).

La diálisis peritoneal, previsiblemente, evolucionará al alza por sus beneficios. “Estos tratamientos no son estancos y un mismo paciente puede someterse, en distintas fases de la enfermedad, a diálisis peritoneal, hemodiálisis y trasplante”, dice Salgueiro.

Alianza en trasplantes

Un acuerdo de colaboración entre los responsables hospitalarios del Virgen del Rocío y del Virgen Macarena ha permitido la creación de un equipo formado por especialistas de ambos centros. Nefrólogos del Macarena se integrarán en el equipo de trasplantes del Virgen del Rocío, de modo que se entrenarán en la asistencia a pacientes trasplantados.

El paciente gana en autonomía y, por tanto, en calidad de vida, al no estar atado al hospital

El intercambio de profesionales permitirá a la Unidad de Nefrología asumir el seguimiento de los pacientes trasplantados, que no tendrán que peregrinar del Virgen del Rocío al Macarena para sus revisiones. “El paciente trasplantado se sentirá más seguro porque el mismo especialista le hará el seguimiento. Serán los nefrólogos los que se moverán de hospital a hospital, no los pacientes”, asevera la responsable de Nefrología en el Macarena. Las ventajas de este proyecto: mayor accesibilidad a las consultas; y mayor seguridad en caso de necesidad de ingreso hospitalario al estar su historial y seguimiento registrado en el hospital. La actividad de trasplantes ha registrado una tendencia al alza en los últimos años en el Hospital Virgen del Rocío, centro de referencia en Sevilla para estas intervenciones. El equipo de Urología-Nefrología del Virgen del Rocío cerró 2017 con una cifra récord: 200 trasplantes renales, quince de ellos niños.

Ecos en consulta

Otra de las novedades en la Unidad de Nefrología del Macarena ha sido la incorporación de tres ecógrafos en las consultas, lo cual acorta las esperas para el diagnóstico. Los nefrólogos se han entrenado en la aplicación de esta prueba de imagen a sus pacientes, que realizan en acto único, con lo cual evitan que los enfermos tengan que volver al hospital. Hasta hace unos meses, cuando el nefrólogo solicitaba una ecografía, el paciente tenía que esperar la cita de Radiología; y una vez hecha la prueba, volver al nefrólogo. Con la incorporación de los ecógrafos este circuito se reduce a una única consulta.

Además de la actividad asistencial, el equipo de Nefrología del Macarena ha intensificado la participación en la investigación de nuevas terapias: Si en 2013 sólo participaban en un ensayo clínico, en el pasado 2017 se contabilizaron nueve estudios.

Manuel y María José. Entrenamiento en diálisis

Manuel y su hija María José se encuentran en la sala de entrenamiento, un espacio lleno de luz en el Hospital Macarena, donde las enfermeras especializadas en enfermedad renal y sus tratamientos entrenan a pacientes y familiares en la diálsis. Con gran amabilidad, Manuel y su hija, explican cómo funciona el dispositivo que durante la noche se encarga de hacer las funciones de los riñones enfermos de Manuel. Su hija será la encargada en casa de permanecer vigilante de que todo funcione con normalidad.

“Apenas noto nada, me encuentro muy bien”, explica este hombre mientras señala al sistema de depuración. “Apenas noto el catéter”, explica al mostrarlo. La diálisis por la que ha optado Manuel se realiza por la noche mediante un dispositivo que facilita la depuración. “Las enfermeras nos explican todo. Y estamos en contacto las 24 horas con el equipo por teléfono en caso de una urgencia o de necesidad”, explica María José. La enfermera explica que en la mayoría de los casos son las parejas las que velan por sus enfermos, marido o mujer, y en menor medidas, son los hijos los que se encargan de estos cuidados, cuando los pacientes son personas mayores.

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